No defraudó el diputado general de Bizkaia en su primera comparecencia pública como presidente del Consorcio de Transportes, dado que no tuvo pelos en la lengua a la hora de censurar las indemnizaciones que han percibido tres altos cargos de Metro Bilbao, que superan los 500.000 euros. José Luis Bilbao quiso advertir que «no es un ajuste de cuentas entre PNV y PSE», especialmente cuando el político jeltzale agradeció el comportamiento y la labor realizada por el presidente saliente del CTB, Mikel Torres.

Al también alcalde de Portugalete, que continuará en la Comisión Ejecutiva, lo calificó de «caballero», por tener que asumir sus funciones «por exceso» a raíz de los cambios que se fueron precipitando en la estructura del CTB. José Luis Bilbao volvió ayer a asumir la presidencia del Consorcio y de la sociedad Metro Bilbao, que abandonó hace tres años «por no compartir para nada el modelo de gestión» de sus anteriores responsables.

Bilbao arremetió contra los «contratos blindados» que han disfrutado varios altos cargos. Citó, en primer lugar, que el anterior consejero de Metro Bilbao, Iñaki Prego, percibía un sueldo anual de 140.000 y el 20 de diciembre anunció su cese en la compañía -«no sabemos en qué condiciones», subrayó el diputado general- , recibiendo una «indemnización» de otros 145.000 euros adicionales.

«Elevándolo a bruto -resaltó-, a la sociedad Metro Bilbao le ha costado el señor Prego 198.000 euros de más». No se quedó ahí la denuncia, ya que informó de que la exdirectora de Recursos Humanos, Carmen Sarachu, ha cobrado al cesar en sus funciones «la módica cifra de 260.000 euros que son de todos. «No conocemos el porqué de esta cuantía ya que no sabemos si ha sido un despido, una jubilación o un despido simulado», criticó.

El tercer beneficiado por los «contratos blindados», que serán eliminados, ha sido el director gerente del metro, Iñaki Echenagusia, quien tras haber sido nombrado hace seis meses con un sueldo de 93.000 euros, ha percibido una cesantía de otros 93.000 euros.

José Luis Bilbao anunció que se encargará un informe jurídico para analizar la legalidad «de estos seudodespidos», aunque dijo que no tiene duda de que son «inmorales, socialmente inaceptables y no decentes». «Estamos hablando de indemnizaciones de una anualidad y entendemos que son comportamientos que no pueden seguir existiendo en el sector público; hay que trabajar con transparencia y decencia», añadió, antes de apostillar que «no puede ser que los gestores de una sociedad pública ganen muchísimo más que el lehendakari».

El diputado se comprometió a «devolver la normalidad, el orden y a acabar con las actitudes déspotas y la mala gestión» en las instituciones y empresas públicas de vinculadas al transporte. «Quiero que Metro Bilbao vuelva a ser lo que era, un orgullo y sin símbolo para los vizcainos y las vizcainas», remarcó.

Los nuevos gerentes del CTB y del suburbano, Manu Tejada y Eneko Arruabarrena, percibirán anualmente 80.000 euros cada uno, «sin primas ni bonus». «Verán reducidas sus remuneraciones -aclaró el presidente de ambas entidades públicas-, no tendrán blindajes, ni cláusulas abusivas ni ventajosas y percibirán al final de su contrato lo mismo que cualquier cargo público de la administración, una mensualidad».

«Aquí nadie va a hacer lo que le dé la gana y tanto el Consorcio como el Metro se regirán por la transparencia y el servicio público», manifestó José Luis Bilbao, que tuvo tiempo de mandar un mensaje al que fue viceconsejero de Transportes del Ejecutivo López, Ernesto Gasco, al decir que el suburbano «no va a ser gestionado con un mando a distancia desde una concejalía de San Sebastián».

La comparecencia sirvió para que el diputado general escenificase el acercamiento al Gobierno de Lakua una vez que el PNV ha recuperado la Lehendakaritza, hablando de «espíritu de colaboracion institucional».