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Cumbre crucial para cerrar la financiación de la UE hasta 2020

Los Veintisiete iniciaron ayer la cumbre en la que tendrán que decidir el presupuesto comunitario para el periodo 2014-2020, que estará por debajo del billón de euros. La cita comenzó con casi seis horas de retraso debido a sus divergencias ante la enormidad del recorte a aplicar. Muchos estados quieren reducir su aportación y la Eurocámara amenaza con rechazar un acuerdo que considera insuficiente para acometer la recuperación.

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GARA | BRUSELAS

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) comenzaron ayer una cumbre de alta tensión para fijar su presupuesto para el año 2020, encuentro sobre el que volvía a planear la sombra del fracaso ante la amenaza clara de varios líderes europeos de oponerse a cualquier acuerdo que no satisfaga sus intereses.

Signo de esas dificultades fue el retraso de casi seis horas sobre el horario previsto para su inicio. Pero, en realidad, la reunión comenzó antes de su inauguración oficial, ya que los encuentros bilaterales o a tres bandas se multiplicaron durante la tarde.

Ese retraso iba a permitir al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, «afinar» su última propuesta de compromiso sobre el presupuesto de la UE para 2014-2020, pero decidió aplazar su presentación, que preveía hacer pública al inicio de la cumbre, en un intento de forzar primero a los líderes a que pactaran el techo de gasto.

Solo «varios miles de millones» separaban a los jefes de Estado y de Gobierno de un compromiso sobre la cifra global del marco financiero para los próximos siete años, según fuentes de la oficina de Van Rompuy.

«Si todos muestran un sentido del compromiso, el acuerdo sobre el presupuesto está a nuestro alcance», manifestó el presidente del Consejo Europeo, que, no obstante, admitió que «todavía no estamos cerca».

El riesgo de un nuevo fracaso, tras el de noviembre, es lo que llevó a varios líderes a amenazar con oponerse a todo acuerdo alejado de sus intereses.

Los Veintisiete reanudaron las negociaciones en el punto en el que fracasaron en la cumbre del pasado noviembre y con la propuesta que entonces puso Van Rompuy sobre la mesa: 973.000 millones de euros para los próximos siete años, una cifra que el Parlamento Europeo rechazó por escasa.

Una vez que haya acuerdo sobre el techo de gasto, el presidente del Consejo Europeo quiere lograr un pacto sobre los ingresos para financiar el presupuesto y, en particular, los cheques de los que se benefician parte de los contribuyentes netos, como Gran Bretaña, Países Bajos o Suecia.

Solo entonces Van Rompuy presentará a los líderes europeos su última oferta completa, cuyas líneas generales conocían ya los estados miembros antes del inicio de la cumbre.

Alemania es más escéptica sobre las posibilidades de acuerdo sobre las perspectivas financieras y no descarta que al final sea necesario pasar al sistema de presupuestos anuales, según fuentes europeas. La canciller, Angela Merkel, aseguró que las posiciones son «todavía distantes».

«En noviembre, las cifras eran demasiado elevadas. Deberán reducirlas, si no no habrá un acuerdo», señaló el primer ministro británico, David Cameron.

El presidente francés, François Hollande, advirtió de que rechazará un acuerdo que «olvide la agricultura e ignore el crecimiento». Y fue apoyado por Italia, cuyo jefe de Gobierno, Mario Monti, situó la prioridad en el crecimiento y la equidad entre los estados miembros.

El primer ministro checo, Petr Necas, se mostró claramente dispuesto a vetar una propuesta «inaceptable».

nueva propuesta

Los Veintisiete reanudaron las negociaciones en el punto en el que fracasaron en la cumbre del pasado noviembre y con la propuesta que entonces presentó Van Rompuy, quien tenía previsto poner sobre la mesa una nueva propuesta después de que los líderes europeos pactaran el techo de gasto.

Posiciones distantes entre los defensores de los recortes y los partidarios de las ayudas

La negociación del presupuesto de la UE para el período 2014-2020 alinea a los líderes europeos en dos bloques enfrentados: los contribuyentes netos, encabezados por Gran Bretaña y Alemania, que piden más recortes del gasto, y los defensores de mantener los subsidios agrícolas, como el Estado francés, y las ayudas, como el Estado español, que quieren limitar el alcance de las rebajas.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, puso sobre la mesa el mismo proyecto presupuestario que fracasó en noviembre: 973.000 millones de euros, algo menos del 1% total del PNB de los Veintisiete. La cifra supone un recorte de 80.000 millones sobre la propuesta de la Comisión Europea y de 20.000 millones sobre el presupuesto que han manejado para 2007-2013.

La única novedad respecto a noviembre era la intención de Van Rompuy de destinar «varios miles de millones» de euros a una iniciativa centrada en combatir el desempleo juvenil, aunque no se desveló como se financiaría, si son nuevos recursos o asignaciones procedentes de otras rúbricas.

Anoche no se descartaba un tijeretazo de entre 10.000 y 15.000 millones al proyecto presupuestario y el Parlamento Europeo amenazó con vetar esas cuentas recortadas.

«Cuanto más se alejen de la propuesta de la Comisión Europea, más cerca estarán del rechazo del Parlamento Europeo», manifestó a los líderes de la UE el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz.

Gran Bretaña, Alemania, Suecia, Finlandia y Países Bajos defienden un recorte drástico del gasto. David Cameron reclama una reducción en todas las partidas, especialmente en los subsidios agrícolas y en gastos administrativos. El «cheque británico», negociado por Margaret Tatcher en 1984, se mantiene, ya que está consagrado en los Tratados y cualquier cambio requiere la unanimidad de los Veintisiete.

Frente a la reducción del presupuesto se sitúan socios como los estados francés y español e Italia, que no quieren unas cuentas tan restrictivas para que no afecte a las políticas agrícolas y de cohesión. El Estado francés es uno de los contribuyentes netos, pero también es el principal beneficiario de los subsidios agrícolas.

Si los Veintisiete se muestran de nuevo incapaces de alcanzar un acuerdo, el procedimiento comunitario marca que en ausencia del marco financiero plurianual, se tendrá que prorrogar el presupuesto de 2012 más un incremento del 2% por la inflación. GARA

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