Acogidos con los brazos abiertos por la rebelión siria, los yihadistas del Frente al-Nosra tienen crecientes enfrentamientos con la población y no por política sino por querellas ligadas a su interpretación rigorista del islam.

Al menos se han registrado cuatro incidentes, uno de ellos derivó en enfrentamiento armado, en la región de Atme, retaguardia de la rebelión en la provincia de Idleb (noroeste). En la aldea de Qah, yihadistas detuvieron a un hombre que soltó varios juramentos tras un accidente de tráfico y lo llevaron ante un tribunal islámico. El detenido era hermano de un respe- tado líder rebelde local, quien envió a decenas de hombres que rescataron al hombre tras un peligroso intercambio de disparos. El suceso acabó con la expulsión del líder local de Al-Nosra, a quien afeitaron su larga barba. En la aldea vecina de Atme, los fieles impidieron dar un sermón a un jeque jordano de Al-Nosra en una mezquita.

Fuentes opositoras aseguraron que los rebeldes se han hecho con el control de la mayor presa siria en el Eúfrates. Catorce miembros de los servicios de inteligencia murieron en un doble atentado suicida en Chaddade (nordeste). La explosión de un coche causó nueve muertos en la frontera con Turquía.