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23 jornadas, 12 parejas de pivotes

El buen arranque de Silva y el momento de forma de Lolo pueden estabilizar al fin una zona clave en la que no se hallaba la fórmula

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Ramón SOLA | IRUÑEA

Sea con uno o con dos hombres, en línea o escalonados, altos o bajos, mirando hacia delante o hacia atrás, el eje del medio campo es la zona clave de cualquier equipo, el ancla y a la vez la sala de máquinas, el corazón y la cabeza. Y mucho más todavía en el esquema 4-2-3-1 con el que se maneja Mendilibar. Sin embargo, esta temporada en Osasuna encontrar dos hombres que mezclen bien en esa pareja se ha convertido casi en cuestión de alquimia.

Los números hablan por sí solos. La fórmula Lolo-Silva introducida en Mallorca por Mendilibar supone la duodécima combinación con la que prueba en el doble pivote. Será muy buena señal si se convierte en la pareja titular definitiva.

El asunto es de récord. En las primeras 22 jornadas, Mendilibar hizo jugar de entrada en ese tándem a seis jugadores distintos. Con ellos se pueden tejer un total de 15 combinaciones; pues bien, el de Zaldibar ha ensayado hasta 11 diferentes, sin que ninguna adquiera estabilidad. Paradójicamente, la actual, la última, la compone un recién llegado como «Gato» Silva junto a Lolo, que no apareció en el pivote hasta el Osasuna-Real Madrid que cerró la primera vuelta.

La temporada empezó lastrada por la baja de Nekounam -compañero fijo de Puñal en los últimos años- y también la imposibilidad de cerrar el fichaje de Javi Fuego, el sustituto deseado. Ello hizo que Mendilibar se las haya tenido que apañar con unos cuantos jugadores de morfologías diferentes pero de perfil futbolístico muy similar, mucho más dotados para presionar que para crear, salvo quizás Timor y ahora Silva.

Patxi Puñal era el destinado a ser la bisagra de cualquiera de las combinaciones, pero la suerte jugó en su contra, primero con los cuatro partidos de sanción desde la jornada 2 y luego con la lesión muscular que le volvió a cortar el ritmo otro mes. Ahí empezaron probaturas con resultados tan pobres como la de Loé-Annan en Vigo. Y el carrusel ya no ha parado.

Repasando el calendario aparecen curiosidades como que David Timor, ahora bastante relegado, fue pivote en los dos partidos más redondos de la campaña: el 4-0 al Levante y el 0-3 al Espanyol. O que Puñal, que de salida parecía el más fijo, este último fin de semana ni siquiera haya sido convocado.

En total, Raoul Loé es el jugador más usado en ese puesto con 13 titularidades, seguido de Puñal con 10, de Oier y Timor con 6, y de Lolo y Annan con 5, a quienes se une ahora Silva.

Siguiendo ese orden, merece la pena detenerse en la trayectoria y rendimiento de cada uno de estos siete jugadores:

Loé: El francés, que acaba de cumplir 24 años, ha mostrado más futuro que presente (suena para equipos como el Newcastle). Destaca en partidos de brega de fuera pero sus carencias en la creación quedan claras en casa, como en el desastre ante el Granada. Desde entonces, Mendilibar solo lo ha requerido para el Camp Nou. Cabe la duda de si no habría necesitado este año una cesión para jugar y mejorar algunas carencias.

Puñal: La temporada ha tenido de todo para el gran capitán: en lo dulce, el récord de participaciones con la camiseta rojilla; en lo amargo, la sanción y la lesión que le han cortado la continuidad. Su experiencia seguro va a ser muy válida todavía en este final de temporada, y tiempo habrá luego de decidir el futuro. A sus 37 años y medio, le queda todavía algún reto delante como ser el rojillo más veterano que marca un gol en Primera (la marca la tiene Clemente Iriarte, que anotó a los 35 en 1981).

Oier: El multiusos por excelencia, llegó de Vigo con vitola de central pero esta es una de las pocas posiciones en que no ha sido empleado. Ha jugado de lateral derecho, de interior por las dos bandas, de pivote y -cada vez más- de medio-punta con un rol similar al de Sisi antes de su lesión (presionar a tope y moverse mucho para dar opciones de salida de balón). En el pivote cumple, pero sin lograr resolver el déficit de crear juego.

Timor: De más a menos durante la temporada. Tiene cosas de las que no disponen sus compañeros de línea, como un excelente pase largo, pero también ha perdido más balón y más posición cuando ha jugado ahí. Por otro lado, jugar tan atrás le impide lucir su disparo. Su gran reto es convencer a la afición, con la que el valenciano tiene una relación complicada.

Lolo: Trayectoria contraria a la de Timor, de menos a más. En los últimos partidos ha aportado manejo de balón, astucia (expulsó a Kaká y se inventó el 2-0 al Depor junto a Nino) e incluso gol (el 0-1 de Mallorca). Con ello confirma que da muchas mejores prestaciones como pivote que como central, aunque se le haya usado más en la zaga.

Annan: Cuando jugó, cumplió, pero su gran lastre es que no aporta nada sustancialmente diferente a Oier o Puñal. La ausencia por la Copa de África quizás le deje ya fuera de agenda.

Silva: Mendilibar demostró que cuenta con él como pivote al juntarlo con Lolo en Mallorca y adelantar a Oier. Y de momento el chileno sí parece el jugador que puede dar un aire diferente a esa zona: pases al primer toque, cambios de juego, buena conducción y la mirada siempre más hacia adelante que atrás.

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