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CRíTICA ópera

Tosca se impuso a la nieve

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Mikel CHAMIZO

Estando Giancarlo del Monaco de por medio, se intuía que la de esta «Tosca» no iba a ser una propuesta escénica arriesgada ni controvertida, aunque trasladase la acción del libreto 140 años en el futuro hasta 1943, en una Roma ocupada por los nazis. Proponía, con ello, una estética basada en el cine neorrealista italiano. Debe reconocerse que la adaptación fue creíble y funcionó bien, gracias a una escenografía sencilla pero funcional y a una dirección de actores efectiva en sus detalles. Pero llegó el tercer acto y, junto a varias fricciones con el contenido libreto, Del Mónaco le hizo cantar a De León su aria estrella, «E lucevan le stelle», tirado en el suelo como un saco de patatas -mejor dicho, como un bulto sanguinolento sacado de una película de giallo, siguiendo con el cine italiano-. De León sacó el aria adelante gracias a los portentosos agudos de su instrumento, pero hay que reconocerle una cierta rigidez en su capacidad interpretativa. Sus cualidades vocales se adaptaron como un guante a la ira que siente Cavaradossi en el segundo acto y a la desesperación del tercero, pero su primer acto, en el que debe fluctuar entre el ensoñamiento, la ironía, la dulzura, el deseo y el miedo, pecó demasiado de inflexibilidad. Aún así se llevó la mayor ovación de la noche.

Con un instrumento mucho más discreto, Annalisa Raspagliosi dibujó una Tosca bien perfilada. Es buena actriz y tiene ese don de lograr la empatía del público, y pese a algunos problemas en el paso al agudo y unos graves descafeinados, cantó con seguridad y entrega toda su parte y con emoción una página tan delicada como el «Vissi d'arte». En cuanto al Scarpia de Marco di Felice, quizá demasiado ligero para el papel, se trató de un malo un tanto funcionarial. Hizo gala de un gran control técnico y precisión, pero resultó bastante monocromo y no consiguió dotar de grandeza a un «Te Deum» desangelado, también en lo que respecta a la escena, vacía, con el coro sin caracterizar en un lateral de la sala. Entre los comprimarios, destacó sin duda el sonoro sacristán de Marco Moncloa, no así el Angelotti de Alberto Feria, a quien debió de afectarle el desapacible día navarro o no se explica. Muy bien Will Humburg al frente de la Orquesta de Nafarroa. Quizá no fuera la suya la versión de «Tosca» más sabia ni italiana que se pueda escuchar, pero se esforzó por lograr que el foso vibrase con la emoción de la historia y extrajo de la OSN un rendimiento notable, pese a las puntuales desafinaciones del viento madera.

Ficha

Obra: «Tosca», ópera lírica en tres actos de Giacomo Puccini.

Intérpretes: Annalisa Raspagliosi (Tosca), Jorge de León (Cavaradossi), Marco di Felice (Scarpia), Alberto Feria (Angelotti). Orfeón Pamplonés. Orquesta Sinfónica de Navarra.

Dirección musical: Will Humburg.

Dirección escénica: Giancarlo del Monaco.

Lugar y fecha: Baluarte, Iruñea. 08/02/2013.

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