TEMPORAL EN EUSKAL HERRIA
La nieve colapsa Araba y viste de blanco gran parte de Nafarroa
El temporal que nos acompaña durante las últimas jornadas dejó grandes nevadas ayer en buena parte de Euskal herria. Cerró numerosas carreteras en Araba y en Nafarroa; en Gasteiz incluso hubo quien se vio obligado a poner las cadenas para poder circular por la ciudad. En Altsasu, dos centenares de personas permanecieron durante cuatro horas en un tren. Además, cerca de 38.000 familias se quedaron sin suministro eléctrico durante el día.
GARA | GASTEIZ
La nieve caída durante la madrugada colapsó ayer las carreteras y la vía férrea en Araba. Las precipitaciones, que superaron las previsiones efectuadas por Euskalmet, complicaron el tránsito de vehículos en la red principal y cerraron al tráfico rodado los puertos de Herrera, Opakua, Urduña, Bernedo y Krutzeta.
Los principales problemas se concentraron en la zona este del herrialde. Los cuarenta centímetros de nieve acumulados en algunas localidades de la Llanada paralizaron el servicio ferroviario entre Gasteiz e Irun, obligando a evacuar un convoy de cercanías a la altura de Agurain.
Las nevadas dejaron sin luz a más de 30.000 hogares al norte y al sur de la Sierra de Elgea. Este corte en el suministro eléctrico perjudicó a los vecinos de Antoñana, Murgia, Zigoitia, Legutiano, Aretxabaleta, Oñati y Urretxu, entre otros municipios de Araba y Gipuzkoa.
Según informó la agencia Efe, Iberdrola movilizó a cerca de 200 operarios para reparar las averías. En declaraciones a GARA, el alcalde de Asparrena, Diego Gastañares, indicó que hasta las 16.30 no fue posible recuperar el suministro eléctrico en Araia.
El personal de la Diputación alavesa colaboró en la reparación de la red energética limpiando las vías de acceso a las zonas afectadas. En este sentido, el diputado general, Javier de Andrés, señaló que nueve vehículos quitanieves trabajaron de forma permanente en la N-1 desde Gasteiz hasta Egino.
La presencia de los operarios no evitó que esta arteria permaneciese colapsada en momentos puntuales. Por ejemplo, a las 17.20, la Ertzaintza cortó la autovía en sentido Irun después de que un camión articulado hiciera la tijera a su paso por el municipio de Agurain.
En la zona noroeste del herrialde, la nieve provocó cortes de tráfico en la AP-68 en dirección hacia la capital alavesa. Estos problemas se agravaron a partir de las 10.30, cuando la Policía autonómica interrumpió el tránsito de vehículos desde Areta. Al mediodía la autopista recuperó la normalidad.
Quince centímetros en Gasteiz
Los problemas de tráfico también fueron patentes en la capital, que ayer despertó cubierta por un manto de quince centímetros de nieve. El alcalde, Javier Maroto, destacó que esta ha sido la nevada más copiosa de los últimos seis años, y trató de justificar la falta de limpieza en los barrios periféricos alegando que Euskalmet había anunciado que solo se acumularían dos centímetros de nieve.
«La previsión que teníamos ha llevado a los efectivos de la Policía y de los Bomberos a tomar la decisión de que en las primeras horas de la madrugada, cuando caía agua nieve, no se realizasen trabajos de limpieza, ya que es imposible limpiar el agua nieve y además se lleva la sal», explicó ante los medios de comunicación.
Esta situación, que hizo que muchos gasteiztarras se vieran obligados a colocar las cadenas para poder circular por las calles de la ciudad, echó por tierra la versión ofrecida por la concejala de Seguridad Ciudadana, Marian Castellanos, quien, en declaraciones a Radio Vitoria, insistió en que no existían problemas de circulación en la ciudad.
Incluso el tranvía se vio afectado por las nevadas, ya que Euskotren tuvo que interrumpir el servicio a las 10.20, después de que una unidad del metro ligero resultará dañada por un arqueta en mal estado. Además, la nieve acumulada durante la noche provocó la caída de ramas y árboles enteros. Árboles que, como el propio Maroto admitió, debían haber sido podados durante los días previos.
Pasajeros atrapados
Al igual que en Araba, en Nafarroa los efectos adversos del temporal estuvieron asociados a la nieve. Las nevadas, que durante las últimas jornadas han afectado a la zona de Orreaga, se extendieron de la zona norte al resto del herrialde y obligaron a cortar el tráfico en la carretera A-12 entre Los Arcos y Lizarra.
A su vez, el mal tiempo provocó cortes puntuales en la A-1, A-10 y A-15, y cerró al tráfico los puertos de Artesiega, Belagua, Lizarraga, Urbasa, San Miguel de Aralar y Urkiada.
En cuanto a las incidencias del temporal sobre la ciudadanía, cabe señalar el suceso que se produjo en el municipio de Altsasu, donde un tren de media distancia que cubría el trayecto entre Irun y Gasteiz tuvo que permanecer parado durante cuatro horas con 190 pasajeros a bordo.
En un comunicado, el Gobierno de Nafarroa explicó que el convoy fue finalmente conducido hasta la estación de la capital alavesa gracias a una locomotora diesel.
En la misma localidad, una avería registrada en la línea de alta tensión Ormaiztegi-Altsasu dejó sin luz a unas 8.000 familias. Un portavoz de Iberdrola detalló que la avería se produjo al caer sobre dicha línea, de 132 kilovoltios, un cable de telecomunicaciones que ha cedido por el peso del hielo.
En el norte la situación no fue mucho mejor a la registrada en la Sakana y los vecinos comienzan a estar cansados del temporal que golpea desde hace semanas la zona pirenaica.
Idoia Villanueva, concejal en Aurizberri, relató a la agencia Efe que hace «muchos años que no nevaba tanto. Al principio lo acogimos con normalidad, pero cuando ya empieza a haber problemas, peligran tejados y caen algunas chimeneas, entonces la cosa es ya un poco seria».
Para los más pequeños
En el interior de Gipuzkoa, los paisajes también amanecieron blanqueados. Las calles de Zumarraga y Urretxu estaban cubiertas de nieve desde primera hora, provocando más de un resbalón, aunque también la sonrisa de los más pequeños.
A pesar de que la estampa de postal que la nieve deja gusta a casi todos, la intensidad de las precipitaciones ocasionó varios problemas, sobre todo a primera hora de la mañana. Algunos barrios se quedaron sin luz y no la recuperaron hasta mediodía, mientras que en otras zonas la electricidad iba y venía por momentos. También hubo problemas en la red ferroviaria, que permaneció parada tras caer un árbol a la vía.
A mediodía la nieve dio paso a la lluvia y las calles comenzaron a llenarse de charcos y restos de nieve. Los más animados se ataviaron de ropas de abrigo y plásticos para deslizarse desde las laderas cercanas, mientras que otros lanzaban bolas y jugaban en los parques. Los más rezagados, optaron por admirar el paisaje arropados por el calor del hogar.
La cruz a esta situación se dio en el puerto de Etxegarate, que permaneció cortado por culpa de las nevadas. Para minimizar los problemas, las autoridades competentes levantaron las barreras de la AP-1 para poder garantizar una conexión por carretera entre Donostia y Gasteiz.
Por su parte, la nieve caída en Debagoiena hizo que Mondragon Unibertsitatea cerrara los campus de Oñati, Aretxabaleta y Eskoriatza. Las facultades de Empresariales, Humanidades y Ciencias de la Información suspendieron las clases. Los alumnos de los campus de Arrasate e Irun pudieron asistir a clase con normalidad.
Un solo puerto cerrado
Bizkaia fue el herrialde menos perjudicado por las nevadas durante la jornada de ayer. De todos modos, no se libró de poner en cartel de cerrado en Dima. La Ertzaintza decidió cortar el tráfico en este puerto de montaña por la presencia de nieve en la calzada.
De cara a las próximas horas, Euskalmet espera que la cota de nieve en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa se sitúe en torno a las 1.300 metros, llegando a los 1.900 al final del día. En Nafarroa estará sobre los 700 metros.
Cerca de 38.000 hogares vieron interrumpido el suministro de electricidad. Los municipios más afectados se ubican en la zona sur de Gipuzkoa (15.000 hogares), norte de Araba (15.000) y oeste de Nafarroa (8.000).
El colegio público Las Amescoas, en Zudaire, en el que estudian 86 escolares, fue el único de Nafarroa que no abrió sus puertas por la nieve. Desde el Ejecutivo navarro se aclaró que muchos centros disfrutan esta semana de vacaciones por el Carnaval.
En el barrio El Cuadro, en Karrantza, prosiguen los trabajos de extracción de las toneladas de tierra que se desprendieron de una ladera en la madrugada del sábado. El desplome afectó a un caserío, cuyos habitantes abandonaron la vivienda.
Una pareja de ancianos -un hombre tetrapléjico de 95 años y su esposa de 92- tuvo que ser desalojada en el barrio Zuazo de Galdakao ante el riesgo de desbordamiento del Ibaizabal. En una residencia cercana, se trasladó a los usuarios a la segunda planta.
En numerosas localidades vascas vivieron una jornada tensa esperando que se cumplieran las previsiones meteorológicas y dejase de llover, al tiempo que vigilaban la cota que alcanzaban los ríos, con especial atención a la pleamar de la tarde, cuando finalmente no se cumplieron los peores presagios. No era para menos pues desde la madrugada, del Kadagua al Errobi, fueron muchos los episodios que se fueron sucediendo, con desbordamientos puntuales.
En la cuenca del Kadagua, Balmaseda, Gueñes y Alonsotegi volvieron a ser puntos críticos a primera hora del día, aunque con el paso de las horas la situación se normalizó. En Barakaldo, una balsa de agua obligó a cortar al tráfico un carril de la N-634 entre los barrios de Ugarte y Kareaga, y hubo balsas también en la A-8. Además, hubo que achicar agua en el patio del colegio Zuazo, que disfrutaba de una jornada festiva.
En el Ibaizabal, se produjeron salidas puntuales a la altura de Elorrieta, Olabeaga, Ribera de Deustua y Campo Volantín, en Bilbo, dándose los incidentes más graves aguas arriba. Asimismo, las fuertes lluvias provocaron corrimientos de tierras en Kobetamendi y Monte Caramelo.
En Galdakao, en el barrio de Zuazo, un matrimonio -un hombre tetrapléjico de 95 años y su esposa de 92- fue evacuado a las 9.45 de su domicilio de la calle Txomin Egileor ante el riesgo de desbordamiento. En esa misma zona, los ancianos de la residencia San Andrés tuvieron que ser trasladados a la segunda planta del edificio, al llegar el agua hasta su puerta. En Urreta, se anegaron garajes subterráneos. En Galdakao también, en el área de Erletxe, una balsa de agua cortó un carril de la N-635.
En Etxebarri, se cerró un carril de la N-634 por un desplome, que afectó también a un poste del tendido eléctrico y a una tubería de abastecimiento de agua. Durante una hora aproximadamente no hubo electricidad en ese pueblo. En Basauri, unos pabellones en Ibarreta se vieron afectados por la crecida.
En Getxo, el operativo preventivo vigiló áreas inundables como Larrañazubi, aunque el Gobela no llegó a desbordarse. No sucedió lo mismo en la cuenca del río Asua, ya que en Sondika quedó anegado el polígono de Sangroniz y se vieron afectadas zonas de Erandio. Aguas arriba, empleados del Parque Tecnológico de Zamudio no pudieron acceder a sus puestos de trabajo, al igual que sucedió en Loiu en un centro ocupacional de Aspace, que tuvo problemas con el suministro eléctrico y los 40 menores discapacitados usuarios se vieron obligados a regresar a sus hogares.
En Mungia, se mantuvo la alerta ante la crecida del Butroi que, de nuevo, anegó terrenos y carreteras en Gatika y Maruri. En Ondarroa, un desplome de tierras obligó al corte de la carretera de conexión con Lekeitio.
Más al este del país, en Gipuzkoa, se vigilaron las cuencas del Deba, Oria y Urumea, como la del Zadorra en Araba, aunque la preocupación en ese herrialde se centró en las afecciones generadas por las copiosas nevadas. En previsión, la Diputación alavesa pidió a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que se reduzca el desembalse del pantano de Ullibarri.
En Gipuzkoa, los cortes por desprendimientos de laderas se repitieron en Tolosa, en un vial de acceso al barrio azkoitiarra de Martirieta y en la N-638 en Mutriku, con el cierre parcial de un carril.
El riesgo de inundaciones en Baiona mantuvo en estado de alerta a los servicios de emergencias y a los vecinos del centro de la ciudad, que no quitaron ojo al río Errobi. Los comerciantes, por ejemplo, se prepararon ante la amenaza de la crecida, con especial atención a la tarde con la pleamar, y se prevé que hoy se mantenga el riesgo en Ipar Euskal Herria.
El viento derribó en Biarritz la escultura denominada «Dama del mar», ubicada en la Ciudad del Océano. Esta obra del artista valenciano Manolo Valdés se inauguró hace un año y su elección provocó una fuerte polémica debido a su elevado coste: 500.000 euros.
