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«Este es quizás el momento más difícil de mi estancia en Osasuna»

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José Luis Mendilibar

Entrenador de Osasuna

Hoy hace dos años que José Luis Mendilibar aterrizó en la escuadra rojilla para salvar al equipo y dar carpetazo a la era Camacho. Es bueno recordarlo después de que parte del crédito del técnico zaldibartarra haya quedado en entredicho por el mal inicio liguero de la presente temporada -cinco puntos en las diez primeras jornadas-, un errático rumbo que ya comienza a dar visos de enderezarse.

Natxo MATXIN

No le falta razón. Osasuna perdió hombres importantes este pasado verano y el club está inmerso en la tarea de acomodarse a los nuevos tiempos económicos. El equipo lo ha acusado, pero «está en la pelea». Mendilibar sabe que en su tercera campaña le queda una dura tarea de aquí a junio.

¿Qué balance realiza tras estos dos años en el banquillo de Osasuna?

En global se puede decir que ha sido un periodo muy bueno. La primera temporada, aunque hubo que sufrir, fue muy buena en cuanto a resultados y comunión con la afición. La segunda, pues lo mismo, porque todo salió a la perfección. Y es esta tercera quizás el momento más dificil, porque hemos estado mucho tiempo en zona de descenso, aunque se podía prever con la salida de jugadores importantes y un menor presupuesto del club, pero ahí estamos, en la pelea.

Ha conseguido mantener al equipo en Primera e incluso que la temporada anterior estuviese rozando puestos europeos, ¿era lo que esperaba?

Hoy día el único objetivo que conjuntos como el nuestro y otros diez o doce pueden plantearse es el de la permanencia. Hay una igualdad tremenda, es algo que se nota en cada partido, y el hecho de que un año acabes séptimo no te asegura que el siguiente hagas un buen puesto, sino que puedes estar del decimosexto hacia abajo. De ese grupo de equipos, únicamente el Levante está manteniendo una regularidad en estas tres últimas temporadas y sorprendiendo a todos.

Insiste mucho en la idea de que los jugadores deben creer en la idea futbolística del entrenador, ¿cree que durante este tiempo ha conseguido ese objetivo?

Pues ha habido momentos en que sí y otros en los que nos ha costado más. Entre los primeros estuvo nuestra primera temporada, porque el cambio de técnico siempre hace apretarse los machos al que juega e ilusionarse al que no lo hace, y porque congenió bastante bien la propuesta futbolística -a mí me gusta jugar con la defensa adelantada y presionar en el campo del rival con convencimiento- con la gente que había, fue un proceso muy rápido de adaptación. Este año, en cambio, nos está costando más, el hecho de no hacer goles repercute en la cabeza, quizás nos falta ganar un partido sin jugar gran cosa para creernos lo que hacemos. Encajamos pocos goles, pero no acabamos de ganar un encuentro con autoridad.

Van a ser prácticamente tres temporadas asumiendo la responsabilidad técnica de la primera plantilla, ¿ve cada vez más cerca un cambio de ciclo?

Es lógico, cuanto más tiempo llevas en un sitio, menos te queda para que debas marcharte, te echen o tomes la decisión de irte. Lo cierto es que ahora mismo estoy bien y esto es para hablarlo a final de temporada, si es que llegamos, porque estamos en una situación comprometida. Desde luego, no puedo empezar a pensar en la temporada que viene, porque eso significaría dejar de hacer cosas en la presente, y no estamos como para pensar en nosotros mismos.

Su momento más apurado de la presente temporada fue tras perder contra el Valladolid y afrontar el partido de Cornellà. ¿Se sintió suficientemente respaldado entonces o cree que se debió confiar más en su persona?

Se habló demasiado sobre ello, me parece normal que vosotros, los periodistas, lo publiquéis como noticia, pero nada más. Los profesionales somos los primeros que sabemos que estamos en dificultades y en entredicho, es algo que ya lo ves.

El club se ha visto obligado a realizar varias incorporaciones en el mercado invernal, ¿significa eso que la planificación que se realizó en verano no fue la adecuada?

No tiene que ver una cosa con la otra. Creo que solo han sido dos o tres equipos los que no han hecho incorporaciones ahora. ¿Qué pasa? ¿Que los otros 17 equipos han planificado mal? Siempre ocurre lo mismo, son reajustes que puedes hacer en un momento determinado, con los que, además, no ha salido perjudicado para nada el club, al revés, pienso que ha resultado beneficiado con esas llegadas.

Pero hay, por ejemplo, overbooking en la posición de pivotes, y no existe un jugador contrastado en el apartado de creación. ¿Se trastocaron los planes al no fichar a Javi Fuego?

La idea estaba ahí, pero tampoco Javi Fuego es un hombre de crear, es más un libre por delante de la defensa, que es como juega en el Rayo Vallecano, que te da bastante seguridad, pero no tanta vida. Lo cierto es que al final tenemos que ver de qué posibilidades económicas disponemos para acceder al mercado. Si clubes que pagan ocho o nueve millones cometen errores, pues el que anda mirando para no pagar... el tema es complicado. Al menos, nosotros tenemos la ventaja de que disponemos de muchos hombres polivalentes que pueden jugar en varias posiciones y eso es bueno.

Parece evidente que al equipo le falta gol.

Es cierto, pero eso es fruto de que faltan otras cosas, como llegar más cómoda o asiduamente. Además nuestros delanteros, que no andan muy lejos de la media habitual de los goleadores de Osasuna -sobre la decena en una temporada-, hacen más funciones a lo largo de los noventa minutos. Seguro que si viniese aquí un atacante que destacase por ser anotador y le mandásemos otros trabajos, no metería tantos goles.

El equipo arrastra el mal inicio de la primera vuelta, pero ahora ofrece síntomas de recuperación. ¿Qué ha ocurrido para producirse ese cambio?

Al comienzo de la competición tuvimos partidos caseros ante rivales complicados y fuera no lo hicimos bien en algunos de ellos. En todo caso, seguimos manteniendo la intensidad defensiva y ahora no cometemos tantos errores, por lo que tienes más posibilidades de puntuar. La defensa la mantenemos adelantada, lo que no supone coger más riesgos. Prefiero conceder dos jugadas a nuestras espaldas que meternos atrás y que nos generen varias faltas laterales o un buen número de corners.

Algunos técnicos rivales han llegado a plasmar su disgusto en sala de prensa por el fútbol que realiza Osasuna.

Aun no estando bien, somos un equipo difícil de batir. Jugar bien al fútbol no es solo hacer ocasiones de gol porque, si te generan muchas a ti, algo está fallando. Desde mi punto de vista, el fútbol es ataque y defensa, es ambas cosas, que hay que intentar compaginarlas. El Celta, por ejemplo, cambió su habitual forma de jugar por nosotros y el técnico del Depor expresó su queja. Claro, porque no les dejamos hacer lo que ellos querían y eso a mí me gusta. No debemos guiarnos por cómo juega el rival, sino mantener nuestro propio estilo y utilizar nuestras armas.

«Lo de los árbitros es una guerra perdida, no tenemos nada que hacer»

Como muchos otros técnicos, Mendilibar pelea cada domingo a pie de césped con las decisiones de los árbitros, a quienes pide que «no se dejen influir» por lo que se pueda decir en los medios de comunicación, especialmente cuando alguno de sus errores afecta a los equipos grandes.

Acaba de cumplir dos partidos de sanción, ¿resulta tan complicado mantener la calma ante las decisiones arbitrales?

Está claro que nuestra obligación es contenernos, pero igual que ellos. Deben comprender que si les enfada alguna cosa que les podamos decir, nosotros también tenemos derecho a enfadarnos con alguna de sus decisiones. Por ejemplo, no hay un mismo criterio entre los árbitros con el tema de las manos, ni siquiera el mismo colegiado lo mantiene a lo largo de las diferentes fases de un mismo partido. Luego ponen en el acta cosas que no has dicho, puede que porque no lo hayan entendido bien, pero eso va a misa. Se trata de una guerra perdida en la que no tenemos nada que hacer.

Hace apenas unos días se preguntaba por qué se presenta a los entrenadores como los malos de la película. ¿Es una especie de cortina de humo para tapar los errores de los colegiados o la confección de un mal reglamento?

En las comunicaciones que te mandan año tras año hay un buen número de infracciones -mal funcionamiento del servicio de recogepelotas, salida tardía del equipo al césped- que se castigan con la expulsión del entrenador. No se pena al técnico con lo que pasa en el terreno de juego, sino también fuera. Si hay que cargar todo en una cabeza visible, pues bien, pero no creo que todo tenga que ser así.

¿Es de los que piensa que al final de la temporada se compensan errores y aciertos arbitrales o esa máxima no funciona con Osasuna?

Seguro que si ahora mismo se nos pregunta, todos los equipos hablarán más de errores que les han perjudicado que de los que les han favorecido. Es así, pero no tendría por qué serlo, los árbitros deben pitar sin dejarse influir por ese tipo de cosas, hacer su trabajo bien y nosotros tampoco debemos estar mirando qué es lo que nos han quitado o dado.

Cuando escucha o ve a los equipos grandes quejarse por alguna decisión de los colegiados, ¿qué piensa?

Pues entiendo que es normal porque los medios informativos van a hablar mucho más de los errores que les afectan a ellos que de los padecemos nosotros. También debo reconocer que si yo entrenase a algún grande haría lo mismo porque, al fin y al cabo, somos humanos.

¿La relación entre Osasuna y árbitros va a seguir por los mismos derroteros a futuro? ¿Cuál es su intuición?

Aunque digan que no, los árbitros están muy mediatizados por los fallos que cometen ante conjuntos grandes porque ese error se ve en un montón de imágenes, que muchas veces tampoco aclaran nada, y, en cambio, cualquier otra decisión que pueda afectar de manera negativa a un equipo pequeño no tiene tanta trascendencia. N.M.

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