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«Los Batarrita nos dejan en la calle después de 38 años de antigüedad»

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Maribi Luke
Delegada sindical de LAB en modas Maria Luz

Siete trabajadoras de Modas María Luz, de Bilbo, van a la calle. La familia Batarrita ha llevado a la empresa «a la quiebra». Las empleadas se concentran los martes y los jueves delante de la fábrica en Avenida Madariaga 45, y los sábados en las tiendas de Correo y Ercilla, de forma alternativa.

Juanjo BASTERRA | BILBO

Siete trabajadoras de Modas María Luz, con antigüedades de entre 35 y más de 40 años, en el caso de la encargada, se quedan en la calle con edades de más de 52 años porque Natxo Batarrita y su hijo Natxo Batarrita Barrio, propietarios de la empresa Merry-Hat, dedicada a la confección de ropa para mujer, y de Modas María Luz, junto con «la inestimable ayuda de su gerente Javier Barrón -«conocido como el `cierraempresas'»-, han decidido cerrar desde marzo las dos tiendas ubicadas en Bilbo. Han utilizado la fórmula del proceso concursal «con el objetivo de no pagar un solo euro de indemnización. Les sale gratis», indica Maribi Luke, aunque estos propietarios cuentan además con otras empresas financiera e inmobiliaria.

¿Qué es lo que ha ocurrido para que se cierre en Bilbo esta tienda de moda de toda la vida?

Hemos vestido a la mujer de Bilbo. La empresa tiene una vida de 63 o 64 años. Cuando entré a trabajar, hizo las bodas de plata. Tengo una antigüedad de 38 años. Hemos estado vendiendo ropa de caballero, señora y joven. La situación está en que el jefe nos decía que sobrábamos y a ver quién quería 30.000 euros para marcharse. Hace tres años despidieron a nuestro delegado. Entonces quedó claro el nexo de unión entre las diferentes empresas.

¿A cuáles se refiere?

Alrededor de Modas María Luz existen otras empresas, que son propiedad de la misma familia, y actúan entre ellos. El género de las tiendas viene de la fábrica de ellos, Merry-Hat. La gestión inmobiliaria se realiza por una empresa de la familia Batarrita y con otra, la gestión financiera. Todas las operaciones se hacen con empresas que tiene la familia Batarrita. Ahí está el conflicto: cómo se deja morir el negocio de las tiendas y se empieza a llevar una gestión poco ortodoxa. Se compra en desproporción a lo que se vende. No se generan los suficientes beneficios para pagar los gastos de personal. Se mueve un dinero que sale de la familia y es, a partir de ese momento, cuando se deja morir este negocio. Ahora estamos en liquidación y cierre. No está motivado por el mercado o la situación de crisis, sino porque no se ha gestionado bien el negocio.

¿Cómo llegan a esa situación?

Tras el episodio de los 30.000 euros, en julio nos reunió Natxo Batarrita -el padre- con Javier Barrón, que es gerente de Merry-Hat, nos plantea que nos da 15.000 euros a cada una en género de la fábrica para que sigamos con las tiendas. Los alquileres serían los mismos. Nos lo pasaba como si fuera un chollo pero, con toda la antigüedad que tenemos y el género de la fábrica, no nos parecía oportuno. Más tarde, Javier Barrón nos anuncia un expediente de regulación rotatorio. En setiembre, nos consulta lo del ERE y le dije que en esas condiciones no aceptábamos. Nos decía que «era un chollo». Pero le contesté que nos lo podía haber ofrecido hace 10 años cuando entraba dinero a paladas. Ahora no.

¿Esos comercios estaban mal?

A lo largo de esta campaña de otoño a invierno, nos han mandado menos género. Sí es verdad que con la crisis desde hace dos años se vende poco, pero no nos mandaban género, que sí tenían. En octubre, otras fábricas nos hacen ofertas para vendernos género con más margen de beneficio, pero tampoco quieren. Nos dicen que ellos nos sirven, pero no fue así. Cuando llega la época de descuento a clientas habituales, la encargada habla con ellas y nos dicen que se haga un 20% y en rebajas un 40% de descuento. Les decimos que con eso no llegaba para pagar nóminas. Ya se notaba que andaban pensando en algo raro. Nosotras ya habíamos mostrado nuestra preocupación por el futuro de la empresa, ante todos estos vaivenes que se estaban produciendo.

¿Les han pagado todo?

Desde julio nos pagan con retraso. Nos deben la paga de navidad y beneficios. Ahora, como estamos con el administrador concursal, nos han pagado enero. Fíjese con las rebajas, volvieron a rebajar un 50%, les transmitimos que no había género ni liquidez. Nos dijeron que hay que conseguir fondos para pagar a los proveedores, porque la campaña de primavera está todo el stockaje comprado.

¿Cuándo les comunica que quiere cerrar?

El miércoles 1 febrero nos viene Natxo Batarrita, con su asesora económica, y nos dice que el 31 de enero habían presentado un concurso de acreedores, que cerraban las dos tiendas. Las siete trabajadoras nos quedamos en paro en marzo. Están forrados de dinero y cierran estas tiendas que son tradicionales de Bilbo. Hemos tenido conversaciones con la empresa para reconducir esta decisión traumática, sin fruto y estamos con el administrador concursal. Nos quedará solo lo del Fogasa. Modas María Luz no tiene liquidez, pero sí las empresas de ese grupo familiar.

¿La han llevado a la quiebra?

Claro, claro. Han dejado las tiendas sin liquidez. La crisis nos ha castigado, pero el objetivo de esta empresa es hacer otro tipo de negocio, al mínimo coste. Queremos paralizar el expediente, porque nos han llevado a esta situación para cerrar la empresa y dejarnos sin nada. Los mayores acreedores en este concurso de acreedores son ellos mismos, con la fábrica Merry-Hat, donde también han despedido a gente. Nos vamos a calle con una indemnización de 18.000 euros que pagará el Fogasa, por toda la vida trabajando. Ellos están forrados, no tendrán ningún coste económico. Es una vergüenza. Les favorecen las leyes.

 

ACREEDORES

«Los mayores acreedores en este concurso que han presentado son ellos mismos a través de la fábrica de ropa Merry-Hat. Nos vamos a la calle con una indemnización máxima del Fogasa de 18.000 euros por toda la vida trabajando y ellos no tendrán coste económico alguno»

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