Dentro de la longeva historia de la pelota en Euskal Herria, el día de mañana servirá para escribir un nuevo capítulo, ya que por vez primera, Behe Nafarroa acogerá un partido de un campeonato oficial de mano en pared izquierda. Lo hará en su capital, Donibane Garazi, con un partido que tiene todos los alicientes, ya que es probablemente el choque más decisivo de la décima jornada y se jugará con 1.500 espectadores en las gradas de un recinto donde, hasta ahora, la cesta ha sido protagonista.

A pesar de que, de la mano de la irrupción de Gonzalez y Xala, el Parejas es un habitual de los frontones de la Euskal Herria continental -este año ya se ha disputado un partido en Hendaia-, el partido de mañana será el más especial de los disputados hasta ahora por su localización y por disputarse en un escenario desconocido hasta para Xala. «No había estado nunca en este frontón, normalmente se suele jugar a cesta aquí y tiene un suelo muy rápido. Eso sí, es muy bonito y además se espera un gran ambiente. Pero será mucho más bonito si ganamos».

La lesión del de Lekuine hace aproximadamente un mes creó cierta incertidumbre entre los pelotazales -el de Aspe ya se perdió el partido de Hendaia- pero a pesar de ello, las 1.500 localidades del Garat se vendieron en pocas horas en cuanto se supo de la celebración de este partido en Donibane Garazi, hace aproximadamente dos meses.

En principio, Xala sabe que contará con el factor público a favor, «lo que suele ayudar pero, a veces, jugar en casa también puede meter algo de presión», señaló el lapurtarra.

Todos los grandes partidos también suelen necesitar de su pizca de polémica y el de Donibane Garazi, la tiene, en su medida, en las quejas de Xala-Barriola con el material que se encontraron en el cestaño. «Creo que las nuestras son buenas pelotas, este frontón tiene el suelo muy duro y rápido y las nuestras son tres pelotas sin excesiva salida, a ver lo que duran. Ellos siempre se suelen decantar por pelotas de más bote y salida y me parece que, sobre todo una, puede ser excesiva. Dependiendo del calor y de la gente que haya, me da miedo que pueda resultar demasiado rápida».

Pero al margen de todos estos detalles ambientales, el partido de mañana, con las dos parejas empatadas con cuatro victorias en la última plaza que daría acceso a semifinales, adquiere una importancia suprema. Ahora mismo, por el coeficiente, la pareja vasca es la que ocupa el cuarto puesto, por lo que, en un campeonato tan igualado, hasta el average particular -Titín III-Merino II ganaron 22-20 en Donostia- se antoja vital.

Golpe sicológico

Con tres derrotas consecutivas, dos de ellas bastante abultadas, las cosas se les han complicado mucho a los vigentes campeones y Titín reconoció ayer que el último partido les ha dejado huella. «Te puedes imaginar que mucha paliza física no nos dimos el sábado contra Aimar y las manos terminaron bien. Ha sido más moral, pero hay que recuperarse como sea. Empezamos mal desde el primer tanto y no hubo forma de contrarrestar. Las cosas nos iban bien, pero el sábado no supimos leer el partido», explicó en declaraciones recogidas por aspepelota.com.

No obstante, siguen creyendo en sus posibilidades. «Todavía estamos vivos y, si hacemos las cosas bien, podemos estar arriba. Hay que pensar que se puede. La motivación debe partir de nosotros y tenemos que preocuparnos de nosotros mismos».

Entre los aspectos a mejorar, el de Tricio entiende que deben ser más regulares. «Creo que la irregularidad es la principal diferencia de la competición actual con respecto a la del año pasado. Nos esperan cinco finales, son así y, nos guste o no, hay que jugar los partidos con presión. Es lo que hay, jugar sin miedo y no venirte abajo».