Los inversores dieron la espalda al deprimente panorama macroeconómico presentado por Bruselas para este año en el Estado español. Habrá más déficit del previsto, más recesión y más paro. Nada de esto amilanó a las bolsas, que ayer se vieron favorecidas por un rebote sustentado en la notable mejoría de la confianza empresarial en Alemania y la reacción alza de Nueva York tras haber digerido el miedo a una retirada de los estímulos económicos antes de lo previsto. También quedaba postergada a un plano inferior la preocupación por el desenlace de las elecciones italianas del domingo y el lunes. El Ibex terminó muy cerca de los 8.200 puntos, después de caminar el jueves por el filo de los 8.000 puntos. Ayer se anotó un 2,05%, hasta los 8.179 puntos. En el resto de plazas europeas las subidas también fueron importantes. Así, París ganó un 2,25%, Fráncfort, un 1,03%, y Londres, un 0,70%. En Milán, el avance fue del 1,40%, con lo que apenas cede un 0,25% en el año. Por valores del Ibex, sobresalieron Indra (+4,72%), Iberdrola (+3,53%) y Dia (+3,06%). Todos los grandes, salvo BBVA (+1,76%), aumentaron su cotización más de un 2%. Las mayores pérdidas correspondieron a BME (-1,78%) y Sacyr (-1,03%). Por su parte, IAG, pese al duro conflicto laboral en Iberia, apenas cayó un 0,23%, mientras que en el ejercicio se apunta un 17,94%. En París, los más alcistas fueron Schneider, Essilor, Vivendi y GDF Suez al sumar más de un 4%. Otros 15 valores, entre los que estaban Total, Danone y BNP Paribas, ganaron más de un 2%. Solo las acciones de Michelin y Renault cedieron terreno levemente.