En un contexto en que la demanda de una justicia transicional para colaborar en la resolución definitiva del conflicto está sobre la mesa, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), Juan Luis Ibarra, entró ayer en el debate opinando cómo cree que debe ser la aplicación de juicios pendientes y condenas en un escenario futuro, si bien condicionó todo ello a la disolución de ETA.

Así, Ibarra cree que si se produjera esta decisión no tendría «ningún sentido» que la Audiencia Nacional juzgue los casos pendientes. Por contra, entiende que si no se materializa esa disolución, «seguirá teniendo el mismo sentido que hasta ahora».

En una entrevista concedida a Onda Cero, recogida por Europa Press, Ibarra se pronunció así en relación al debate sobre la conveniencia de que un tribunal especial como es la Audiencia Nacional se encargue de ciertos delitos.

El presidente del TSJPV argumentó que su existencia «tiene que ver con el ámbito de actuación de la organización delincuencial» y, en consecuencia, en función de «lo que pase con ETA, lo que quede pendiente de esos delitos tendrá sentido o no que se vea en la AN».

En la misma línea, Juan Luis Ibarra también consideró «clave» el factor de la existencia o no de ETA para llevar a cabo una u otra ejecución de penas.

De este modo, opinó que el hecho que no existiera «organización delictiva» y no se hubiera producido «en términos sociales una desinserción de la gente condenada» constituirían «dos factores muy importantes para que la ejecución se llevará a cabo en Euskadi». «Lo que manda es la reinserción», asegura el juez Ibarra.