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Marcos Nanclares Director de Migración y Diversidad de la Diputación de Gipuzkoa

¿Cómo gestionar la diversidad en una nación sin estado?

Es necesario el reconocimiento mutuo. Basándonos en esa idea queremos construir un modelo de prácticas propio, que responda a nuestra realidad

Euskal Herria es plural. Un pueblo compuesto por personas de orígenes diversos. Lo componemos personas de identidades culturales diferentes. Esta diversidad cultural ha adquirido una gran fuerza, sobre todo estos últimos años, como consecuencia del fenómeno de la migración. Somos testigos de esta nueva realidad, una realidad que plantea nuevos retos, y a las instituciones nos corresponde dar respuesta a estos nuevos retos, en colaboración con los agentes sociales.

¿Cómo deben gestionar las instituciones la diversidad cultural? No cabe duda de que se trata de un tema de gran complejidad. Estos últimos años, las entidades públicas y las fuerzas políticas están adoptando planteamientos en relación a este tema, tanto en la teoría como en la práctica. Cada estado decide, por ejemplo, quién puede adquirir un permiso de residencia, cuáles son las condiciones requeridas para que una persona pueda trabajar, si se tiene o no derecho a la asistencia sanitaria o cómo actuar ante la diversidad lingüística.

Esa complejidad es aún mayor en Euskal Herria, por su condición de nación sin estado. Mientras no se tenga en consideración a la propia Euskal Herria, mientras no se respeten los derechos de las personas de Euskal Herria, mientras no se respete el derecho a construir nuestro pueblo y a decidir desde nuestra propia diversidad, será en París y Madrid donde se gestionen las políticas relacionadas con la migración y la diversidad. Y esto afecta directamente a la política lingüística, por ejemplo, o también a los derechos básicos de nacionalidad de la ciudadanía.

¿Son aplicables los mismos modelos de diversidad en Madrid, Albacete, Marsella, Terrassa o Errenteria? Nuestra respuesta es que no. Por eso, rei- vindicamos que se tenga en cuenta nuestra realidad, nuestra propia perspectiva. Por eso, estamos elaborando nuestro propio discurso, como pueblo, para poder disponer de un modelo de gestión propio.

Vivimos en Euskal Herria, y Euskal Herria es nuestro referente, nuestra realidad y nuestro punto de partida: es un pueblo minorizado política y culturalmente. Sufrimos las conse- cuencias de ello, también en el ámbito de la diversidad, puesto que no se nos reconoce el derecho a decidir y aplicar políticas propias de nacionalidad y extranjería. Y si nosotros y nosotras, como ciudadanía de Euskal Herria, no podemos gestionar los derechos de ciudadanía y nacionalidad, ¿cómo vamos a construir una convivencia basada en el respeto y el reconocimiento a nuestra diversidad? Hoy son otros quienes deciden a quién considerar ciudadano o ciudadana de Euskal Herria.

Y son otros quienes deciden cuáles son los derechos que asisten a esa ciudadanía. Consideramos que toda aquella persona que viva aquí es ciudadana de Euskal Herria, sea nacida aquí o no. Y creemos que es a nosotros y nosotras a quienes nos corresponde tomar esa decisión. Se trata de una cuestión fundamental, que hay que tratar con seriedad.

También es importante el hecho de que nuestra cultura y lengua estén minorizadas. Los ejemplos más notorios los encontramos en el ámbito de la política lingüística. En Euskal Herria tenemos el euskera, nuestra lengua nacional. Es la aportación que hace Euskal Herria a la diversidad lingüística y cultural del planeta. ¿Cómo defender y alabar la diversidad cultural y, al mismo tiempo, dejar de lado el euskera? Hoy en día se hablan en Euskal Herria más de 130 lenguas. Además del castellano y el francés, se utilizan una infinidad de lenguas, y todas son lenguas de Euskal Herria, en tanto en cuanto son las lenguas de nuestra ciudadanía. ¿Cómo gestionar todo eso?

Es necesario el reconocimiento mutuo, y también el respeto mutuo. Basándonos en esa idea, queremos construir un modelo de prácticas propio, que responda a nuestra realidad.

Por todo ello, la Diputación Foral de Gipuzkoa, en colaboración con la UPV/EHU, Eusko Ikaskuntza y CIEMEN ha organizado para los días 14 y 15 de marzo las jornadas «La gestión de la diversidad: Països Catalans y Euskal Herria». La diversidad es importante en esas dos naciones sin Estado, y es necesario analizar los retos que plantea esta diversidad en los procesos soberanistas de ambas naciones. Participarán en las jornadas agentes sociales y académicos así como representantes políticos e institucionales tanto de Euskal Herria como de los Países Catalanes. Esperamos que sea un punto de partida hacia la búsqueda de una respuesta adecuada a esta situación.

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