Vestuario, club, afición y ciudad están esperanzados con la brillante línea emprendida por el equipo, que le puede llevar la próxima temporada a jugar una de las dos competiciones europeas. También con los pies en el suelo de saber que la entidad txuri urdin viene de sufrir de manera reciente una de las peores etapas de su historia y consciente de que una euforia desmedida puede mandar la ilu- sión al traste.

Trabajo y regularidad serán las claves para llegar al éxito, pues «lo más difícil» está todavía por llegar, como avisaba Antoine Griezmann. A la Real le esperan muchos enfrentamientos contra rivales directos que buscan el mismo objetivo, pero la «gran calidad» que atesora esta plantilla da pie a pensar en la consecución de lo máximo.

«Si no se nos sube a la cabeza y trabajamos como ahora, ¿por qué no?», se preguntaba el de la Borgoña. Griezmann ve a sus compañeros «muy motivados» por la buena clasificación que atesora el conjunto guipuzcoano, optimista situación a la que él mismo se apunta, después de reconocer que ya se encuentra «mejor» tras haber superado un bache de juego en las últimas semanas.

Además, la visita del Valladolid a Anoeta le trae buenos recuerdos al delantero txuri urdin. No en vano, fue uno de los protagonistas por excelencia del encuentro de la primera vuelta, en el que consiguió anotar dos goles y envió un remate al larguero, con lo que espera repetir similar actuación.

En cualquier caso, a Griezmann le «da igual» marcar goles en casa o fuera, siempre y cuando ello sirva para «ayudar al equipo», que es lo realmente importante a su juicio. No será tarea fácil, de todos modos, porque el encuentro frente a los pucelanos, en racha positiva en sus últimos desplazamientos, «será bastante complicado y no podemos pensar que por ganar al Atlético vas a vencer cualquier partido».