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«Jack el caza gigantes» apuesta por la aventura y el puro entretenimiento

A diferencia de la actual moda consistente en cambiar los cuentos tradicionales, «Jack the Giant Slayer» es fiel al original, conocido popularmente como «Jack y las Habichuelas Mágicas». Bryan Singer ha contado con la colaboración habitual de su guionista Christopher McQuarrie y de su compositor y montador John Ottman, que ponen sus respectivos talentos al servicio del entretenimiento. El ritmo narrativo se aviva para contarlo todo en menos de dos horas.

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Mikel INSAUSTI | DONOSTIA

La franquicia «X-Men», «Superman Returns», «Valkiria» y la futura adaptación de la serie televisiva «Battlestar Galactica» han convertido a Bryan Singer en un director de grandes proyectos y superproducciones, algo que nadie intuyó al principio de su carrera, ya que ni siquiera le gustaban los cómics.

Para rodar «Jack el caza gigantes» la Warner ha puesto en sus manos un presupuesto de doscientos millones de dólares, lo que le ha permitido trabajar con técnicas, como la captura de movimiento, que desconocía. Así, por ejemplo, de la actuación de Bill Nighy sólo es reconocible la voz, porque su aspecto es el de un gigante de dos cabezas. También ha podido experimentar con el 3D, aunque recurre a los efectos digitales en exceso para fondos y paisajes.

A pesar de lo aparatoso de la producción, Singer sigue confiando en sus viejos colaboradores, especialmente en el guionista Christopher McQuarrie, que ha intentado pulir un libreto que había pasado por un sinfín de escritores cinematográficos, y en el compositor y montador John Ottman. La labor del segundo resulta vital para dotar a la película de un ritmo imparable, con tal de conseguir que la aventura y la acción sean incesantes, sin permitir la distracción del espectador en ningún instante. De esta forma es cómo se consigue desarrollar el cuento en menos de dos horas.

El puro entretenimiento y el dinamismo narrativo mandan en la película, aunque ello signifique el tener que sacrificar un trabajo interpretativo decantado hacia el esquematismo de los personajes. Con tal exigencia funcionan mejor el sector más curtido del reparto, destacando Ian McShane, Stanley Tucci o Eddie Marsan sobre Nicholas Hoult o Ewan McGregor.

Estreno

T. Original: «Liberal Arts».

Dirección: Josh Radnor.

País: EEUU. 2012.

Duración: 97 minutos.

Estreno

Dirección: Bryan Singer.

Guión: Christopher McQuarrie.

Intérpretes: Ewan McGregor, Ian McShane, Stanley Tucci, Nicholas Hoult, Eddie Marsan.

Música: John Ottman.

País: EEUU. 2013

Duración: 114 minutos.

Bryan Singer empezó siendo independiente

Bryan Singer pertenece a la generación que empezó haciendo cine independiente en los 90, y que con la entrada del nuevo milenio acabó trabajando para los grandes estudios de Hollywood. Con su ópera prima «Public Access» ganó el Gran Premio del Jurado en Sundance, para consagrarse con su segundo largometraje, «Sospechosos habituales», que se hizo con dos Óscars. Era también el triunfo de su equipo, con Christopher McQuarrie como guionista y John Ottman como compositor. Con ellos formó la pequeña productora Bad Hat Harry. En «Verano de corrupción» adaptó al Stephen King más psicológico. Y acabó su independencia. M. I.

Estreno

Dirección y guión: Carlos Sorín.

País: Argentina. 2012.

Duración: 80 minutos.

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