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Internacional

Títulos casi decididos

Los líderes de las principales ligas europeas cobran distancias casi insalvables, mientras en Dundee empatan en el derbi menos político y religioso de Escocia.

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Joseba VIVANCO

Distancias entre el primero y el segundo en las principales Ligas europeas: en la Bundesliga: 20 puntos; Premier: 15 puntos; Liga BBVA: 13 puntos; Serie A: 9 puntos. Incluso en la Ligue 1 francesa el PSG ha ampliado a 5 puntos su ventaja -y eso que se dejó remontar un 0-2 a los 19 minutos- respecto a un Lyon que perdió de manera estrepitosa 4-1 en Córcega y más abajo un Marsella que solo empató. Hasta el Benfica se ha distanciado en 4 puntos del Oporto en la Liga Sagres, y el CSKA de Moscú en 7 del Anji en la Premier rusa.

Es decir, que en la recta final para la conclusión de la temporada futbolística, el interés general por conocer quiénes serán los nuevos entorchados en los campeonatos nacionales con mayor atractivo decae partido a partido. «Todavía quedan muchos encuentros importantes por jugar, pero esta noche enviamos un mensaje muy claro», se sinceró Gianluigi Buffon tras el 0-2 biannconero.

Todos ellos, Bayern, United, Barcelona y Juventus, solventaron sus respectivos compromisos esta jornada y no dan tregua a sus perseguidores, así que el foco comienza a dirigirse hacia esas encarnizadas luchas por quiénes acompañarán a Europa a los campeones, sin olvidar la lucha por no descender. Baste un dato de la igualdad que reina en algunas competiciones: en la Premier solo Manchester United, Manchester City y Chelsea están salvados del descenso matemáticamente. En la Liga alemana, el Eintracht lleva 6 jornadas sin ganar y a pesar de ello sigue siendo cuarto. Aunque igualdad no es sinónimo de calidad, al menos según Johan Cruyff, quien ha cuestionado esta semana el nivel de la Eredivise, donde Ajax, PSV y Feyenoord siguen separados por un punto.

Y, entre tanto, Messi a lo suyo, a hacer goles: lleva más tantos que 15 equipos de la Liga, 12 de la Premier, 14 de la de Serie A, 12 de la Bundesliga y 15 clubes franceses. Precisamente Lionel es el nombre que Antonio Cassano le ha puesto a su segundo hijo, nacido esta semana, en honor al argentino. «Lo llamé Lionel en honor a quien según yo es el más grande de todos, mi ídolo. Espero juegue como yo porque como Messi es imposible», ha declarado Fantantonio en otra más de sus gamberradas, el mismo chico feo y payaso natural de la pobre región de Bari que, al despertar tras su achuchón cardíaco del año pasado y ver junto a la cama a su amigo el holandés Clarence Seedorf, no perdió su humor al mascullar: «Gracias Obama por venir a verme».

Por cierto, otro hijo de un ilustre arribará al Calcio; se trata de Mattheus, de 18 años, vástago del brasileño Bebeto y a quien dedicó aquel baile en el Mundial USA del 94 en el que junto a Romario y Mazinho simulaban acunar a un bebé. El fichaje de aquel bebé ha costado ahora 2 millones de euros a la Juventus.

Habrá que ver si el fichaje da tantos réditos como el de un Mario Balotelli que no para de sumar goles con su Milan querido, con lo que más de uno se cuestiona quién ha salvado a quién. Ya lleva 7 en 6 partidos, aunque sus cifras están a años luz del incombustible Francesco Totti, que volvió a anotar y -ya sí- es el segundo máximo goleador histórico de la Liga italiana, con 226 dianas. «¿Adelantar a Piola? Me retiraré cuando bata su récord», ha dicho a sus 36 años... Aún le faltan 49 tantos.

Quien le podía prestar unos pocos es un Edinson Cavani que, por fin, tras seis jornadas sin ver puerta, hizo doblete este fin de semana y ayudó a la victoria de su Nápoles, cuyo dueño ya ha puesto precio al delantero charrúa: 70 millones de euros. Los napolitanos marchan segundos a 9 puntos de la Juve y parece que un año más se quedarán sin que la gran Sofía Loren, tifosi de los azurri, cumpla de una vez su promesa: en 2007, la actriz italiana aseguró que haría un streptease si los partenopeos subían a la Serie A en 2007, y lo lograron, pero siguen esperando la promesa de su embajadora... aunque este año vaya para los 80. Y quien sí dice adiós definitivo es el Golden Boy inglés Michael Owen, que lo deja al acabar la temporada según ha anunciado en su Twitter.

31 goles en 31 penaltis

Sí seguirá haciendo historia en la Premier Frank Lampard, que marcó su gol 200 como blue y está a solo dos del del récord de Bobby Tambling. Otro inglés, Rickie Lambert, del Southampton, marco su décimotercer gol y es el máximo artillero nacional, con la peculiaridad de que desde que llegó en 2009 a los Saints -se pasó cuatro meses poniendo tapas a tarros de remolacha para ganarse la vida después de que el Blackpool rescindiera su contrato cuando tenía 19 años- ha lanzado 31 penaltis y no ha fallado ni uno, y su objetivo es igualar el registro del gran Matthew Le Tissier, cuya estadística de 47 goles en 48 lanzamientos le convierten en el mejor `tirapenaltis' de la historia del fútbol inglés.

La Premier nos dejó un apurado triunfo del United, con un afortunado gol de Rooney, ante el colista Reading -«la complacencia no da puntos ni medallas», advirtió Alex Ferguson-; la inesperada derrota del City en casa del Everton por 2-0; el tercer lugar alcanzado por el Chelsea gracias a su victoria -10 goles y 10 asistencias ya para Juan Mata- y la sorprendente derrota en su feudo del Tottenham Hotspur ante el Fulham; también el beso a la lona del Liverpool (3-1 ante el Southampton); y la victoria del Arsenal por 0-2 ante el galés Swansea, con el primer gol del navarro Monreal.

Cerquita de la Liga inglesa, en la Scottish Premier League -donde el `católico' Kris Commons anotó a los 12,2 segundos-, a falta del clásico Old Firm entre Celtic y el descendido Rangers, buenos son otros derbis locales. Hace una semana asistimos al de Edimburgo, entre Hibernian y Hearts, en el momento en que la propiedad de los Hearts puede pasar a manos de sus aficionados después de que el consorcio lituano que lo gestiona haya quebrado. El pasado domingo, en cambio, se vieron las caras ante 10.700 espectadores el Dundee United y el Dundee FC, en el derbi de Dundee, dos clubes rivales, pero no enemistados, cuyos estadios, en la misma calle, no se distancian ni 150 metros el uno del otro.

Aquí la rivalidad no traspasa lo deportivo, como sucede en los otros dos derbis, y desde luego es la más sana de toda Escocia. En una ciudad de apenas 180.000 habitantes, el Dundee United representa a la comunidad inmigrante irlandesa, aunque a pesar de ese origen en algún momento de su historia fueron conocidos como los `árabes', después de que en 1962 el club decidiese esparcir arena por el césped de su estadio para hacer frente a una helada que había dejado el terreno de juego impracticable. Por su parte, el Dundee FC cumple esta temporada 120 años de historia y lejos quedan sus años gloriosos en la década de los 60, tanto que hasta no hace mucho tuvieron que posar semidesnudas las mujeres de los futbolistas en un calendario para conseguir ingresos con los que salvar el club.

Rivalidad bien entendida como la que sostienen en el eje de la zaga del Olympique de Lyon Dejan Lovren y Milan Bisevac, croata y serbio por más señas, y que este viernes estarán en bandos contrarios en algo más que un partido de fútbol, el Croacia-Serbia por el Mundial 2014. El equipo francés de los Gones les unió y hoy, «nuestras familias se ven con mucha frecuencia; comemos la una en casa de la otra. Pero nunca hablamos de lo que pasó», cuenta Bisevac. Y es que, como aventurara en su día otro serbio, Robert Prosinecki, «el tiempo y el deporte pueden cambiar muchas cosas».

Amistades como la que han escenificado esta jornada las aficiones del Gladbach y el Liverpool, después de que en las gradas del Borussia Park, y sobre el mismo césped, 90 aficionados reds presenciaran su encuentro de Liga como símbolo del hermanamiento y la amistad entre ambos clubes, después de que el pasado mes de diciembre los alemanes hicieran lo propio, en un símbolo de fraternidad que viene desde los años 70.

Gran ambiente en el estadio de los Potros, aunque nada comparable al que se palpa en el Vélodrome del Marsella, el Apostolos Nikolaidis de Atenas o el Signal Iduna Park de Dortmund, algunos de los más ruidosos del continente, aunque la palma se la lleve el `infierno' turco del Ali Sami Yen del Galatasaray, rival del Real Madrid, donde se han llegado a registrar 140 decibelios -un avión produce 125-, es decir, solo 9 por debajo del umbral del dolor.

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