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MARÍA TERESA PANCHILLO POETISA MAPUCHE

«Un mapuche sin tierra, no es mapuche»

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¿Cómo comenzó a escribir?
Fui a la universidad a Santiago, y allá me integré en movimientos sociales y en política. Entonces entendí lo que estaba pasando en Chile. En el campo no sabía leer, y no me enteraba de quién era Pinochet. No sabía por qué decían que el Gobierno militar mataba gente. Una compañera me pasó un libro de un hombre preso en el Estadio Nacional (hoy Estadio Víctor Jara). Eso me empujó a participar en protestas y surgió la necesidad de escribir, de dejar dicho lo que sentía, porque creía que podía morir en cualquier momento.

¿Es su frente en esta lucha?
La poesía es una herramienta. Las palabras tienen mucho poder. Es posible desde concienciar a la gente, hasta realizar cambios. La gente abre la mente con la poesía. Mucha gente ha entendido la causa mapuche gracias a la poesía.

¿Qué expresa en sus poemas?
Uno de mis primeros escritos fue para Lautaro, un histórico guerrero mapuche. Quiero transmitir su ejemplo. Es una forma de acercar la problemática mapuche. Contar qué es ser mapuche.

¿Qué es ser mapuche?
La traducción que han hecho los wingkas es gente de la tierra. Pero es mucho más que eso. Mapu lo es todo, el universo y todo lo que se encuentra en él. Y para ser che hay que razonar, pensar, tener conciencia... y hay que tener una parte espiritual. La espiritualidad es la que nos hace che. En el sueño aprendemos, conocemos el mapu. Este lugar es mi entorno, y aquí hay seres espirituales, que se comunican con nosotros en los sueños.

El mapuche está unido a su tierra.
Si yo me voy a la ciudad, pierdo la conexión con la mapu. No veo la luna, no veo cómo sale el sol, no veo los árboles, no veo el río. Uno sigue manteniendo su forma de ser, su comportamiento, sus apellidos y su origen, pero pierde la conexión con la naturaleza. Un mapuche sin tierra no es mapuche.

¿Ser mapuche supone cierta responsabilidad?
Yo soy responsable de mi entorno, en lo natural y en lo espiritual. Pero los espíritus de mi entorno también son responsables de mí. Si vienen a invadir estas tierras, yo me he de hacer cargo, pero los espíritus deben defenderme. Uno siente rabia y responde, y esto lo utiliza el Estado para criminalizarnos. No entiende que tenemos la responsabilidad de defender nuestro entorno.

Ustedes recuperaron las tierras donde  ahora viven.
(Interviene Galvarino, pareja de Mª Teresa). Hace unos 15 años que recuperamos estas tierras. Yo lideré esa recuperación donde muchos compañeros cayeron presos. Estas tierras nos pertenecían, pero estaban ocupadas por un descendiente de colonos italianos. (Recupera la palabra la poetisa) Existe una institución, la CONADI, que media en el conflicto de la recuperación de tierras. Para recuperarla hay que postular. Llevábamos seis años en ello y el Gobierno entregó esta tierra a otra comunidad que vive lejos de aquí.

¿Y cómo llegó finalmente a sus manos?
Se la dio a ellos con la intención de enfrentar a las comunidades. Lo han conseguido en muchos casos, pero nosotros nos dimos cuenta y lo evitamos. Ambas comunidades nos unimos y luchamos contra el Gobierno y la CONADI.

¿Cuál es el papel de las mujeres en esta lucha?
La mujer ha sido clave en todos estos años. Ha resistido desde la comunidad, desde la casa, es la encargada de mantener la lengua mapudungun, de educar a los pequeños en nuestra cultura. Pero ahora también hay muchas mujeres que han salido de la casa para realizar cualquier profesión, al mismo nivel que el hombre.

 

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