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ENTREVISTA

«La propuesta de pactos es una escenificación más de Urkullu»

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JOSE ANTONIO PASTOR
Portavoz parlamentario del PSE en Gasteiz

José Antonio Pastor (Ortuella, 1959) es el portavoz del grupo parlamentario del PSE en la Cámara de Gasteiz y uno de los integrantes de la comisión negociadora de su partido en el fallido intento de aprobación de los presupuestos de la CAV para 2013. En la entrevista muestra la evidente distancia que todavía hay entre el PSE y el Gobierno de Iñigo Urkullu y las dificultades para que se puedan alcanzar acuerdos mientras no se definan debidamente sus contenidos.

Iñaki IRIONDO

Esta entrevista se realizó a los pocos minutos de que el lehendakari, Iñigo Urkullu, anunciara la convocatoria de dos mesas en Ajuria Enea, una con representantes institucionales y otra con líderes políticos, para abordar un posible pacto de estabilidad en torno a seis puntos.

¿Qué credibilidad da el PSE a las propuestas de pactos de lehendakari?

Prácticamente ninguna, porque es una propuesta que se vende como una apuesta de país y no se detalla ninguno de los contenidos. La propuesta pretende justificar una comparecencia parlamentaria pero con el objetivo evidente de escapar del debate parlamentario. Es impresentable que se guarden las supuestas propuestas concretas para el último turno, cuando sabe que no se le puede replicar por el resto de grupos. Ha sido una expresión más de debilidad, de impotencia y de falta de seguridad de este lehendakari, y una constatación de que no tienen capacidad de iniciativa ni sabe qué hacer con este país.

¿Cómo interpretan que la oferta llegue después de la derrota presupuestaria?

Probablemente, después de lo que supone el fracaso político de la retirada de un presupuesto y de la falta de gallardía de venir al Parlamento a defenderlo, han tratado de salvar la cara. Ha tratado de dar la impresión de que tiene proyecto, ideas y afán de consensuar, pero fue una comparecencia frustrante.

¿Creen que la vía para buscar acuerdos es la convocatoria conjunta o que el PNV debe optar por un socio?

Esta es una escenificación más de un lehendakari que se ha especializado en hacer creer que hace pero sin hacer. Ese anuncio es una política más de imagen que efectiva. Además, esa convocatoria conjunta es contradictoria con la oferta hecha el lunes en un desayuno y dirigida solamente a dos partidos. Son estratagemas para jugar una vez más al victimismo e intentar encajar a la oposición la responsabilidad de la gestión.

Según declaraciones de líderes del PNV y de la sumas de escaños, el destinatario último de las propuestas parece ser el PSE. ¿Cómo van a responder?

El que se tiene que retratar es el Gobierno. El PSE ya le planteó al PNV el 7 de noviembre por escrito y de palabra cuáles eran las que creíamos que eran condiciones mínimas ineludibles para poder afrontar de verdad una discusión sobre el futuro de este país y sobre medidas que tenían que ponerse en marcha. Propuesta que no ha sido contestada por el PNV, salvo tratando de enredar con una comisión aquí y una comisión allá para pequeños pactos puntuales y salir del atasco. El problema es que los hechos del PNV no acompañan a sus palabras. Hace grandes declaraciones pero luego en el presupuesto vemos que no tienen acompañamiento. Tenemos que saber cuál es la apuesta política que hace este Gobierno para saber si hay mimbres para un acuerdo. No es posible hacer coincidir en un mismo proyecto al PP de los recortes y al PSE. En política económica hay que definirse, no sirve esa indefinición en la que lo mismo vale blanco o negro.

¿Han querido humillar al PNV en el debate presupuestario?

Eso forma parte de la dinámica de victimismo en la que el PNV se está empezando a sentir muy cómodo, probablemente porque no tiene oferta política que poner encima de la mesa. Oyendo a Urkullu y a Egibar parece que la responsabilidad de lo que pasa la tiene todo el mundo -partidos, periodistas, sindicatos...- menos el PNV. Todos conspiran para humillarlo. Ni son el centro del universo ni el ombligo del mundo. Si todos los partidos han coincidido desde puntos de vista distintos en presentar enmiendas a la totalidad, bueno sería que el PNV hiciera un poco de autocrítica.

¿Ha entendido cuál era la estrategia negociadora del PNV?

No la entendí el primer día y sigo sin entenderla. No se puede hablar de emergencia nacional, pedir responsabilidad y luego presentar un plato cocinado reclamando el «ok» a la oposición.

¿Ha habido más contactos que los conocidos públicamente?

No, y es sorprendente. En la época de Ibarretxe, cuando la negociación presupuestaria se atascaba, solía ser habitual que el EBB interviniese para intentar desatascarlo. No ha habido nada de eso. Ha sido todo bastante surrealista.

El PNV dice que cuando se estaba llegando a un acuerdo en materia fiscal ustedes dieron dos pasos atrás...

Ni dos pasos atrás ni dos pasos adelante. Hemos mantenido lo mismo. Lo que pasa es que el PNV entendía que hablando del Impuesto de Sociedades y del IRPF ya bastaba, pero hay otros temas que no se querían abordar. Y no se quiere abordar un tema que nos parece de fondo: que la lucha contra el fraude fiscal requiere de la interconexión informática de las haciendas forales en tiempo real. De eso no quieren ni oír hablar.

¿Por qué?

Probablemente porque tienen algún cierto temor a que se conozcan algunas actuaciones de algunos diputados forales en el día a día.

La única diputación en manos del PNV es la de Bizkaia...

Póngale el nombre que quiera.

¿Por qué la Hacienda vizcaina no quiere esa interconexión?

Primero hay un problema de origen: se niegan a reconocer que ninguna otra institución o poder político pueda condicionar de alguna manera las actuaciones de la sacrosanta foralidad vizcaina. Y, por otro lado, uno tiene que empezar a pensar incluso que quizá haya actuaciones que no quieren que se conozcan. Una interconexión que por ejemplo ya tiene Gipuzkoa con la hacienda estatal. Habrá que preguntarle al diputado general de Bizkaia qué teme y qué esconde para no dar el visto bueno a esa interconexión.

Joseba Egibar les ha preguntado si su única oferta para llegar a acuerdos es un gobierno de coalición...

Pero es que nosotros nunca hemos planteado un gobierno de coalición con el PNV. Ese es el gran error y la gran mentira del PNV. Lo que le hemos planteado es grandes acuerdos en una serie de asuntos que están perfectamente delimitados. Esos escapes de mal jugador son un poco actuación de trilero.

¿Qué forma tendrían esos acuerdos?

Dependerá. Si se llega a algún acercamiento de enjundia, después de verá qué visualización se da. Todavía estamos lejos de ese escenario.

Tal y como está el país y tal y como está el PSOE, ¿a ustedes les conviene llegar a un acuerdo con el PNV?

No es un problema de conveniencia política o partidaria. Los acuerdos son buenos o malos en función de si el PSE interpreta que benefician a los ciudadanos vascos. Hay que concretar eso de los acuerdos de país, porque el país lo conforman personas que tienen necesidades. Si llegamos a un acuerdo sobre el blindaje de los servicios sociales y su financiación, una política fiscal realmente progresiva y justa, una lucha contra el fraude fiscal y una reforma de la arquitectura institucional del país, lo firmaríamos independientemente de la situación interna o externa del PSE. Pero eso no se ve todavía.

Ha dado la impresión de que el PNV y algunos observadores esperaban que al final de la negociación presupuestaria el PSE diera el tradicional giro de «responsabilidad» para llegar a un acuerdo.

Algunos medios políticos y periodísticos han especulado primero con que no presentaríamos enmienda a la totalidad o que luego la retiraríamos, y ha quedado en evidencia que hemos hecho lo que dijimos.

¿En estos años ha habido un cambio de estilo en el PSE?

Durante más de doce años fue posible llegar a acuerdos con el PNV que considerábamos beneficiosos para la ciudadanía vasca, y es verdad que también operaban otras circunstancias políticas. Y con gobiernos del PSOE en Madrid había también un intercambio de necesidades. Fueron gobiernos buenos. Ahora las circunstancias políticas han cambiado completamente. Este gobierno no tiene clara la dirección de país ni le vemos con iniciativa suficiente. No se trata de pasar factura ni de revanchismo. Los grandes acuerdos hay que hacerlos con las ideas claras y no se las vemos a este gobierno. No hay propuesta de sustancia y eso lo evidencia no la crítica del PSE sino de todos los partidos. No recuerdo otra vez en el que toda la oposición coincida en el mal planteamiento de los presupuestos y el mal planteamiento de la negociación. Tenemos el convencimiento de que así no salimos de la crisis y lo responsable era no aprobar estos presupuestos, porque además suponían una enmienda a la totalidad de todo lo que dijo e hizo el PSE en el anterior gobierno de Euskadi.

«En la Ponencia de Paz y Convivencia habrá acuerdos, aunque no va a ser fácil»

Esta semana ha comenzado sus trabajos la Ponencia de Paz y Convivencia. ¿Hay posibilidades de llegar a acuerdos?
Por supuesto, lo que no va a ser es fácil. Ni probablemente rápido. Pero nadie dijo que fuera a ser así. Es muy difícil, pero yo creo que ya es un elemento positivo simplemente el hecho de que aunque el PP no se haya incorporado todavía, tampoco haya descartado hacerlo. Creo que es un elemento positivo que ahí convivan sensibilidades políticas tan distintas como son la del PP, la del PSE, la del PNV y la de EH Bildu, y todos ellos al menos con la intención declarada de querer llegar a un acuerdo que a todos nos pueda representar. Yo soy de los optimistas. Pienso que este es el camino y lo importante no es la premura en llegar a acuerdos sino que estos sean sólidos.

¿No temen que la ponencia avance en sus trabajos y cuando el PP decida incorporarse eso obligue a replantearse todo de nuevo?
No. Hay que recordar que también cuando se constituyó la anterior ponencia en la anterior legislatura, el PP fue sustancialmente reticente antes de incorporarse a la misma e incluso durante el proceso de conversaciones dentro de la ponencia hubo más de algún momento de tensión con el PP. Pero al final se pudo encontrar un lugar común, eso que llamamos compromisos éticos y democráticos. Creo que aquí acabará pasando lo mismo.
 
¿Hacia dónde se va a orientar el trabajo de la ponencia?
Eso lo iremos hablando en la ponencia, y como se constituye para hablar con discreción y sinceridad, a medida que vayan avanzando los trabajos ya los conocerán.
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