Se nota que en Alaska están en plena temporada. Así lo demuestran las últimas actividades de consideración que se han desarrollado en el Moose´s Tooth. Casualidad o no, la cara este de la montaña está de moda, y es que a mediados de abril se han abierto tres nuevas líneas. Todas ellas en solo diez días. Tres nuevas rutas, todas ellas directas, que recorren el contrafuerte de la mitad superior del paredón.

Desde que Bradford Washburm señalara en 1970 en la prestigiosa revista «American Alpine Journal» que la cara este del Moose´s Tooth era el último gran problema de Alaska, numerosos alpinistas de renombre norteamericanos fueron a por el preciado «premio»: Jeff Lowe, Jim Bridwell, Mike Weiss, Mugs Stump... Así empezó la historia de la cara este de la montaña.

Y la historia, claro está, sigue su curso. Y así lo atestiguan las tres últimas aperturas realizadas en el transcurso de diez días. Pete Tapley y Scott Adamson crean «NWS» (1.400 m, V, AI6, M5) en 2 días, a mediados de abril. Esta nueva propuesta se convierte en la primera vía del murallón que se escala en libre. Unos días más tarde, Adamson y Chris Wright firman «Terror» (1.500 m, VI, WI6, M7, R/X, A2) en un ida y vuelta de 67 horas. Y los terceros protagonistas, David Lama y Dani Arnold, dibujan «Bird of prey» (1.500 m, 6a, M7+, 90º, A2).

Tres nuevas líneas, directas, de gran compromiso y dificultad técnica. Entre los protagonistas destaca Adamson con dos nuevas rutas; una de ellas primera en libre de la este del Moose´s Tooth. Mediados de abril. Tapley y Adamson se atan la cuerda para la primera firma. Este último ya había realizado tres intentos a una vía que esperaba que saliera en libre. Y así ha sido. La cordada abre «NWS», una línea de 1.400 metros y dificultades de V, WI6, M5. Una propuesta que sigue un sistema de goulottes, justo a la derecha de la mítica «Arctic Rage».

Los dos alpinistas tuvieron la suerte de toparse con excelentes condiciones, y en su primer intento se tuvieron que da media vuelta por la rotura de un piolet. Con solo un día de descanso, se ponen de nuevo manos a la obra. Y en un ida y vuelta de 34 horas y media (solo hicieron tres paradas) escalan en libre la nueva obra. Según Adamson, esta vez tuvieron suerte con las condiciones: «Normalmente en Alaska las ventanas de buen tiempo no son nada habituales. Nosotros tuvimos buen tiempo, y, si eso fuera poco, las condiciones de la montaña fueron muy buenas. La calidad del hielo era impresionante; nunca me había topado con esa calidad en la cara este del Moose´s Tooht».

«Terror»

Apenas cuatro días después de la apertura, Adamson se recrea con otra apertura: «Terror» en 67 horas de viaje. Esta vez el compañero fue Chris Wright quien también estaba escalando en la zona. Este último le preguntó a Adamson por la posibilidad de realizar otra actividad. Sin pereza alguna, Adamson le contenstó que estaría preparado para el día siguiente.

De nuevo rectos, muy rectos, en la vertical pared. Escalan en ensamble unos cientos de metros a la derecha de «The dance of the Woo Li masters». Una primera parte de nieve y hielo de WI4+. Fueron rápido, a buen ritmo. A pesar de todo, Adamson ha afirmado que las condiciones de la pared fueron peores que en la primera apertura. Toda esta zona ya la controlaba el propio Wright, y es que junto a otro colega realizó unos días antes un intento. A partir de ahí les tocó lidiar con duras dificultades técnicas y gran compromiso. En total escalaron 22 largos sostenidos; solo tres fáciles de WI4 y los restantes entre WI6 y M7 con algunos pasos de artificial.

«Bird of prey»

Como adelantábamos, los alpinistas norteamericanos no han sido los únicos protagonistas en la cara este del Moose´s Tooth. Por allí también aparecieron dos europeos: el suizo Dani Arnold y el austriaco Davi Lama.

Era su primera visita a las montañas de Alaska, y, para ser la primera vez, el resultado ha sido sobresaliente: «Bird of prey». Una gran nueva línea de 1.500 metros de recorrido y dificultades de 6a, M7+, 90º y A2.

No es la primera vez que lo decimos, pero cabe destacar la irrupción de Lama en el mundo del alpinismo. Desde hace unos años se ha reconvertido: ha pasado de ser un excelente escalador deportivo y competidor a un ya brillante alpinista. Solo cabe recordar las grandes actuaciones que ha tenido en Alpes y Patagonia.

El estreno de la cordada ha sido especial con una escalada de 48 horas de duración de campo base a campo base. La nueva propuesta de los alpinistas europeos se encuentra justo en la mitad de las dos nuevas líneas abiertas por los norteamericanos.

La verdad es que, como los primeros protagonistas, Lama y Arnold también aprovecharon la primera ventana de buen tiempo. Llegaron al campo base, las nubes desaparecieron y enseguida, esa misma tarde, hicieron el primer porteo de material hasta la base de la vertical cara este de la montaña.

Tuvieron tiempo para analizar la pared y encontrar un objetivo. Y sin más dilación, a la jornada siguiente ya estaban escalando la nueva ruta. Tras llegar al contrafuerte o headwall, las dudas surgieron: «Elegimos una línea dura. En la zona clave Dani pasó dos horas en un largo. Luego llegó un péndulo, terreno a 90º y mixto fino y complicado. Seguimos al día siguiente esquivando techos, subiendo secciones de nieve frágil... Finalmente llegamos a los campos de hielo que llevan a la cima. Era las seis y media de la tarde».