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Un texto policial, última prueba de que ETA no mató a Begoña Urroz

Un informe policial ahora desclasificado y obtenido por el periodista Xabier Montaya confirma, tal como publicó GARA en 2010, que fue el Directorio Ibérico de Liberación quien perpetró el atentado en la estación de Amara. La acción costó la vida a Begoña Urroz, una niña de 22 meses que ha sido convertida por la propaganda oficial en la primera víctima de ETA.

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Un informe policial de 1961 se ha convertido en la última prueba de que Begoña Urroz falleció como consecuencia de una acción armada del Directorio Ibérico de Liberación (DRIL), y no de ETA, tal como sostienen desde hace tres años diferentes medios y políticos españoles. La niña, que solo era un bebé de 22 meses cuando el citado grupo armado perpetró un atentado en la estación donostiarra de Amara, ha sido convertida falsamente en la primera víctima mortal de ETA tras una intensa campaña que no atiende a la realidad de los hechos.

Un documento elaborado por la policía franquista en la década de los 60 evidencia que esta hipótesis es falsa, tal como sostenía en Euskal Herria el historiador Iñaki Egaña y reflejó GARA en su día. El texto, que ha salido a la luz pública gracias al trabajo realizado por el periodista Xabier Montanya, evidencia que fueron los militantes del DRIL quienes cometieron las acciones armadas registradas en el Estado español durante el verano de 1960, incluyendo entre las mismas la del 27 de junio en la capital guipuzcoana.

El citado informe, publicado ayer por «Berria» y el portal catalán Vilaweb, señala que el el atentado de Donostia guardaba relación directa con otras acciones armadas perpetradas por el DRIL en Madrid y en Barcelona durante ese mismo mes. Es más, en su informe los policías detallaron que, tras la explosión de Amara, «con pocas horas de diferencia, se produjo un suceso análogo en la estación del Norte de Barcelona».

Este informe policial echa por tierra la versión defendida durente los últimos años por medios, partidos e instituciones, que tiene como origen un artículo de prensa del político catalán Ernest Lluch (fallecido posteriormente a manos de ETA en el año 2000).

Como el propio político del PSOE reconoció en su texto, titulado «La primera víctima de ETA», «no hemos encontrado ni en Lazkao ni en publicaciones que ETA se atribuyera la colocación de bombas en 1960. El esperable resultado de una muerte especialmente repugnante debió conducir a una discreción absoluta». En su día el artículo no tuvo gran repercusión, pero la historia fue recuperada en 2010 y lanzada en forma de campaña que intentaba remarcar que ETA cometió muertes siete años antes de cuando realmente lo hizo (1968) y de un modo especialmente atroz.

En declaraciones a «Berria», el periodista Montanya reprueba que «esos ataque fueron atribuidos, sin pruebas, a ETA, y estos documentos zanjan la polémica de una vez por todas».

El estudio de Egaña

No es de esperar que esta revelación cambie la versión convertida en oficial. De hecho, ya en 2010 Iñaki Egaña publicó en GARA un exhaustivo estudio que evidenciaba que «la cadena de atentados en varias ciudades del Estado fue obra del DRIL».

A este análisis le siguió un informe en el que Egaña detalló las detenciones producidas posteriormente en Lieja y relacionadas con estas tramas, y denunció que la mentira de decir que la muerte de Urroz correspondía a ETA es «de la misma magnitud» que atribuir el bombardeo de Gernika a las «hordas rojo separatistas».

En uno de estos artículos, Iñaki Egaña explicaba que los informes policiales debían estar en el Archivo Histórico Nacional, en caso de conservarse, pero que su acceso estaba prohibido. Ahora sí han sido desclasificados y Montaya ha accedido a ellos.

EN EL ARCHIVO

El periodista Xabier Montanya ha conseguido acceder a los informes policiales tras su desclasificación por parte del Archivo Histórico Nacional.

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