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La cuarta plaza pasa por mantener la media inglesa

Joseba ITURRIA

Montanier señalaba el sábado que era un error estar pendiente de los resultados de Valencia y Málaga. Lo es porque cuando un equipo atraviesa el estado de forma y de confianza de la Real y saca cinco puntos y el average a falta de cinco partidos para el final a sus más directos rivales no puede perder energías en pensar que juega en otros campos. Pero también porque, a pesar de que a los levantinos les quedan tres de sus cuatro partidos fuera de casa, la Real tiene que partir de la premisa de que su mayor rival va a ganar todos los partidos y que necesitará diez puntos para asegurarse la previa de la Champions League.

Es la media inglesa de sumar cuatro puntos cada dos jornadas, que la Real mejora en las últimas 23, en las que ha conseguido 48 puntos. Seguir con ese promedio cinco partidos más asegura una previa de la máxima competición.

La ventaja de la Real es que depende de sí misma y puede empatar un partido y perder otro, aunque tiene que intentar llegar con ese margen de error lo más lejos posible y por eso no era bueno el empate ante el Valencia en un partido que se jugaba en Anoeta y tampoco lo es hoy en Getafe ante un rival que no tendrá el apoyo del público, que se encuentra en un mal momento tras cinco jornadas sin ganar y que tiene un estilo de juego que favorece a la Real.

Como es otro de los tres partidos que debe ganar la Real el próximo de Anoeta contra el Granada con el apoyo de su público. Ninguno de los dos será fácil, pero más complicados se prevén los dos siguientes ante Sevilla y Real Madrid y conviene encarrilar la cuarta plaza en los dos próximos partidos y no dar esperanzas al Valencia para evitar que intente llegar a acuerdos con equipos para que ganen y pierdan.

Dicen los que conocen las cloacas del fútbol español, en el que comprar partidos nunca ha sido castigado por la dificultad para demostrarlo y porque nadie ha tenido el valor de denunciarlo tras verlo en su vestuario -a ver si lo sucedido con Barkero abre una espita para dignificar un deporte en el que los futbolistas se llenan la boca diciendo que son profesionales y luego se venden por unos miles de euros y callan cuando sus compañeros adulteran la competición- que en los últimos años no se compran partidos, sino objetivos.

Es decir, un equipo como el Valencia que necesita entrar imperiosamente en la Champions para que su deuda no explote puede ofrecer al Getafe una prima no por ganar a la Real, sino por su clasificación para la Champions. Es decir, para cobrarla el Getafe necesitaría ganar a la Real y perder contra los de Valverde.

De los cuatro equipos que tienen que jugar contra el Valencia, tres deben enfrentarse también a la Real, aunque el Granada sí tiene en juego, por lo menos el próximo lunes, la permanencia. Pero es probable que cuando jueguen contra los levantinos los tres equipos no tengan objetivos.

Por eso a la Real le perjudicó ayer la derrota del Rayo en Zaragoza para que al menos en la próxima jornada el rival del Valencia tuviera un aliciente importante de entrar en Europa en su enfrentamiento en Vallecas. Pero hay que partir de la premisa de que en este final de Liga puede pasar que el Valencia gane sus cinco partidos. Si luego falla en Vallecas, por ejemplo, mucho mejor, pero es preferible pensar que serán necesarios los diez puntos.

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