La productora Alejandra Frade ha defendido «La mula» en su presentación en el Festival de Málaga, donde se ha llevado el Premio de Mejor Actor para Mario Casas. Los tribunales le han dado finalmente la razón, por lo que ya puede estrenar legalmente la película, sin el permiso de los coproductores ingleses, representados por el cineasta Michael Radford, quien se ha negado a aparecer como coguionista y director, pues no considera suya esta adaptación cinematográfica de la novela de Juan Eslava Galán, acabada por otra persona del equipo técnico, cuya identidad no ha sido revelada.

Las primeras críticas coinciden al señalar que el cambio de realizador a última hora no ha perjudicado de manera notable al producto final, gracias a un montaje planteado en función de la música de Óscar Navarro, que aporta un aire desenfadado y entrañable a la película, de acuerdo con la intención desdramatizadora del conflicto bélico.

El tratamiento de comedia de aventuras hace que por el lado del humor se la pueda emparentar con «La vaquilla» de Berlanga y por el de la acción, con «War Horse» de Spielberg. La peculiaridad de «La mula» pasa por su trasfondo amargo, por cuanto el protagonista es un campesino que desea conservar el animal para poder subsistir después de la guerra. La realidad es que regresa del frente tan pobre como fue, o más si cabe. El marcado acento andaluz del personaje lo sitúa en una época de terratenientes, en la que para enamorar a su chica finge ser un señorito.