GARA > Idatzia > Iritzia> Editoriala

El TAV solo conduce a un destino: la ruina

Iruñea-Castejón, 70 kilómetros de vía. Y nada más, ni por un lado ni por el otro. UPN va a conseguir que Nafarroa haga lo que en su día auguró William Shakespeare: asombrar al mundo. Desde luego, es muy probable que no haya en todo el planeta un tramo más corto para un tren de alta velocidad. Tampoco más inútil. El resultado del convenio firmado hace tres años por el Gobierno de Miguel Sanz y el de José Luis Rodríguez Zapatero no puede ser más ruinoso para las arcas del herrialde y, por tanto, para el bolsillo de sus ciudadanos. El consejero de Obras Públicas, Luis Zarraluqui, confirmó ayer lo que cualquier observador pudo concluir apenas un mes después de la firma del acuerdo, cuando desde Madrid anunciaron profundos recortes en proyectos de obras públicas: que el tramo navarro del TAV no tendría continuación por ningún sitio y que quedaría como un islote en medio del océano, aislado. Un islote muy caro, por cierto, con un presupuesto de 675 millones.

En aquel momento, el Ejecutivo de Sanz no quiso denunciar el convenio -cuyas condiciones iniciales eran difícilmente asumibles- y, al contrario, decidió seguir adelantando el dinero de una obra de incierto futuro. Huelga decir que en los últimos meses ha quedado de manifiesto la incapacidad gestora de los mandatarios navarros, con la liquidación de la CAN como máximo exponente, pero una operación tan gravosa para las cuentas públicas no puede entenderse solo como consecuencia de un error de cálculo o de una confianza ciega en un proyecto. Hay quien ve en esta operación un pago a la intervención de José Blanco años antes para evitar que UPN fuera removido del Gobierno, y a falta de una explicación racional desde el punto de vista económico, no parece una hipótesis descabellada.

Donde no hay margen para la duda es en el carácter chapucero, impropio de unos buenos gestores de la administración, de todo este proyecto. A UPN, igual con Sanz que con Barcina, no le hacían falta más escándalos para desacreditarse como partido gobernante. Y, sin embargo, parece empeñado en acumular uno tras otro.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo