La vivienda vacía propiedad de La Caixa fue ocupada este lunes en Berriozar y con esta acción, la familia pretende que la entidad financiera le condone la deuda y negocie un alquiler social de un máximo de un 30% de sus ingresos.

En representación de la familia realojada, Marcos Morán, casado y padre de tres hijas, explicó ayer que él y su esposa no tienen trabajo en la actualidad y que en junio dejarán de recibir el subsidio de 426 euros. Además, deben tres meses de alquiler de la vivienda en la que se encontraban hasta ahora.

Junto a Morán comparecieron varios miembros de la PAH, que se concentraron frente al portal de la vivienda en la que se produjo el realojo con una pancarta con el lema «Las personas antes que la deuda. No a la tiranía de los mercados».

El afectado se propone reclamar a La Caixa que le condone la deuda que aún tiene con la entidad por la hipoteca de la vivienda y que negocie un alquiler social máximo de un 30% de sus ingresos para poder permanecer en esta vivienda.

«El primero de una larga lista»

En representación de la PAH, Laura Berro mostró su esperanza de que este realojo sea «el primero de una lista larga» porque «la situación así parece que lo va a requerir». Berro defendió que la acción realizada está «totalmente legitimada». La miembro de la PAH recordó que el Juzgado de Instrucción número 4 de Sabadell denegó un desalojo cautelar de un inmueble ocupado por la PAH en este municipio, donde viven actualmente once familias.

Uno de los argumentos que la juez utilizó, destacó Berro, consistió en que «el derecho a la propiedad privada no es infinito y no es absoluto, sino que está limitado por la función social». «Este argumento ejemplifica claramente lo que reivindicamos y también creemos que el derecho a la propiedad privada está limitado por el derecho a la vivienda digna, un derecho fundamental de todos», expuso.

A su juicio, «la crisis actual está provocada por la banca a nivel internacional, porque se han endeudado por encima de sus posibilidades». «Dentro del juego de compra y venta de deuda, las fichas del tablero somos los ciudadanos de a pie, que hemos sido engañados para hipotecarnos con unos intereses altísimos y unas cláusulas abusivas que en muchas ocasiones han esclavizado a muchas familias», afirmó Berro.