Uno a uno, los objetivos que se había ido marcando el Athletic han ido diluyéndose sin que el equipo llegara siquiera a rozarlos. Se esfumó la Europa League, de forma aún más dolorosa la Copa, la permanencia -meta que, afortunadamente, sí se ha cruzado- se convirtió en el único objetivo liguero... Ni siquiera aspiraciones menores en lo deportivo -se ha igualado el mayor número de derrotas como local- o especiales en lo emocional -tampoco se ganó en la despedida de San Mamés- han podido alcanzarse.

Ha sido, en definitiva, una temporada decepcionante, como reconoce Mikel San José, sobre todo por comparación con la anterior, en la que los rojiblancos tocaron el cielo. «La verdad es que ha sido mala -admite el central-. Sobre todo después de lo del año pasado, teníamos muchísimas ilusiones, no en repetirlo porque sabíamos que iba a ser muy complicado, pero sí en ser capaces de ser el mismo equipo, de tener la misma importancia que el año pasado en todas las competiciones. Y la verdad es que no lo hemos conseguido». «Quizá todos pensábamos que después de quedar eliminados tan pronto en Europa y Copa, se remontaría en Liga y estaríamos arriba. Pero tampoco ha podido ser», añadió San José, que también intentaba rescatar algún aspecto positivo de estos nueve meses. «A veces ha salido mejor y otras peor, pero el equipo siempre ha intentado jugar al fútbol de la misma forma -recordó-. Y en la clasificación, aunque no hayamos estado matemáticamente salvados hasta las últimas jornadas, hemos mantenido un colchón respecto a los de abajo y creo que ese sentimiento de pesimismo que se tenía a mitad de temporada, al final no ha sido tanto».

Muchos recuerdos

Entre las desilusiones de la temporada, quizá por ser la más cercana o la más emotiva, San José se veía especialmente apenado por no haber podido despedir San Mamés con un triunfo. «Todo pintaba a ser un día muy bonito y muy especial y creo que todo quedó empañado por la derrota -lamentó-. Creo que el equipo fue dominador todo el partido, que incluso con un hombre menos siguió atacando, pero nos faltó acabar las jugadas y al final nos pillaron en una contra». Pese al resultado, el futbolista navarro reconoce que lo que se vivió despues en la Catedral se convirtió en uno de los muchos momentos inolvidables que atesora el viejo estadio. «Se demostró que este campo ha sido muy especial, que todo lo que ha pasado aquí no se va a quedar en el olvido. Fue muy bonito, aunque con una victoria nos habría sabido mejor a todos», insistió San José, que reconoció la despedida especialmente emotiva para los más veteranos. «A todos se nos pasaron muchas cosas por la cabeza en esos 100 segundos. Yo llevo cuatro años aquí y antes estuve dos en juveniles... Qué te voy a contar de la gente que lleva 40 o 50 años sentándose en su sitio, que ha vivido de todo, que ha visto ganar Ligas... Ahora lo que nos queda es esperar al nuevo campo y que todo lo que se ha vivido en éste, se pueda repetir en el nuevo», deseó.

No le falta demasiado al nuevo San Mamés para levantar el telón, dispuesto a escribir su propia historia. Pero antes, el Athletic debe cerrar la temporada. San José espera que al menos el último objetivo, el de darle un adiós digno a la campaña, pueda cumplirse. De ahí que, aunque no haya metas en juego, el futbolista subraye que el Athletic viajará «con la motivación de ganar. Siempre que nos ponemos la camiseta de este club todos los jugadores queremos ganar. Está claro que en cuanto a necesidad clasificatoria no hay nada en juego, pero lo que está claro es que queremos despedir el año bien. Así que hay que salir a ganar. Está claro que va a ser complicado porque ellos están haciendo una gran temporada y jugando muy bien, pero tenemos que intentarlo». «Será un partido bonito -añadió-. Además, se juntan dos aficiones que hacen un gran ambiente».

El central rojiblanco, por último, tuvo que referirse a dos de los nombres propios de la actualidad. Al de Marcelo Bielsa y al de Iker Muniain. No quiso pronunciarse sobre la continuidad o marcha del técnico argentino, aunque respetó el apoyo de buena parte de la afición al argentino y se mostró comprensivo con su compañero, aún reconociendo que se había equivocado. «Él sabe que no fue lo ideal -explicó, en referencia a la expulsión de Muniain-, dejó al equipo con un compañero menos con mucho tiempo por delante. Sabe que estuvo mal y tiene que aprender y que no vuelva a suceder. Tiene nuestro cariño y nuestra comprensión, yo creo que de aquí en adelante no volverá a pasar».