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Predicciones para todos los gustos, debates y chistes porque el sol sigue escondido

En casa, en el trabajo, al encontrar cobijo en una cafetería, el comentario es el mismo: «¿Cuándo veremos el sol?». Yendo más allá y poniéndonos catastrofistas: «¿Veremos el sol este verano?». He aquí algunas respuestas.
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Maider IANTZI | DONOSTIA

Una mujer encontró a su madre, de 88 años, llorando en su sillón. «No me pasa nada, solo estoy triste», expresó ante su preocupación. Hacía días que no se sentía el sol, su calor, su luz; todo era gris, viento, frío... y la anciana no podía pasear en la terraza. El tiempo influye a todos, aunque no de la misma manera: depende de la edad, de la forma de ser de cada uno, del modo de vida... Dada la interminable lluvia y las ganas de sol, los ojos están puestos en el cielo. Este es, de nuevo, noticia.

Noticia, debate, chiste... En el punto final del «Diario de Navarra, por ejemplo, dos joteros cantan así: «Era un 7 de julio y seguía ahiiiiií... Cómo odiaba ese p... anticiclóon... y me vi con bufanda por San Fermín y pidiendo cubatas de frenadoooool...». Pero el «verano sin verano» que se menciona en broma o en los comentarios de la gente también aparece en Météo France, que contempla un 70% de probabilidades de que en esta zona de Europa vivamos el verano más frío desde 1816.

Ese año, como indica José Antonio Aranda, responsable de Euskalmet, no hubo verano climatológicamente hablando, ya que las temperaturas fueron tres o cuatro grados más bajas de lo normal en Europa, y también en Estados Unidos y Canadá. Explica que esto se debió a que «durante unos cuantos años el Sol tuvo poca actividad, llegaba muy poca energía, con lo cual la Tierra se enfrió».

Además, el año anterior sucedió una de las mayores explosiones volcánicas: el Tambora lanzó millones de toneladas de polvo que ascendió a la estratosfera y se quedó ahí mucho tiempo, lo que provocó el enfriamiento de la Tierra en unos siete u ocho grados. A juicio de Aranda, la actual situación «no tiene nada que ver» con aquello y la posibilidad de que vuelva a ocurrir es «casi nula».

Modelos estacionales

El responsable de la agencia vasca toma estos anuncios «con pinzas», ya que se basan en modelos estacionales de grandes grupos mundiales y sus predicciones son distintas, incluso contrarias. Por ejemplo, el modelo de la Universidad de Columbia, que cita en el blog de RTVE Albert Martínez, va en otra dirección: ve una alta probabilidad de que en el sur y este de la península Ibérica se supere la temperatura habitual. Martínez señala que la predicción de Météo France se fundamenta «exclusivamente» en los mapas estacionales de la agencia estadounidense NOAA, que predicen que las temperaturas se situarán entre uno y tres grados por debajo de lo normal y que en agosto lloverá un poco más.

Asumiendo que el pronóstico a más de tres días es complicado, hay sitios como jakindamet.blogspot.com.es, con información de aquí a diciembre, que hace este pronóstico: junio será «absolutamente cambiante», con precipitaciones en la primera quincena; habrá fuertes calores el 18, 19 y 20 de julio; tormentas a finales de agosto; y en setiembre, viento sur.

interior y costa

En su predicción para ETB desde Arantzazu, Pello Zabala diferencia el interior y la costa. Anuncia que la cosecha se va a salvar en el interior y deja más dudas para la costa. Según las témporas, tendremos «de todo».

DIVERGENCIAS

Según explica José Antonio Aranda, de Euskalmet, unos modelos atisban un verano más frío, fresco y húmedo; otros, absolutamente normal; y hay quien vislumbra temperaturas más altas de las habituales.

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