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Conservadores y pragmáticos instaban a los iraníes a votar de forma masiva

Por encima de diferencias, todos los que tienen mucho que decir en las elecciones de ayer, desde el guía supremo Jamenei hasta el pragmático Rohani, coincidieron en hacer llamamientos al voto. Pese a las señales de apatía derivadas de la crisis económica y de la convulsa situación política de los últimos años, todo apuntaba a una importante tasa de participación, comparable incluso al 85% registrado en las polémicas presidenciales de hace cuatro años.

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GARA | TEHERÁN

Los iraníes votaban ayer por el sucesor del presidente saliente, Mahmud Ahmedinejad, en unos comicios en los que los pragmáticos, congregados en torno al candidato y clérigo Hassan Rohani, aspiraban a movilizar el voto reformista para aspirar a una segunda vuelta frente a unos candidatos principalistas o conservadores divididos.

Uno de los primeros en ir a votar, el guía supremo, Ali Jamenei -cuyo cargo no se somete nunca a escrutinio-, apeló al voto masivo. «La prosperidad y el buen nombre de este país depende de que elijáis al mejor y de vuestra participación».

El de la baja participación es un temor que el poder quiere conjurar y para ello Jamenei llegó la víspera a pedir el voto hasta a los que «no apoyan al sistema, pero apoyan al país».

La ausencia de candidato alguno del actual gobierno saliente de Ahmedinejad, el alcance demoledor de la crisis económica provocada por las sanciones y la apatía del voto reformista tras su derrota en 2009 -que achacaron a un fraude- se conjugaban con la abstención.

El propio Rohani les recordó que «no penséis que quedándoos en casa vais a arreglar algo. Elegid al que pueda al menos responder a las demandas mínimas de la población», señaló el candidato pragmático, que hizo profesión de su condición al insistir en que «los rumores sobre que el presidente está ya elegido son una falsedad. El presidente es elegido por el voto de los electores», señaló Rohani, quien cuenta con el apoyo de los igualmente clérigos pragmáticos y expresidentes ambos Mohamed Jatami y Akbar Hachemi Rafsandjani. Este último mostró su esperanza en que las elecciones den más cohesión al país.

Prórroga y recuento

El ministro de Interior, Mustaphah Mohamed Najar, anunció que «vista la afluencia de las urnas, el voto será seguramente prolongado» más allá de las 6 de la tarde hora local (15:00 horas en Euskal Herria) hasta bien entrada la noche.

Todo apuntaba a que los primeros resultados tendrían que esperar hasta hoy y el Consejo de Guardianes advirtió de que «nadie tiene derecho a declararse vencedor de antemano» y de que «el resultado será anunciado por el Ministerio de Interior». Hace cuatro años, el candidato pragmático Hussein Mussavi se apresuró a anunciar su victoria, que luego fue adjudicada oficialmente y tras el recuento a Ahmedinejad.

Otro de los favoritos, el alcalde de Teherán y conservador «moderado» Mohamed Bqer Qalibaf apeló a todos los candidatos a «respetar el voto de los electores». En un intento de sumar el voto más principalista, acusó a Rohani de prepararse para hacer concesiones a Occidente y mostró su total sumisión al ayattolah Jamenei.

El asesor del guía supremo y el tercero en discordia, Saíd Jalili, rechazó toda concesión.

Como siempre ocurre en Irán, las encuestas divergen. Alguna encuesta aireada por los grandes medios occidentales auguraba el triunfo parcial con el 32% de los votos a Rohani, por delante del alcalde Qalibaf. Otras encuestas dan a este el primer puesto y auguran que Jalili, que ha recibido a última hora el sostén del ayatollah Mesbah Yazdi -el mismo que apadrinó en 2005 a un desconocido Ahmedinejad- pasaría a la segunda vuelta.

La incógnita reside en el también conservador Ali Akbar Velayati, que propone una vía intermedia entre Jalili y Rohani en torno a la cuestión nuclear.

Periodistas de AFP aseguraron que la afluencia a las urnas parecía importante en Teherán (había largas colas en la entrada de la mezquita de la Plaza Tajrish), pero menor que en 2009.

ONU

El relator especial de la ONU sobre derechos humanos en Irán, Ahmed Shaheed, estima que el clima político no permitiría calificar los comicios de «libres y equitativos».

EEUU

El Gobierno de EEUU minimizó la influencia del resultado electoral en el dossier nuclear. Criticó la «falta de transparencia». Su aliado israelí insistió en que «seguirá el mismo hombre en el poder, ansiando que Irán sea una potencia nuclear».

CANADÁ

El Gobierno canadiense apeló a los iraníes a expresar por todos los medios «su deseo de libertad frente a la dictadura religiosa y militar de los ayatollahs.

La crisis económica, principal preocupación de los electores

Entre las y los iraníes que votaron ayer, unos lo hacían por deber cívico, otros por obligación, pero la crisis económica estaba en el centro de las preocupaciones de la mayoría.

Mehrdad, de 22 años, vive en el barrio residencial de Punak, en el noroeste de Teherán. Confiesa que votará por el actual alcalde y candidato a presidente Qalibaf «porque comprende las dificultades que asolan a la clase media». Coincide con el joven otra electora de 50 años de edad. «Es un buen alcalde y quiero que el próximo presidente haga algo por nosotros, y sobre todo por los trabajadores», señala.

Más hacia el centro de la capital, en un barrio acomodado, Nick» afirma que votará obligada. «Soy maestra en una escuela pública y no quería votar, pero tengo miedo de que si no lo hago no me prorroguen el contrato el año que viene», señala esta joven de 32 años. Por contra, un jubilado de 74 años insiste en la importancia de mostrar determinación ante Occidente. «No estoy satisfecho de nuestros políticos, pero hay que votar para mostrar que estamos unidos y obligar a nuestros enemigos a que den marcha atrás», señala convencido.

A la salida de la mezquita de la plaza Tajrish, un barrio más abigarrado del norte de Teherán, el chador negro tradicional es más visible que la mantilla de moda pero las preocupaciones son las mismas: inflación, alza de precios y paro.

Sobhan Mohamadi, de 23 años, quiere que el próximo presidente «arregle los problemas de la juventud para que me pueda casar. Necesito un empleo para fundar una familia», insiste este joven. GARA

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