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sociedad y medios de comunicación | Aitor Ubarretxena, Corresponsal de «El Periódico» en Donostia y responsable de la empresa infotres

«Las ruedas de prensa bien hechas siguen siendo enormemente eficaces»

Con más de veinte años trabajando como periodista y casi otros tantos al frente de una agencia de comunicación, Ubarretxena es un testigo privilegiado de la decadencia del formato de rueda de prensa, pero también un defensor de una herramienta que sirve para lanzar mensajes necesarios.


Iñaki SOTO

A la hora de analizar el valor y los problemas de las ruedas de prensa, Ubarretxena tiene la ventaja de estar a los dos lados de la barrera. Por un lado, como corresponsal, le toca cubrir algunas de las ruedas de prensa que se convocan aquí y que pueden interesar a los lectores catalanes. Por otro lado, es el responsable de Infotres (www.infotres.com), una agencia de comunicación que, entre otras muchas actividades, también convoca ruedas de prensa.

¿Qué prefiere, organizar ruedas de prensa o cubrirlas?

Lo que más me gusta es organizarlas, en el sentido de ser más partícipe de una estrategia, ver qué puntos queremos comunicar, cómo preparamos el mensaje, incluso asegurar temas «técnicos» como fotos o video... Sientes que estás generando un mensaje, facilitando la labor a los compañeros, y esa posición activa es la que me gusta. Por contra, sí entiendo que el periodista «puro» es el que va a la rueda de prensa. ¿Qué ocurre? Que de un tiempo a esta parte -quizá me esté haciendo viejo-, pero hace tiempo que las RUP han perdido mucho sentido. Como periodista esa sensación de comparecencias políticas en las que sientes que puedes coger el micrófono y tomar el punto de vista del que habla es frustrante. Porque sabes que cada uno se apega al discurso oficial y eso te desincentiva la pregunta porque conoces la respuesta, el tono y el argumento. Es frustrante, y sin embargo es lo habitual. Si a eso juntamos que los periodistas que acuden a esos actos son cada vez más jóvenes, con más prisa para ir a cubrir otro acto, reconozco que hay algo de funcionariado, de burocrático en cubrir estos actos, cuando podía ser una ocasión estupenda para buscar contradicciones, ampliar datos, hacer la labor periodística de control al que está dando la RUP.

¿Qué papel juega una RUP en un plan de comunicación?

A nivel teórico, tendrían que ser una herramienta muy puntual. Puntual porque en este contexto las plantillas están al mínimo y solo tenemos un puñado de periodistas que están atados a su puesto de trabajo. Convocar una RUP, y ahora hablo como organizador, es un lujo. «Molestar» al periodista sacándole de la redacción, llevándole a un punto concreto para quitarle dos horas de su tiempo tiene que estar motivado. Tiene que ser con el compromiso a cambio de que lo que te voy a contar es importante y en el turno de preguntas vas a poder ampliar información que no te puedo mandar en una nota, en que la presencia física aporta un valor.

¿Crees que son eficaces?

Creo que las RUP bien hechas continúan siendo enormemente eficaces. Porque su repercusión tiene dos vertientes: primera, se puede medir en repercusión posterior, cuánto sale del mensaje que has lanzado, cuánto en prensa, cuánto en radio... y haces un «clipping» para saber la repercusión obtenida. Además puedes medir cuánto hubiera costado esa repercusión si hubiéramos tenido que pagar publicidad. Sale un dineral, algo que está solo al alcance de grandes empresas, con lo cual la rentabilidad de la RUP es muy alta.

Pero tiene otra dimensión, además de la repercusión. A nosotros nos toca dar ruedas de prensa de temas sociales y nos interesa que se nos entienda, que la gente esté sensibilizada con ciertas temáticas... Esto te ayuda a mantener ese contacto, a buscar que el periodista tenga acceso a experiencias personales, a testimonios que en el día a día no tiene tiempo de seguir. Te ayuda a formar al periodista, a exponerle unos puntos de vista que le van a ayudar en su función.

¿Qué opina de las ruedas de prensa sin preguntas?

Son una aberración. Son vergonzosas desde todo punto de vista. En realidad, no son ruedas de prensa, son comparecencias.

¿Qué responsabilidad tenemos los periodistas es esto?

Mucha. Aquí hay dos temas que me molestan profundamente: la comparecencia sin opción de preguntar y la convocatoria de actos en los que no puedes estar presente. Se habla de Rajoy y su plasma, que es inaceptable, pero aquí también ha ocurrido, aunque sea «en directo». Hubo una temporada horrible por parte de todo el arco político. También están las inauguraciones de cualquier edificio oficial. Hay un atril, micrófono, alguien habla, baile, acto o lo que fuera y se acabó. Si lo que quieres es la foto, ¡sácatela y mándame una nota! Si no hay interacción, algo está fallando.

¿Existe alternativa a las RUP?

Es un debate abierto que a mí me preocupa como periodista y como agencia de comunicación. Como agencia intento siempre que mis clientes sepan que una RUP la tenemos que convocar de manera puntual, con objetivos claros, un número de portavoces limitado e intervenciones cortas y dejando espacio a las preguntas, aportando algo que no aportemos en una nota, un testimonio, un video... extras. Es fácil empatizar con la preocupación de un organizador ante la perspectiva de que a su RUP acudan cero periodistas. Sabemos el número de periodistas que pueden cubrirlas es limitadísimo, son menos del número de convocatorias. Hay una posibilidad real de que no venga nadie, eso es atroz. y te lleva a replantearte el formato. ¿Qué hago yo, qué aporto, qué encabezamiento, que anuncio hago?

Como lector, ¿qué opina de la sucesión de ruedas de prensa?

Lo que el lector percibe claramente es que hay mucho «blablablá», declaraciones, opiniones. Ejemplo claro: Pere Navarro sobre el Concierto. En mi periódico ha sido una noticia importante. Ríos de tinta de lo que dice, de la reacción a lo que ha dicho, del análisis sobre las razones por las que lo ha dicho, de las consecuencias... Luego «blablablá» multiplicado por siete medios siete días. Cincuenta declaraciones en torno a otra declaración, pero yo creo que el lector dice que es siempre más de lo mismo, una escenificación del partidismo, de intereses partidistas y electorales.

¿Cómo ve la relación entre organizadores y medios?

Pienso que los medios son fundamentales para llegar a la sociedad, y como organizador siempre agradezco el eco que hemos tenido. Por ejemplo, cuando anuncias campañas de sensibilización o iniciativas que necesitan del apoyo ciudadano y cuando notas que los medios o los periodistas se involucran más allá de la RUP, se interesan y empatizan de alguna manera con el mensaje y el emisor, te ayuda a que la sociedad se conciencie. Es muy gratificante recibir esa ayuda, que te ayuden en ese objetivo. Yo creo en mis clientes, en su mensaje, que tiene ese perfil social, y cuando veo que se les ayuda, yo agradezco esa ayuda.

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