La familia jeltzale despide a uno de los hombres fuertes del partido, Javier Atutxa. Falleció ayer, a los 75 años, a consecuencia de una enfermedad que le mantuvo hospitalizado en los últimos meses. Sus compañeros de formación calificaron de «duro golpe» la pérdida de una figura clave en la organización interna, labor a la que siempre estuvo dedicado, desde la presidencia de la Junta Municipal de Deustua hasta la del Bizkai Buru Batzar, que alcanzó en 1996 tras disputar el cargo a Luis Mari Retolaza.

Relevado por el actual lehendakari al frente de la presidencia del BBB, Atutxa siguió en la dirección del partido por decisión de la Asamblea Nacional y pertenecía a la nueva Comisión Permanente del PNV, dedicada a agilizar el funcionamiento interno. Iñaki Anasagasti destacó ayer que Atutxa vivió de su sueldo. Nunca cobro un duro del partido, enfatizó.

Su llegada a la máxima responsabilidad de la formación en Bizkaia se sitúa como la victoria del sector representado por los «jabugis», apelativo con el que internamente se distingue a dirigentes señalados del partido procedentes de la militancia en Egi que han ido situándose en cargos relevantes internos y a nivel institucional, entre los que se cita a Iñigo Urkullu, al actual presidente del EBB, Andoni Ortuzar, y al diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao.

El ahora lehendakari, cuya trayectoria personal y política ha estado muy unida a la de Javier Atutxa, dejó estas palabras en su blog: «Él nos reafirmó en cómo desde la discreción, la franqueza, el acuerdo, el respeto a la palabra dada y el trabajo se pueden defender unas ideas y construir un modelo de país y de sociedad», recordó en su blog el lehendakari».

De la mano de Atutxa, este sector, más proclive a mantener al partido al frente de la gestión institucional como principal valor, habría impuesto su proyecto en oposición a la apuesta soberanista atribuida al sector liderado por Joseba Egibar.

«No se puede contar la historia del partido en los últimos años sin poner el nombre de Javier Atutxa con letras de oro», manifestó Anasagasti, quien destacó que «era una persona que llenaba mucho el ambiente del partido y llevaba la organización con mucha eficacia». «Fue el gran promotor de una nueva generación de dirigentes del PNV que en este momento están copando la máxima representación», subrayó.

En Sabin Etxea se le conocía como «El Capi», apodo derivado tanto de su profesión como de su quehacer a nivel interno. Padre de la actual presidenta del BBB, Itxaso Atutxa, es suegro de Aitor Esteban, portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados.

El secretario de relaciones institucionales del PNV, Koldo Mediavilla, escribió ayer en su blog que Atutxa «no temía enfrentarse, de cara, con las ideas que no compartía». «Eso le trajo la incomprensión de algunos y hasta las maledicencias de otros. Pero él siempre supo defender su verdad. Fue un presidente del Bizkai Buru Batzar rígido. Estricto. Como lo necesitaban los tiempos en los que agotó mandato. Gracias a él estamos donde estamos», afirmó.

El presidente del PP de Bizkaia, Antón Damborenea, destacó el carácter «honesto y dialogante» del dirigente jeltzale, que ejemplificó en el pacto alcanzado en el Ayuntamiento de Bilbo entre PNV y PP en 1995.