conflicto entre washington y moscú
Obama anuncia que EEUU «se toma una pausa» en su relación con Rusia
El presidente de EEUU, Barack Obama, anunció que Washington «se toma una pausa» en su relación con Rusia, tras reiteradas confrontaciones en temas como la defensa antimisiles, las relaciones comerciales, la guerra en Siria y, finalmente, el asilo a Edward Snowden. Obama criticó la «retórica antiamericana» de Vladimir Putin, mientras los máximos responsables de Exteriores y Defensa de ambas potencias trataban de rescatar intereses comunes.
GARA | WASHINGTON
El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció ayer su intención de «tomarse una pausa» en las relaciones con Rusia para reevaluar las mismas. Obama se refirió así a la decisión de anular la reunión que estaba previsto que mantuviera con el presidente ruso, Vladimir Putin, en Moscú el próximo mes de setiembre.
Las relaciones entre ambas potencias han caído a un nivel que no se había visto en años, hasta el punto de que Obama anuló el miércoles la cumbre prevista con Putin en Moscú, antes de la cumbre del G20, que tendrá lugar los días 5 y 6 de setiembre en San Petersburgo.
«Creo que siempre ha habido cierta tensión en las relaciones Estados Unidos-Rusia tras la caída de la Unión Soviética», explicó Obama en rueda de prensa desde la Casa Blanca. «Francamente, hay un amplio abanico de cuestiones en las que creemos que podemos lograr avances, pero Rusia no se mueve», indicó.
Indicó que «la decisión de no participar en la cumbre no fue exclusivamente por el caso Snowden», en referencia al extécnico de la NSA que reveló los programas de espionaje masivo de EEUU.
«Este último episodio es solo uno en una serie de diferencias en los últimos meses, en torno a Siria o los derechos humanos. Creemos que es apropiado para nosotros ver hacia dónde se dirige Rusia y reevaluar nuestra relación».
«Retórica antiamericana»
En cuanto a su relación con Putin, Obama aseguró que no tiene «una mala relación personal», pero añadió que durante el mandato del anterior presidente, Dimitri Medvedev, hubo «importantes progresos».
Y lanzó su crítica al presidente ruso indicando que, con su regreso al Kremlin «vimos más retórica antiamericana que recuperaba viejos estereotipos. Y le he alentado a mirar hacia adelante y no hacia atrás en estos asuntos». En cualquier caso, rechazó la idea de retirar a Estados Unidos de los próximos Juegos Olímpicos de Invierno, que se celebrarán en la ciudad rusa de Sochi, como han pedido varios miembros del Congreso por las medidas contra homosexuales adoptadas en Rusia. A su juicio no sería «no sería apropiado boicotear los juegos, aunque nadie está más ofendido que yo por alguna de la legislación antihomosexual en Rusia».
Casi al mismo tiempo, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, afirmaba desde la embajada rusa en Washington que «no hay Guerra Fría» con Estados Unidos, expresión utilizada el martes por Obama, y que el caso Snowden no pesaba sobre las relaciones entre ambas potencias.
Poco antes de la intervención de Obama, Washington y Moscú quisieron poner de relieve sus intereses comunes en el escenario internacional, como el desarme o la no proliferación de armamento nuclear, a pesar de las tensas relaciones complicadas por el caso Snowden y que han llevado a anular la cumbre entre los presidentes.
Así, el Departamento de Estado de EEUU fue el escenario de un cara cara bautizado como «2+2» entre los secretarios de Estado y de Defensa estadounidenses, John Kerry y Chuck Hagel, respectivamente, con sus homólogos rusos Sergei Lavrov y Sergei Shoigu.
De entrada, Kerry subrayó «una relación muy importante entre Estados Unidos y Rusia, marcada a la vez por intereses compartidos y a veces por intereses chocantes y conflictivos». Jugador de hockey, al igual que Lavrov, Kerry utilizó una analogía relacionada con este deporte: «como en diplomacia, a veces hay choques».
«No es un secreto: hemos estado confrontados en varios desafíos y no solo por el caso Snowden», reconoció el responsable de la diplomacia estadounidense, en referencia al extécnico de la NSA que ha desvelado los programas de espionaje masivo de EEUU y ha encontrado asilo temporal en Rusia.
Si los vínculos entre ambos países ya acumulaban notables diferencias, se han tensado aún más después de la decisión del Gobierno ruso de garantizar asilo al extrabajador de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) Edward Snowden, después de que Estados Unidos hubiera reclamado su entrega para procesarlo por cargos de espionaje.
Obama acudirá a la cumbre del G20 en setiembre a San Petersburgo pero la suspendida reunión de Moscú con Putin no será sustituida por otra en ese evento, según confirmó el consejero diplomático del Kremlin, Yuri Ushakov, que aseguró que, de todas formas, Rusia no adoptará medidas de represalia contra Estados Unidos por este desplante, sin precedentes desde la década de la Guerra Fría.
Evitar el caos en Siria
El secretario de Estado aseguró que Washington y Moscú, pese a sus marcadas diferencias, deben ponerse de acuerdo sobre la estrategia en Siria. Aunque ambos Gobiernos difieren en aspectos clave de la crisis, Kerry sostuvo que «nosotros y nuestros países estamos de acuerdo en evitar el colapso institucional y la caída en el caos, por lo que la última respuesta es una solución política negociada».
En su discurso de apertura de la reunión, Lavrov se hizo eco de las palabras de Kerry y subrayó la necesidad de lograr conseguir que tanto el Gobierno sirio como los rebeldes se reúnan en Ginebra para iniciar sus conversaciones.
Tampoco ocultó que existen diferencias pero también «una responsabilidad compartida», sobre Siria, así como para evitar la proliferación de armas de destrucción masiva», o en la «defensa antimisiles».
«Hoy discutiremos sobre estas diferencias, pero este encuentro sigue siendo importante por encima de las colisiones y momentos de desacuerdo», aseguró Kerry. El secretario de Estado incidió en la importancia de que ambos países sean claros sobre sus diferencias pero que también busquen avanzar en las cuestiones de defensa de misiles, Afganistán, las disputas nucleares con Irán y Corea del Norte y la guerra siria.
El presidente de EEUU aireó de nuevo la amenaza de Al Qaeda al afirmar que tiene capacidad de atentar contra embajadas e intereses del país y, por ello, instó a «seguir vigilantes». «No vamos a eliminar por completo el terrorismo, pero podemos debilitarlo», afirmó.
Obama se reunió ayer con los dirigentes de los gigantes de la informática y las telecomunicaciones, entre ellos Apple, Google y AT&T, para abordar el programa de espionaje estadounidense de la NSA, según el diario «Politico».
«No creo que el señor Snowden sea un patriota», afirmó el presidente de EEUU, Barack Obama, durante su rueda de prensa. «Existían otros canales para alguien cuya conciencia estuviese inquieta», afirmó Obama e instó Snowden a presentar sus argumentos ante un tribunal «si cree que lo que hizo estaba bien». Pero las revelaciones de el extécnico de la NSA Edward Snowden sobre los programas de espionaje masivo a través de las telecomunicaciones e internet han provocado la inquietud, cuando no el abierto rechazo en el mundo. Hasta han conseguido que Obama reconozca que «dada la historia de abusos cometidos por los gobiernos, es correcto cuestionarse la vigilancia». Reiteró que el objetivo de su Gobierno no es espiar a los ciudadanos «sino protegerlos», pero admitió que «no me basta a mí como presidente confiar en estos programas. El pueblo americano también debe tener confianza en ellos».
Por ello, se ha visto obligado a anunciar una serie de reformas en nombre de la «transparencia». El presidente de EEUU anunció cuatro medidas específicas para dar aumentar la transparencia del espionaje estadounidense, entre ellas impulsar la reforma de la Sección 215 de la Ley Patriota, aprobada por George W. Bush, pero que el actual presidente ha mantenido durante su mandato, que autoriza la recolección de datos de las llamadas telefónicas y la navegación por internet de los estadounidenses. El segundo paso contempla negociar con el Congreso la reforma del tribunal encargado de supervisar la aplicación de la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera, que regula el espionaje en el extranjero.
Además, dijo que su Gobierno dará al público «la mayor cantidad de información posible» sobre esos programas y que el Departamento de Justicia publicará los argumentos legales que amparan la Ley Patriota. La NSA también nombrará a un responsable de «la vida privada y las libertades públicas», y se creará un grupo de expertos que recomienden cómo mejorar los programas. «No estamos viendo que el Gobierno esté abusando de estos programas, escuchando llamadas o leyendo inapropiadamente correos electrónicos», se defendió. No obstante, dijo que «es entendible» que la población esté preocupada dada la polémica generada y las denuncias de que el Gobierno actúa como una especie de «Gran Hermano» que lo controla todo, y admitió que él también lo estaría si fuera un ciudadano común. «La NSA no tiene interés en hacer otra cosa que asegurarse de cómo podemos evitar un ataque terrorista», afirmó Obama. GARA
Lavabit y Silent Cicle, dos servicios de correo electrónico encriptado que supuestamente usaba el extécnico de la NSA Edward Snowden, han sido cerrados, según anunciaron ayer ambas firmas en sendos comunicados. Lavabit aduce presiones legales. Su propietario Ladar Levison, afirmó que se «ha visto obligado a tomar una decisión difícil: convertirme en cómplice de los crímenes contra el pueblo estadounidense o alejarme de casi diez años de duro trabajo». Agregó que tras haber reflexionado durante mucho tiempo, «he decidido suspender las operaciones» y añadió que «ojalá pudiera compartir con ustedes legalmente los acontecimientos que han motivado mi decisión, aunque no puedo. Esta experiencia me ha enseñado una lección muy importante: sin la intervención del Congreso (de EEUU) o de un fuerte precedente judicial, no recomendaría a nadie confiar sus datos privados a una empresa con vínculos físicos a los Estados Unidos». También sugiere que tratará de buscar, desde el punto de vista legal, la forma de reabrir este servicio de correo electrónico. Por su parte, Silent Circle afirmó que ya no se dan las condiciones de seguridad necesarias en su servicio, por lo que lo ha «suspendido preventivamente» para «evitar el espionaje». GARA
Snowden, que vive en el máximo secreto en algún lugar de Rusia, puede viajar libremente por el país y trabajar, excepto en puestos oficiales del Estado, según el servicio de Migración ruso pero no el nivel de peligro se lo impide, según su abogado.
