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Eva Blanco De Angulo y Oskar Matute García de Jalón | Miembros del grupo parlamentario de EH Bildu

¿Lo primero son las personas?

Donde queda más patente el océano de desconocimiento de la parlamentaria del PNV en esta cuestión es cuando se atreve a concluir que el MAPS es un negocio privado. Le aclaramos que el MAPS de Gurutzeta es una entidad jurídica sin ánimo de lucro, con vocación de servicio público y sin bienes patrimoniales

Hace pocos días, diversos medios de comunicación escrita reprodujeron el artículo «Coherencia también es salud mental» de la parlamentaria del PNV Josune Gorospe, en el que vertía diferentes opiniones sobre la posición de EH Bildu y otros partidos en relación con la proposición no de ley aprobada el pasado día 30 de julio en el Parlamento instando al Gobierno vasco a mantener el Módulo de Asistencia Psicosocial de Cruces (MAPS) en condiciones equivalentes a las mantenidas por el citado módulo hasta el 31 de diciembre del 2012 durante más de 20 años.

Nuestra pretensión con este artículo no es entrar en una inútil y estéril guerra de «y tú más», tan en boga en cierta clase política y tan denostada, con toda lógica, por la ciudadanía. Nuestro objetivo es desmontar las duras descalificaciones de las que fuimos objeto y contribuir si es posible a la necesaria reflexión para defender un modelo de protección social público e integrador, hoy puesto en entredicho por las fuerzas sumisas al orden, o desorden sería mejor decir, económico imperante.

Fuerzas sumisas que nos dicen una y otra vez que las personas cuentan, pero a las que el negocio les pesa más. Una sumisión que consiste en recortar a los y las de siempre, los y las de abajo, para sostener, como si de un mal decorado de cartón piedra se tratara, un aparente sistema de bienestar que blinda los privilegios de unos pocos a costa de los derechos de la mayoría.

La parlamentaria del PNV acusa a EHBildu de hipocresía, porque según sus textuales palabras, pedimos «concertar un servicio que ya se ofrece sin lagunas asistenciales». ¿Es cierto que dicho servicio se ofrece sin lagunas asistenciales? Nuestra respuesta, y la de más 5.000 personas, vecinos y vecinas, personas usuarias que solicitaron el mantenimiento de dicho centro, es que no.

La ampliación del Centro de Salud Mental de Barakaldo en que se escudan para cerrar el Módulo no supone, de facto, la asunción de todas la facetas o campos de trabajo que desde hace más de 30 años viene desarrollando dicho servicio. Un trabajo que ha contado con reconocimientos variados que van desde el Ararteko, la propia Osakidetza y, lo más importante, los y las pacientes, esto es, las personas.

Desconocemos si la parlamentaria del PNV está al tanto de que, junto a la atención en salud mental, el MAPS de Gurutzeta viene realizando de forma complementaria y coordinada diferentes programas psicosociales como son el apoyo en trastornos adaptativos no específicos de salud mental; tales como el apoyo en problemas sociales, conflictos filio-parentales, colaboración con Ekintza-Aluviz para la atención a ludopatías. A propuesta del propio Departamento de Sanidad, allá por 2006, también funciona el programa de asistencia especializada en violencia de género o violencia hacia las mujeres, el programa de intervención y/o atención especializada de infancia y adolescencia infractora o con problemas de conducta, la atención a inmigrantes con problemas psicosociales y un largo etcétera.

La parlamentaria del PNV remarca que la decisión de cierre del centro es imputable al anterior ejecutivo presidido por el PSE. Nada que objetar, pero igualmente reprochable tanto si lo decidió el PSE como si quien lo ejecuta es el PNV. Es más, parece evidente que si quien en teoría tiene poder para evitar dicho cierre, el actual Gobierno vasco, decide finalmente cerrarlo, es porque comparte la visión que impulsó a los anteriores a promover la ruptura o denuncia del convenio.

Y esa visión, conviene recordarlo, choca frontalmente con la opinión expresada en dos ocasiones por el pleno municipal de Barakaldo de forma unánime, es decir, con el apoyo del PNV de Barakaldo incluido, exigiendo el mantenimiento de dicho centro. ¿Será que sus propios compañeros y compañeras jeltzales de Barakaldo desconocen la «fabulosa» red asistencial existente en Barakaldo que hace innecesario dicho módulo?

Se nos señala igualmente que volver a concertar con el MAPS de Gurutzeta «redundará en una peor calidad en la prestación del servicio.» ¿En qué se basa para aseverar semejante cuestión? En los estándares de Osakidetza. Bien, pues nos atrevemos a poner en conocimiento de la parlamentaria del PNV que el MAPS de Gurutzeta ha venido funcionando absorbiendo un 90% de pacientes derivados directamente de Osakidetza. ¿Tenemos que creer, pues, que les desviaban a un servicio de peor calidad, según sus propios estándares, de forma consciente?

Durante su prolongado funcionamiento como módulo ha contado con el beneplácito y la aprobación de Osakidetza para que dispensaran recetas oficiales y volantes de analítica de la propia Osakidetza. ¿Permitían de forma deliberada tal reconocimiento a la labor del centro sin cumplir dichos estándares?

En la actualidad, y estando desde enero del 2013 fuera de todo tipo de relación con Osakidetza, conviene señalar que no se ha reducido apenas la lista de pacientes, y es que en diciembre de 2012 atendían a 897, mientras que en el primer semestre de 2013, han atendido 3.725 consultas. Hablamos de personas que siguen demandando del MAPS sus servicios, aun cuando deben pagar en la actualidad por ellos.

Por otra parte, el citado centro sigue participando de forma activa, junto con otros centros de Osakidetza, en el grupo de trabajo creado para el tratamiento de la BTS depresión.

¿Acaso no queda reflejado de forma evidente que esa «peor calidad» de la que habla la parlamentaria del PNV no se sostiene? De no ser así, ¿deberíamos concluir que el departamento ha estado administrando un servicio de peor calidad de forma consciente y deliberada?

Somos muchos y muchas las personas que pensamos que Euskal Herria tiene una deuda pendiente con Ezkerraldea y con sus gentes, y que esa deuda todavía no se ha saldado, ni mucho menos, y no nos gustaría pensar que en este tema también, el de la salud mental, Ezkerraldea juega y ha jugado en categorías inferiores a la de otras zonas de Euskal Herria de forma deliberara y consciente.

Pero, sin duda, donde queda más patente el océano de desconocimiento de la parlamentaria del PNV en esta cuestión es cuando se atreve a concluir que el MAPS es un negocio privado. Le aclaramos que el MAPS de Gurutzeta es una entidad jurídica sin ánimo de lucro, con vocación de servicio público y sin bienes patrimoniales, no como los destinatarios de jugosos convenios y terrenos en Euskal Herria para asentarse, que tanto apoyo y estímulo encuentran en su partido, el PNV.

Como le decíamos, el MAPS de Gurutzeta se creó en 1979 por un grupo de mujeres con problemas y con el apoyo de los movimientos sociales, vecinales y populares de la época. Una realidad que en Euskal Herria tuvo muchas expresiones similares nacidas de la lucha popular y la movilización social en diferentes localidades ante la carencia de la mínima cobertura social pública a sus necesidades. De todas estas realidades, subsisten cuatro en el Bilbo metropolitano. Tres en Bilbo que siguen manteniendo su convenio con Osakidetza, sin problema alguno y con prestaciones análogas a la del MAPS de Gurutzeta, y el módulo de Gurutzeta separado de cualquier relación con Osakidetza desde enero de este año y condenado con dicha decisión al cierre.

Suponemos que al leer el origen, naturaleza y objetivos del MAPS y otros centros similares y las «lagunas asistenciales» que todavía hoy tiene Osakidetza, entenderá mejor el apoyo incondicional y coherente, tanto en Barakaldo como en el Parlamento, que EH Bildu ha mantenido y va a mantener. Sostenemos que el bajo coste de sus servicios, unido a su atención a colectivos en riesgo de exclusión social, hace aconsejable llegar a un acuerdo para mantener dicho MAPS de Gurutzeta.

¿Hará el Gobierno del PNV caso omiso a la decisión del Parlamento vasco del 30 de julio de 2013, a la recomendación del Ararteko expresada en sede parlamentaria en marzo del 2013, a la decisión unánime del Ayuntamiento de Barakaldo y las posiciones de sindicatos como ELA, LAB, CCOO, UGT y ESK, todas ellas pidiendo la renovación del convenio de dicho centro?

Si el lehendakari ha expresado en diferentes ocasiones que el Parlamento es el lugar donde reside la soberanía popular, ¿atenderá el requerimiento que le hace? Si el PNV sostiene que la reforma recentralizadora del PP quiere ahogar y dejar sin competencias las instituciones locales, ¿desoirá al Ayuntamiento de Barakaldo, y a su propio grupo en Barakaldo, y no tendrá en cuenta dicha posición?

No tenga nadie ninguna duda de que, nosotros y nosotras, las mujeres y hombres de EH Bildu, seguiremos defendiendo una sanidad pública vasca, de calidad, gratuita y universal para el conjunto de la ciudadanía de Euskal Herria, y es por ello que nos negamos a que Ezkerraldea sea una excepción, y nos mantendremos alerta ante cualquier intento de devaluarla aun más, ya sea por la vía de recortes, ajustes o racanería en el gasto en servicios necesarios, mientras la mano derrochadora con los recursos de todos y todas prefiere favorecer a empresas médicas que, esas sí, son un auténtico negocio con fines privados.

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