Las cuatro finales de ayer en formato de carrera cumplieron fielmente los pronósticos en categoría femenina, mientras en la masculina hubo alguna sorpresa. Abeba Aregawi, etíope hasta diciembre y ahora sueca, era el nombre que figuraba en todas las apuestas para ganar el 1.500. Pese a los intentos de Jennifer Simpson por neutralizarle, la estadounidense que defendía título y soñaba con repetir como habían hecho sus predecesoras Tomashova y Jamal, se tuvo que rendir a la evidencia y conformarse con la plata.

Un buen premio con Aregawi de por medio, capaz de recorrer la última vuelta en 58.89 y dar fe de su velocidad terminal (4:02.67). La keniata Hellen Onsando Obiri (4:03.86) se benefició del bronce, pese a que otras atletas como Genzebe Dibaba, la hermana pequeña de la campeonísima Tirunesh, peleó por estar entre las mejores pero terminó décima. Mary Cain, la benjamina de la prueba y del equipo estadounidense con sus 17 años, fue décima. La final ya era un objetivo suficiente si se trata de coger experiencia.

Precisamente, experiencia y títulos le sobran a Ezekiel Kemboi, doble campeón olímpico en Atenas'2004 y Londres'2012, que ayer consiguió su tercer título mundial consecutivo en 3.000 metros obstáculos. También es subcampeón mundial en París'2003, Helsinki'2005 y Osaka'2007. Su palmarés impresiona, casi tanto como sus bailes y sus peinados. Un fijo en el podio pese al nivel de su país.

La disciplina que mejor se adapta a los fabulosos atletas keniatas, acostumbrados a franquear obstáculos en los lugares que habitan en su vida diaria, es para ellos la prueba más prestigiosa. Cuando el keniata Cherono se convirtió en el qatarí Saif Saaeed Shaheen y batió a Kemboi en París'2003 y Helsinki'2005, «fue un drama para el país, la gente lloraba», recuerda la prensa de Nairobi.

Presente y futuro

Kenia ha convertido los 3.000 metros obstáculos, donde suma dos tripletes mundiales, en un asunto particular así que la lucha es interna y externa. A sus 31 años, Kemboi se impuso al joven Conseslus Kipruto, de 18, que está llamado a sucederle.

Kiproto ha confirmado esta temporada las grandes posibilidades que se le suponen a alguien que ha despuntado en sus primeras etapas. El campeón mundial cadete y junior se las prometía felices, pero Kemboi es perro viejo, tiene muchos campeonatos en sus piernas y aún resiste (8:06.01).

El francés Mekhisi, doble subcampeón olímpico en Beijing'2008 y Londres'2012, evitó el triplete keniata.

Hubo sorpresa en los 400 metros vallas. Jehue Gordon, campeón mundial junior, es ahora también el absoluto. El trinitense firmó la mejor marca mundial (47.69) en una ajustada victoria con el estadounidene Tinsley (47.70) dejando fuera del podio a Cisneros, Culson y a Felix Sánchez. El dominicano, que dentro de dos semanas cumplirá 36 años, llegó a Moscú con la calculadora encendida.

En sus planes no entraba la posibilidad de quedarse fuera del podio -«si consigo la de oro, seré el primero tres veces campeón de mi prueba. Si gano cualquier otra presea, tendré cuatro en Mundiales y seré el más laureado»-. Se quedó sin nada, fue quinto. Doble campéon mundial y olímpico, en los últimos tiempos de una carrera longeva alienta a los latinoamericanos. En los días previos, apostó por Gordon y el joven trinitense, que debutó en Berlín'2007, se lo creyó.

En las vallas femeninas, Zuzana Hejnová ha progresado mucho desde que ganara el bronce en Londres. Lleva imbatida once carreras, era la favorita y lo demostró dejándose el aliento para firmar 52.83 mejorando la mejor marca del año que también era suya. Esta checa de 26 años logró así el mayor éxito de su carrera deportiva.

Aregawi se confirma en el 1.500, Kemboi logra su tercer título, y las vallas son para Gordon y Hejnová.