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Bandera de la concha 2013

Zumaia cumple su sueño dorado y celebra emocionada la victoria

Zumaia tenía la VI Bandera Femenina de La Concha en su mano, pero refrendó su victoria llevándose también la tanda de ayer. La «Telmo Deun» aguantó el potente arranque de Pasai Donibane e Hibaika, y remató a sus rivales a partir de la ciaboga. Después de un largo de vuelta de pleno deleite, las remeras zumaiarras estallaron en alegría y llanto en la meta.

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Arnaitz GORRITI

Sonrisas y lágrimas. Saltos y cánticos. Gritos al viento y susurros al oído. Todo eso y más provino de la embarcación de Zumaia, que se llevó con absoluta autoridad la sexta edición de la Bandera Femenina de La Concha. La «Telmo Deun» tenía casi 12 segundos de margen respecto a Hibaika, pero cerró la temporada de 2013 a lo grande: ganando la tanda, y disfrutando de un largo de vuelta de puro deleite.

«Hasta ahora solo teníamos el mástil y ahora tenemos la bandera al completo», reconocía Nagore Osoro. La patrona vizcaina era fiel reflejo de la alegría desbordada entre las zumaiarras. Después de contener a sus remeras durante el largo de ida -«con cabeza», les repetía- ante la fuerte arrancada de Pasai Donibane -ayer recuperó sus mejores sensaciones- e Hibaika, la menuda guerrera de Ondarroa arengaba a su tripulación para que disfrutara del sueño hecho realidad. «¡El sueño se va a cumplir», les decía, al tiempo que repasaba una por una los nombres de sus compañeras en el bote y se permitía ocurrencias como el «surfing Basque Country», aprovechando que la «Telmo Deun» rompía definitivamente la regata tras cazar un par de olas consecutivas, mientras que Hibaika, Pasai Donibane y Mecos -que, con todo, ofreció una imagen más aseada- se quedaban atrapadas en un oleaje que los propios expertos definían como «sucio».

«El primer pleno»

Hibaika y Pasai Donibane lo daban todo desde el inicio. De hecho, la patrona de la «Madalen», Aiala Uribelarrea, recordaba a sus remeras que «vamos a por la bandera. Hay que tener confianza, porque podemos hacerlo». De hecho, Zumaia partía desde la calle uno, un emplazamiento incómodo para el viento sur que soplaba y que ensuciaba un tanto el oleaje.

Pero pronto se vio que Zumaia tenía la sartén por el mango y que Hibaika no terminaba de sacar su mejor remada. Zumaia aguantó el primer envite y apretó cerca de la ciaboga. Con las lecciones del pasado bien aprendidas, la «Telmo Deun» dejó clavadas a las adversarias a la salida de la maniobra y, una vez que adquirieran la trainera de ventaja, el largo de vuelta se convirtió en una fiesta que terminó en lágrimas de emoción.

Por detrás, pese al acoso de una Mecos mucho más competitiva que en jornadas anteriores, Pasai Donibane e Hibaika se marcaban un cara a cara muy bonito en pos de la segunda plaza. Pese al evidente progreso de las de Orereta, esta vez «Batelerak» no bajó su nivel, y a escasos tres segundos de Zumaia, conservó la segunda plaza de la tanda, aunque no de la regata. Si el progreso del remo femenino continúa -incluyendo al menos un buen barco gallego- La Concha femenina promete fuertes y preciosas emociones.

En cabeza, Nagore Osoro se permitía soltar el timón para llevarse las manos a la cabeza, mientras intentaba reprimir el llanto provocado por la emoción y la tensión. La tanda iba a caer para Zumaia y, por ende, también la bandera. Empezaba a ser hora de desatar las pasiones.

«Disfrutándolo a tope»

«Esto es increíble», relataba la patrona de Zumaia. A la altura de la isla de Santa Clara les decía a las remeras que había que gozar de la victoria, pero ellas me replicaban que esto aún no había terminado. Hemos tenido que sufrir mucho para llegar hasta aquí. Hay gente que lleva en el club desde pequeña, y ahora podemos disfrutar», reconocía Nagore Osoro.

«Ha sido una regata muy emocionante», reconocía la ondarroarra June Aranbarri, ya a bordo del «Ciudad de San Sebastián», lugar en el que las zumaiarras recogían la bandera. «Esta regata demuestra que el trabajo y el sufrimiento tienen su fruto. Vemos que media Zumaia y media Ondarroa ha venido a celebrar este éxito y ahora vamos a disfrutarlo a tope. Momentos como este tal vez no los podamos volver a vivir nunca más y es algo tan bonito, como la celebración en el pueblo. Ha sido la guinda al pastel», dijo.

Libana Taboada, una de las veteranas de Zumaia, con la voz ronca y la emoción en vilo, definía su triunfo como «estar en el cielo. Nos lo hemos llevado todo: Ligas, campeonatos y ahora La Concha, y lo estoy viviendo con pasión. La temporada ha sido perfecta. Incluso las derrotas nos ayudaron a espabilar, y ahora esto es estar en el cielo».

el cielo

Libana Taboada: «Después de tantos años de trabajo y sufrimiento, este año nos ha salido perfecto. Lo hemos ganado todo y ahora La Concha. Esto es el cielo».

«Somos el primer club con La Concha en chicos y chicas»

Zumaia no solo se convertía en el primer club de Euskal Herria en llevarse la bandera femenina, después de las victorias gallegas en las cinco anteriores ediciones, sino que, como dijera el presidente del Club de Remo Aita Mari Ángel Etxaniz, «nos hemos convertido en el primer club -y subrayó el concepto de club- en tener en su palmarés la Bandera de La Concha tanto en categoría masculina como en femenina». Henchido de orgullo, Etxaniz era un hombre feliz que podía presumir de sus éxitos después de muchos años de trabajo, y muchas veces sin ningún premio. Así las cosas, el principal mandatario del Club de Remo Aita Mari anunciaba además que, «en medio de las banderas que ganamos en 1984 y 1987, vamos a poner la bandera de hoy. La espera ha sido larga, de 26 años, pero ha valido la pena». A. G.

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