Serena Williams, número uno del mundo, revalidó el título del Open de Estados Unidos al vencer en la final por 7-5, 6-7 y 6-1 a la bielorrusa Victoria Azarenka, segunda favorita, que también había sido la perdedora en la pasada edición. La estadounidense logró su quinto título en este torneo, en 15 participaciones, y llegó a los 17 títulos en campeonatos del Grand Slam.

De este modo, la menor de las Williams se coloca a un solo título de poder alcanzar en el palmarés a sus compatriotas Martina Navratilova y Chris Evert, ambas en el cuarto lugar de la lista de todos los tiempos. Si a sus 31 años Serena consigue mantener este nivel, incluso puede plantearse superar a otras dos legendarias tenistas.

Se trataría de Helen Wills Moody, tercera en el citado ránking, con 19 torneos ganados de los cuatro grandes, y Steffi Graf, que ostenta la segunda mejor marca de la historia al haber sumado a su palmarés 22 triunfos de Grand Slam. Más complicado lo tiene para llegar hasta los históricos 24 títulos que ostenta la legendaria Margaret Court.

La decimoséptima victoria de Serena Williams se fraguó en sus demoledores golpes y fuerza física frente al tenis más técnico y elegante de Azarenka. Una vez más, la norteamericana se mostró muy superior y puso el 13-3 a su favor en el duelo particular entre ambas jugadoras, además de convertirse en la tenista de más edad en revalidar este Open y firmar su noveno éxito individual de la temporada, con un balance de 67 partidos ganados y solo 4 perdidos.

Intratable en el tercer set

La historia del encuentro comenzó a resolverse a partir del undécimo juego, cuando Azarenka comenzó a sufrir los efectos del brutal desgaste que había hecho hasta entonces y volvió a sufrir su segunda ruptura de servicio. Fue suficiente para su rival al sentenciar la primera manga en el posterior servicio de la norteamericana.

A pesar de que el segundo set no comenzó bien para la bielorrusa -sufrió dos rupturas de saque-, poco a poco se fue recuperando, lo que provocó las dudas de Serena Williams, cometiendo errores no forzados que derivaron en un tie break, en el que la europea se mostró más sólida.

Todo se iba a decidir en el tercero, pero ahí la estadounidense se mostró intratable, rompiendo en dos ocasiones el servicio de su oponente, dejándole con apenas un juego en su casillero. «Es algo grandioso volver a conseguir el título en Nueva York y ante una rival como Azarenka, que es una excelente jugadora y persona», valoró Williams.

La final masculina entre Nadal y Djokovic se disputaba anoche (23.00), y seguía en juego al cierre de esta edición.