La Audiencia ratifica la condena contra un ertzaina tras el desalojo de Kukutza
La Audiencia de Bizkaia ha ratificado la condena contra un agente de la Brigada Móvil que agredió a una joven en la rotonda de Ametzola horas después del desalojo violento de Kukutza. Los magistrados insisten en que el ertzaina «propinó una patada de forma innecesaria».
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
El miembro de la Brigada Móvil de la Ertzaintza que en la tarde del 21 de setiembre de 2011 propinó una patada en el abdomen a una joven en Ametzola, junto al acceso a la estación, ha sido condenado por la Audiencia de Bizkaia a una pena leve de 45 días de multa -que le supondrá pagar 540 euros- y a abonar una indemnización de 160 euros.
Los hechos se produjeron después de que la Policía autonómica llegase a Errekalde con maquinaria pesada para demoler el edificio que albergaba a Kukutza III y arremetiese contra las miles de personas solidarias con aquel proyecto de autogestión juvenil.
El tribunal desestima los argumentos del Departamento de Seguridad e insiste en declarar probado que el agente «propinó una patada de forma innecesaria». La agresión tuvo lugar a más de 800 metros de donde se encontraba el emblemático gaztetxe y sin que en ese lugar se estuviera produciendo incidente alguno.
En la sentencia se incide en «la desproporción numérica y de medios existente entre los agentes policiales y la denunciante y su acompañante», remarcando que la joven en ningún momento hostigó a los ertzainas.
Desde Kukutzaren Elkartasun Taldea recordaron que durante el desalojo de Kukutza III resultaron heridas o contusionadas por la actuación policial una decena de personas, con al menos 103 partes médicos que derivaron en medio centenar de procedimientos judiciales.
En la mayoría de los casos fueron archivados ante la imposibilidad de identificar a los ertzainas agresores. En este caso, se conoció su identidad gracias a la investigación interna efectuada por la Unidad Disciplinaria de la Ertzaintza a requerimiento del juez instructor. Antes, la Jefatura de Unidad de la comisaría de Bilbo y el jefe de Unidad de la Brigada Móvil llegaron a responder al juez que «no era posible identificar al agente que lanza una patada» contra la joven debido a que todos ellos actuaron enmascarados y no portaban número ni signo identificativo alguno.
Con esta sentencia, que es firme, ya son cuatro las dictadas en relación con el desalojo y derribo de Kukutza III. En los juicios contra personas acusadas de participar en desórdenes públicos, la mayoría han sido absueltos, siendo tan solo encontradas culpables de una falta tres de las diez personas que participaron en una sentada en la calle Gordoniz. La del ertzaina es la condena más contundente.
«Esta sentencia es un botón de muestra más de la violencia policial que se viene empleando en nuestras calles, una excepción que confirma la regla de impunidad con la que los agentes de policía atacan a quien se les ponga delante», valoran desde Kukutzarekin Elkartasun Taldea.