Finlandia quiere mejorar la relación entre Rusia y la UE
HELSINKI
La república escandinava de Finlandia asumió ayer la Presidencia semestral de la Unión Europea con los objetivos, pocos pero prácticos, de impulsar la innovación en el plano interior y reforzar la cooperación con Rusia, poderoso vecino, en el exterior.
Quinto país de la UE por su superficie, pero apenas poblado (5,2 millones de habitantes), Finlandia se propone llevar las riendas europeas con eficacia y transparencia, como única manera de afrontar el problema central al que se enfrenta la Unión en estos momentos, que es la pérdida de legitimidad del proyecto europeo entre los ciudadanos. Así lo anunció esta semana el primer ministro, el liberal Matti Vanhanen, quien en un encuentro con medios de comunicación internacionales reconoció que la UE «tiene que demostrar por qué es necesaria», dado que su misión original lograr la paz y extender la estabilidad en Europa «ya no basta» para ganarse el aprecio de la gente.
Vanhanen ha convocado a sus homólogos europeos a una cumbre que se celebrará en la localidad finlandesa de Lahti el 20 de octubre, conforme al esquema restringido e «informal» que inauguró el primer ministro británico, Tony Blair, en Hampton Court en 2005, para hablar del futuro de la economía europea. A la cena ha sido invitado el presidente de Rusia, Vladimir Putin, con quien los Veinticinco desean conversar sobre todo acerca de la política energética antes de que llegue el invierno. Rusia, con la que comparte una frontera de más de 1.000 kilómetros, es la gran prioridad exterior de la Presidencia finlandesa recién inaugurada.
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