Lo que está haciendo el Gobierno de Israel con el pueblo palestino es insufrible. La desmesura es tan grande, que no entiendo esta pasividad generalizada. El desastre humanitario va a dejar odios eternos. Alguien debe parar a los radicales imperialistas israelitas porque el desastre llegará y será bíblico. Miren en Irak, ayer más de setenta muertos y otras tantos heridos, y se trata de uno de los episodios que diariamente se suceden. ¿No es el mismo drama Irak y Palestina? ¿No es el mismo crimen imperialista? Yo juraría que sí. Y el silencio internacional es tan criminal como los tanques y las guerras terroríficas que están desatando esos poderosos ejércitos de la destrucción.

Si de Irak hay secuestro de imágenes, de Gaza hay prepotencia audiovisual. Nos muestran docenas de tanques, trayectorias de misiles destruyendo objetivos civiles, despliegues del poderío militar e imágenes de la desolación, de las ruinas de casas, de cuerpos destrozados por los asesinatos selectivos. Son dos maneras de utilizar las imágenes televisivas como armas en el conflicto. En un lado, para engañar, ocultando, para poder mentir, en la otra para amedrentar, para dejar claro quién es el que tiene poder destructor de invasión y quién debe utilizar recursos de defensa y resistencia.

Y sobre las imágenes, las otras bombas de destrucción masiva, el audio, las palabras, los eufemismos, las mentiras absolutas, llamando a unos terroristas y a otros ejércitos. ¿Quiénes son los terroristas? Los que causan mayores dosis de terror, y en este caso parece obvio y claro, los ejércitos invasores; en Irak, los servidores de las petroleras; en Palestina, los mismos, pero con otro credo. Y no es una guerra de religiones ni de civilizaciones, sino de colonización e imperialismo. Quien diga lo contrario se quiere confundir y confundir a los demás. Luchar por tu tierra se puede hacer rezando a Alá, a Dios o a Abraham. Incluso se puede hacer sin rezar. Algunos mandaron tropas para ayudar a invadir un país lejano con el único objetivo de cobrar un sueldo del imperialista Murdoch. Y eso sí que es indecente. Es la inmoralidad expresada con toda su crudeza. -