DONOSTIA

También con un objetivo, conseguir que la cantera sea la piedra angular del club y que forme jugadores con carácter y competitividad.

«Quiero que la cantera continúe siendo un poco el alma mater de la Real. Nosotros intentaremos que la Real se nutra del máximo número posible de canteranos, es nuestra labor, y la labor primordial de la Real. Tenemos que trabajar bien en eso», destacó Larrañaga que, en consecuencia, ocupa un cargo de máxima responsabilidad en el organigrama del club. Aunque el exjugador prefiere hablar de trabajo «de grupo. No voy a trabajar yo solo».

Un equipo con un objetivo claro, «ascender al máximo número posible de jugadores y que sean competitivos», y una línea de trabajo para conseguirlo. «No tenemos que mirar al partido del domingo ­explicó­, sino a la mejora constante del jugador. Se hará un trabajo individualizado con la gente, tanto físico como técnico y táctico, y la idea es imprimir carácter y competitividad a la gente, para que en un momento dado estén preparados para subir al primer equipo. El objetivo en cada categoría es que al año siguiente den un paso que se hayan merecido por el trabajo que han hecho, y el objetivo final es que lleguen al primer equipo».

Lo cierto es que esta temporada no han sido muchos, aunque Larrañaga no cree que la Real sufra una crisis de identidad. «Yo creo que una cosa son las necesidades del primer equipo en estos momentos, sobre todo tras el último año que ha vivido, y otra que la cantera va por otra parte. El trabajo de cantera siempre va a existir, es uno de los valores más importantes de la Real, y el Consejo no ha dudado en ningún momento, está dando fuerza a la cantera. Pero no es entrar y tener un jugador a los cinco minutos, sino una labor de equis años. Y eso es lo que tenemos que fortalecer», aseguró.