Mirando los resultados de audiencias en este convulso mes de junio mundialista, nos encontramos con el descenso de las cadenas de titularidad pública estatal hasta lugares que deben empezar a plantear debates serios, no eslóganes, rumores, globos sondas y acciones sindicales. Un debate que arrastre a las otras televisiones públicas a establecer un marco de financiación y unos objetivos de contenidos que sirvan para el futuro inmediato, que será digital, terrestre o parabólico. Tele 5 con sus coches va encabezando la carrera en Sofres y le saca cuatro puntos a TVE y siete a las autonómicas. Bueno, esto son los números.

Debemos suponer que los contenidos son los que provocan que los individuos se conecten con una u otra cadena. Individuos masificados, contados por cientos de miles o millones, es decir que se deben buscar productos de amplia aceptación. Esta es la teoría clásica, pero la fragmentación de audiencias es cada vez más evidente, más obvia. Ahora con el fútbol hemos visto que llegar a doce millones es un éxito sin precedentes. Por lo tanto hay que moverse en otros parámetros matemáticos y buscar la singularidad, la calidad podríamos decir.

Cuatro estrenó una serie de gran impacto: “Queer as folk”, decididamente gay, expresada artísticamente dentro de un realismo sobresaliente. Me pareció su primera entrega (que ya tiene algunos años de producción) una propuesta que alcanzará buenos porcentajes de audiencia, en primer lugar porque se centra en un colectivo social muy activo y consumidor, por otro lado porque ayuda a quitarle oscurantismo y morbosidad a las relaciones homosexuales, y en tercer lugar porque las tramas tienen garra, las imágenes son crudas, diría que en ocasiones duras.

Tiene todos los elementos para poder gustar y nos encontramos con personajes gay que no son solamente locas, graciosas o exhibicionistas mediáticos. Pude considerarse que tienen un componente didáctico, que ayudará a comprender lo sencillo: que los seres humanos somos seres sexuados y que expresamos de muy diversas maneras nuestra sexualidad. Esta serie producirá roces en ciertos ambientes conservadores. Escucharemos barbaridades. La ponen los martes. -