Repaso a lafaceta escultórica de André Derain
·El Aula de Cultura BBK expone un gran número de obras del artista francés
Líder de la pintura moderna y uno de los principales protagonistas del movimiento fauve, André Derain realizó también numerosas esculturas. Fecundo en cuanto a producción pictórica, la escultura era algo así como su «jardín secreto», un terreno que una exposición abierta en Bilbo saca a la luz estos días.
BILBO
La exposición “Derain escultor” presenta un total de 150 piezas: 87 esculturas, 32 dibujos, 47 fotografías y 5 óleos, además de tres libros ilustrados. Las esculturas están realizadas en bronce, terracota, plomo, hojalata y piedra. De este último material sólo se conservan tres obras, dos de las cuales se exponen en esta exposición: “Retrato del padre” (1906) y “Cabeza” (1912). Todas estas obras proceden de la familia y de algunas galerías importantes de París.
André Derain (Saint-Germain de Chatou, 1880-Garches, 1954) es uno de los artistas más importantes del siglo XX y protagonista, junto a Matisse, del movimiento fauve. Fundó, con Maurice de Vlaminck, la Escuela de Chatou, y pronto fue considerado el líder de la pintura moderna, convirtiéndose en una celebridad en el período comprendido entre las dos guerras. Sin haber cumplido los treinta años, ya participaba en exposiciones de vanguardia de gran prestigio.
Derain, que pensaba que ningún arte es superior a otro, se dedicó a explorar la escultura de manera bastante continua desde 1906 hasta 1954. «La escultura de Derain es algo así como su jardín secreto señala la comisaria de la exposición, Martine Soria. Realizó la mayor parte de sus piezas en barro y las guardó en la intimidad de su taller. Su viuda las fundió en bronce en 1959».
Según Martine Soria, Derain fue «intrépido e innovador y no dudó en explorar la antigüedad y volver a una pintura más tradicional a partir de 1911. Esta voluntad de reconocer el arte del pasado y tomarlo como referencia le distinguió de otros muchos pintores».
La muestra incluye también algunas fotografías, realizadas sin ánimo expositivo, según explica Javote Taillade, heredera universal de Derain y que ha colaborado para que sus obras puedan exhibirse en Bilbo. «Las realizó para sí mismo, como instrumento de trabajo sobre paisajes y modelos, y nunca en vida las mostró».
La muestra permanecerá abierta hasta el 16 de setiembre en el Aula de Cultura BBK de Bilbo (Elcano, 20).
Tres etapas y tres materiales
BILBO En cada de una las tres principales etapas de su escultura, Derain utilizó un material distinto, acorde siempre a una lógica de pintor. Entre 1906 y 1907 se interesó por la escultura en su aspecto más plano, creando bajorrelieves. El uso de la madera y la piedra le conducen del plano al volumen, y el aspecto pictórico de su escultura da paso a un carácter escultórico en su pintura. Al término de la Primera Guerra Mundial, opta por el metal y realiza jarrones y máscaras con los casquillos de obuses utilizados en la contienda. Además, crea una serie de piezas por mera diversión: placas recortadas y martilleadas, alambre de hierro doblado con tenazas, etc. Durante esta etapa, 1920-1930, la producción de su pintura baja. Finalmente, explora el modelado de una materia tan dúctil como la arcilla y realiza numerosas máscaras, con las que genera una gama de expresiones. Desde el otoño de 1938 hasta su muerte se entregó al modelado de la arcilla. Su viuda cuenta que todo fue a raíz de que descubriera un yacimiento de arcilla en su jardín después de que una tormenta arrancara un árbol.
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