Javier SABADELL MELADO | Nuevo director del Museo Kutxaespacio de la ciencia de Donostia
«He cambiado la ciencia que se hace por la ciencia que se divulga»
Asegura que la experiencia de verse sometido al interés de los medios de comunicación le ha resultado embriagadora. Es el nuevo director del Kutxaespacio de Donostia, joven, experto en investigación tecnológica y ahora dispuesto a divulgarla.
Francisco Javier Sabadell (Palencia, 1969) es doctor
en Ciencias por la Universidad Politécnica de Cataluña y licenciado en Ciencias
Físicas por la Universidad de Zaragoza. Con una amplia experiencia científica
tanto básica y aplicada, buen conocedor de la red de redes internet, experto
sismólogo, esconde incluso una vena literaria y musical.
¿Cómo termina de director del Kutxaespacio un consultor de una firma petrolera de Arabia Saudí?
Es cierto. Yo trabajaba hace tiempo en la exploración de petróleo, en la parte de I+D, pero cuando consideré que he cumplido los objetivos que me había impuesto y que mi visión del mundo no se focalizaba únicamente a la parte salarial, decido volver e iniciar una nueva aventura. Al final acabé en Zaragoza, donde con unos amigos monté una empresa de base tecnológica y uno de mis clientes era el Kutxaespacio. Gracias a ello descubro que andan buscando un sustituto de Félix Ares, me presento y me eligen.
¿Un cambio radical?
Sí, porque yo había trabajado mucho en lo que era el desarrollo de la I+D, a nivel empresarial y otra investigación básica, y ahora se trata de divulgar esos avances. No abandono el mundo de la ciencia, pero sí cambio la ciencia que se hace por la que se divulga, se informa, la que entra en el día a día cultural y de ocio de las personas.
¿Ahí Félix Ares le ha puesto el listón muy alto?
Muy alto. Félix es uno de los mejores divulgadores que tiene este país.
¿Le ha dado algún consejo?
Que me lo tome con calma y que no pierda la ilusión.
Por cierto, ¿qué se le hace a usted más difícil, hacer ciencia o divulgarla?
Las dos son difíciles. Hacer ciencia bien es un trabajo que necesita muchos años, dedicación y vocación. Y divulgarla también. Félix, por ejemplo, es un divulgador vocacional estupendo y yo, que nunca he entrado tan a saco en el mundo de la divulgación científica, siempre lo tenía ahí como un referente que me exigiría mucha responsabilidad.
Bueno, a su favor está que, si no me equivoco, ha hecho también sus pinitos en la literatura y la música.
Sí, hago algunas cositas. Una de las facetas que siempre he querido desarrollar en mi vida privada es la creatividad, porque es que no me puedo quedar sólo en el ámbito científico. Allá donde hay un ámbito que me suscita curiosidad, intento conocerlo.
El día de su presentación se hablaba de un proyecto continuista para el Museo Kutxaespacio, pero imagino que uno siempre llega con ideas y propuestas propias.
Desde luego. Félix ha dejado el Museo, tras cinco años, como uno de los más conocidos en España. Su aporte tanto hacia dentro como hacia fuera del Museo ha situado en tiempo récord al Kutxaespacio como una referencia. Lo que vamos a hacer es pilotar el Museo a partir de aquí y avanzar.
¿Ideas nuevas?
Muchas, pero lo que tengo que hacer es aprovechar primero para conocer a la sociedad de Euskadi. Yo nunca he vivido aquí y por eso quiero empezar a conocer sus inquietudes, por dónde camina su sociedad para ver aquellos puntos en los que el Museo puede atraer visitantes. Sí me gustaría que la presencia del Museo esté muy adherida al contenido cultural, social, de Euskadi.
Los escolares son unos de los principales visitantes del Museo. Pero, ¿hay suficiente divulgación científica en los propios centros educativos?
Yo creo que los alumnos ahora tienen una valoración de la ciencia importante, porque les permite acceder a recursos tecnológicos del día a día. Yo tengo 37 años, hemos visto toda la introducción de las nuevas tecnologías en nuestra vida diaria.Pero es que ellos nacen ya con un mando a distancia en la mano. Nuestras escolares dominan muy bien las nuevas tecnolo- gías. Sin ir más lejos, tenemos el nivel tecnológico que tiene la play station. Pues eso que dominan tan bien es el mejor acicate que tenemos para que vayan aprendiendo también a no olvidarse de los otros ambientes de la ciencia, como el más humanista, de quiénes fueron las personas que estaban detrás de los descubrimientos o en qué consiste un efecto fotoeléctrico, que pueden exigir cierto esfuerzo, pero es que la educación es esfuerzo. Y cosas de éstas se pueden hacer desde el Museo.
Informaciones científicas las tenemos a diario en los medios de comunicación. ¿Esto es bueno de por sí o quizá hay que poner un poco de orden?
Si soy sincero, diré que las secciones de ciencia que estoy descubriendo en la prensa escrita son cada día mejores. Están bien ordenadas, hay mucho rigor científico y mucha profesionalidad a la hora de dotarse de contenidos. La ciencia se está haciendo bien. Los medios de comunicación están haciendo una labor, además, por iniciativa propia, porque ven que esas noticias son importantes y las demanda la sociedad.
Otro cantar es internet, del que usted también es buen conocedor.
Buff... El día que yo descubra cómo se puede ordenar internet lo voy a patentar. Internet es un medio donde está la información, que no va a residir en nuestro obsoleto papel de las bibliotecas, sino que internet será la gran biblioteca. La ciencia aquí lo tiene facilísimo, porque su cauce más inmediato para llegar al público es a través de este medio, mucho antes que a través de la prensa o revistas especializadas. Cualquier ciudadano con inquietud puede acceder a los avances científicos según se producen. Incluso se puede generar debate, que es importante. De hecho, una cuestión que se podría introducir en el Kutxaespacio es dotarse de un dinamismo en internet, de unos foros donde establecer esa comunicación tan inmediata y veloz. -
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