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Gara > Idatzia > Kirolak > CICLISMO 2006-07-03
Erik Zabel, la alternativa para Milram y el ciclismo alemán
La ausencia de Alessandro Petacchi tras su caída en el Giro y la expulsión de Jan Ullrich han encontrado en el mismo hombre la solución para cubrir, al menos mediáticamente, las ausencias de las referencias más destacadas de Milram y del ciclismo alemán, que apelan a la regularidad de Zabel para salvar este Tour.

Erik Zabel participa por vez primera en el Tour con un maillot diferente al del Telekom, su único equipo profesional desde su debut en 1993 hasta que lo abandonó el pasado invierno. No participar en el pasado Tour, cuando los directores se decantaron por un equipo para apoyar a Ullrich y Vinokourov, puso fin a la fidelidad del alemán con la prueba ­había participado siempre desde 1994 hasta el 2004­ y con el equipo rosa.

Hasta ese momento Telekom había conseguido mantener la unidad de su equipo en el Tour a pesar de las diferentes características de sus dos líderes y la necesidad de arropar a cada uno con corredores de su confianza. Pero Zabel, a pesar de que al final de la temporada anterior acababa como tercero de la clasificación UCI gracias a su regularidad y profesionalidad, había perdido su punta de velocidad necesaria para pelearse con los mejores sprinters en el Tour o para optar al maillot verde y en el 2005 T Mobile se decantó por presentar un equipo para arropar a sus dos líderes en la montaña. Eso unido a la buena oferta económica y deportiva de Milram le llevó a cambiar de aires.

Un año después T Mobile afronta el Tour sin Ullrich y Vinokourov y Kloden, pese a su segundo puesto en el 2004, no tiene el carisma en su país del ganador del 97 o de Zabel. La expulsión del primero llevó incluso a las televisiones alemanas que ofrecen las imágenes del Tour a decir que renunciaban a sus derechos, pero finalmente no cumplieron su amenaza y deberán centrarse en Zabel, pese a encontrarse en su ocaso, para lograr la atención de una afición decepcionada.

En Alemania, por donde ayer pasó la carrera, sorprendió la decisión de Zabel de fichar por el equipo de Petacchi porque podía encontrar un problema mayor al que tenía en T Mobile, pero Milram le ofreció siempre un liderazgo compartido y libertad para disputar carreras.

El manager del antiguo Domina Vacanze, Gianluigi Stanga, encontró un sponsor alemán para sustituir a la agencia de viajes italiana y apostó por tener dos líderes y dos bloques. Uno italiano con el mejor sprinter del mundo y sus hombres de confianza en Fassa y otro para cubrir el calendario alemán con el corredor con más carisma en este país junto a Ullrich y otros nueve germanos.

La desgraciada caída del italiano en el Giro ha querido que el problema no se plantee en el Tour, aunque desde antes en el equipo han sostenido que no iba a haberlo por la buena relación entre los dos. En lugar de enfrentarse entre ellos, mientras Petacchi estaba bien los dos se han ofrecido para trabajar para el otro líder sin necesidad de que los directores lo pidieran.

«Personas inteligentes»

«Desde el primer momento estábamos muy contentos de la buena relación entre Petacchi y Zabel, son dos personas muy inteligentes, profesionales y serias y es fácil trabajar con ellos», disipa cualquier duda a GARAel director deportivo de Milram, Vittorio Algeri.

Tanto el manager Gianluigi Stanga como Algeri se felicitan así por una apuesta que parecía arriesgada y que se ha convertido por las circunstancias en lo mejor que le podía pasar a Milram por todo lo que ha sucedido. Una apuesta realizada desde el conocimiento del ciclismo.

Como recuerda Algeri, «llevo toda mi vida en el ciclismo. Empecé a correr con quince años y ahora tengo 53». Fue profesional desde 1977 hasta 1987, donde destacó precisamente en el sprint, y obtuvo diez victorias, entre las que destaca su campeonato italiano de 1984, título que había logrado como amateur en 1976. Es junto a Moser y Baldini el único italiano que ha conseguido ese doblete.

En 1988 comenzó como director en Chateau-d'Ax (con Rominger y Moser), que luego tomó los nombres de Gatorade y Polti junto a Stanga y Bugno. En 2001 y 2002 dirigió al Tacconi de Frigo, en 2003 al Vini Caldirola de Garzelli, en 2004 al Saunier y en el 2005 regresó de la mano de Stanga con Domina Vacanze, estructura que tiene asegurado ahora con Milram su futuro hasta el año 2010.

«Todo el mundo se pregunta cómo aceptó Zabel venir al equipo de Petacchi cuando no supone ningún problema. Cada uno tenía su calendario, pero por ejemplo Petacchi iba a correr la Tirreno y Zabel París Niza y el propio Erik nos pidió correr la Tirreno para conocer a Alessandro y dijo que si se llegaba al sprint iba a trabajar para él porque era más fuerte. Al final fue así y trabajó tirando del pelotón para coger a los escapados y fue muy serio y cumplió lo dicho. Y en Colonia Petacchi nos pidió correr para ayudar a Zabel porque había hecho muchos puestos y quería que ganara una carrera. Siempre ha habido muy buena relación entre los dos, sin problemas. En el equipo queremos trabajar para Zabel porque el sponsor es alemán y por su seriedad y profesionalidad».

En el Tour Milram tenía previsto que el equipo preparara los sprints para Petacchi, pero que Zabel tuviera libertad para buscar puntos para la regularidad. En ausencia del primero, el alemán no tendrá ataduras y sí el apoyo del equipo para buscar un maillot que consiguió desde 1996 hasta el 2001. Cumple 36 años el viernes y ha perdido velocidad, pero Algeri destaca que «está muy motivado para ganar el maillot verde».

El mejor equipo

Milram le ha dado el número uno de su equipo en el Tour para demostrar que en ausencia de Petacchi es el líder claro a pesar de que este año sólo ha ganado una carrera modesta en Alemania, aunque ha logrado dos segundos puestos en la Tirreno y un tercero en la Volta. El alemán tendrá a su disposición el mejor equipo para preparar los sprints y para arañar puntos para un maillot verde que parece más imposible que nunca porque, a diferencia de Cipollini y Petacchi, los sprinters de este Tour sí quieren llegar a París y luchar por la clasificación de la regularidad.

Según explica Algeri, «tenemos dos grandes líderes sprinters y casi todo el equipo lo forman corredores para ayudarles que marchan bien en el llano. Petacchi necesita buenos rodadores para tirar siempre y preparar el sprint. Los rivales nos dejan el trabajo cuando está él, como en Milán San Remo, donde sacrificamos todo el equipo para anular una escapada y nos faltó un corredor para ayudarle a ganar al sprint».

Por eso todo Milram está confeccionado para ayudar a su líder, con protagonismo especial para Velo, Ongorato y Sacchi, que son los tres compañeros que Petacchi quiere tener a su disposición en los últimos kilómetros. El trabajo de los demás consiste en que estos tres no tengan que intervenir hasta los últimos cinco kilómetros.

Algeri entiende que Petacchi quisiera venir a Milram con sus tres hombres de confianza que trabajaron para él en su estancia en Fassa Bortolo. «Es normal porque además son muy amigos. Petacchi tiene un carácter muy cerrado, habla poco, es tímido y lo que le falta lo tienen los otros tres. Se han juntado corredores que hacen lo que no quiere hacer él. Se encargan de dar el ambiente al grupo y de dirigirse a sus compañeros. Petacchi quiere pensar sólo en el sprint. Es una persona muy inteligente, que hace su trabajo muy bien y no pierde nunca la paciencia».

La necesita más que nunca por la caída del Giro. Quería ganar los sprints de las tres grandes sin afrontar la montaña y ahora deberá contentarse con hacerlo en la Vuelta. -



Un poker de ases en el sprint en ausencia del gran Petacchi
Petacchi está considerado como el mejor velocista del pelotón de los últimos años y su baja da más opciones a los cuatro que forman el poker de ases en los sprints de este Tour: Tom Boonen, Mc Ewen, Hushovd y Freire.

Todos ellos han demostrado además tener capacidad de superar a Petacchi en algún sprint y llegan al Tour en un gran estado de forma. De todos ellos destaca Tom Boonen, que se presentaba en Estrasburgo con diecisiete victorias sumadas en los seis primeros meses del año. Es cierto que cinco de ellas tienen un valor menor por lograrlas en la Vuelta a Qatar ­cuatro etapas y la general­, pero el campeón del mundo ha ganado además el Tour de Flandes, tres etapas en París Niza, dos y la general en Bélgica y una en Suiza y en Andalucía.

Hasta que consiguió sus dos primeras victorias en el Tour en el 2004 se señalaba que su palmarés crecía de manera importante gracias a triunfos que obtenía en carreras menores sin imponerse a los mejores sprinters, pero a partir de ese momento nadie le discute. A pesar de su juventud, 25 años, presenta un palmarés impresionante con 52 triunfos como profesional, 50 de ellos en las tres últimas temporadas, en las que destacan un Mundial, dos Tour de Flandes, la París Roubaix, cuatro etapas en el Tour y cinco en París Niza.

También ha ganado mucho en calidad en los últimos años el palmarés de Mc Ewen. Esta temporada suma ocho triunfos ­entre los que destacan tres en el Giro y uno en Romandía­ y el pasado logro quince con tres victorias en el Giro y otras tres en el Tour, prueba en la que ya suma ocho. Otras dos las logró en el 2004, dos en el 2002 y una en 1999.

El sorprendente triunfo en el prólogo de Thor Hushovd demostró que el noruego ha llegado al Tour en un gran momento de forma. Como en el caso de Freire, sus victorias son menos numerosas, pero también presentan mucha calidad. Este año antes del Tour había logrado cuatro ­Gante Wevelgem y etapas en Tirreno, Volta y Dauphiné­ y el pasado seis en Vuelta, Volta, Dauphiné, Cuatro Días de Dunkerque, Tour de Limousin y campeonato de Noruega, aunque por encima de ellos destacó su triunfo en la regularidad del Tour, donde ha ganado otras dos etapas en el 2002 y 2004.

Para calidad la que tienen las victorias de Freire. Este año lleva cuatro en Flecha Brabancona, País Vasco, Tirreno y Suiza, el pasado logró tres y la general en Tirreno y dos en Mallorca, pero lleva tres Mundiales (1999, 2001 y 2004), una Milán San Remo, una etapa en el Tour y dos en la Vuelta. Unos palmarés que garantizan nivel en las llegadas.


 
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