Podría comenzar esta columnita diciendo: «hemos visto la típica llegada al esprint del Tour...». Pero la de hoy de típica no ha tenido absolutamente nada. El descontrol ha sido brutal y me ha llamado la atención ver a gente como Boonen o Freire totalmente descolocados. Al final, cuando no hay un equipo que organiza la llegada son muchos más los corredores que se animan a disputar el esprint. Así se entiende mejor que la etapa se la haya llevado un Jimmy Casper que no entraba en las listas de favoritos.
Una pena el accidente de Hushvod. Había escuchado alguna vez que las heridas producidas durante los esprints son muy peligrosas porque el corazón bombea mucha más sangre por el esfuerzo extremo. Todo el trabajo de preparación se puede ir al cuerno por un pequeño fallo. Por eso valoro todavía más a los campeones que han ganado varios Tours seguidos.
Por cierto, gran trabajo de Unai Etxebarria y Euskaltel, que se han mostrado a las primeras de cambio. ¡Animo! -