«Paisaje oriental" (1883), cedido para la ocasión por el Museo Romántico de Madrid, hace el número 47 del programa «La obra invitada" que lleva a cabo el Museo de Bellas Artes para mostrar al público obras relevantes de otras pinacotecas o colecciones particulares.

Aunque flamenco de nacimiento, Carlos de Haes desarrolló prácticamente toda su carrera en Madrid, y, de hecho, está considerado uno de los padres del paisajismo moderno español. En la obra que exhibe ahora el Bellas Arttes realizó «un magistral estudio de pintura orientalista", según aseveró ayer el director del museo bilbaino, Javier Viar.

El cuadro muestra un templo egipcio en ruinas en un oasis de palmeras con diversas figuras humanas en pequeña escala respecto a la imponente y grandiosa naturaleza que las rodea. Esta temática del cuadro es la que, según explicó Begoña Torres, directora del Museo Romántico de Madrid, hace que el mismo sea encuadrado en el estilo romántico, entre cuyas características se encuentra el interés por reflejar la pequeñez del ser humano frente a la naturaleza, así como la decadencia de su obra, representada en este caso por las ruinas del templo.

Este paisaje romántico constituye una rareza dentro de la trayectoriia de Carlos de Haes, cuyo estilo característico era el realismo. El autor pintó «Paisaje oriental" en 1883, sin haber estado nunca en Egipto, por lo que no refleja ningún tipo de experiencia objetiva del autor con el paisaje del país del Nilo.