La pala profesional juega uno de sus tantos mas dificiles cuando el partido acaba de comenzar
Hace menos de un año desde que Emanbilbo cogió el testigo de EuskoBasque para regir los destinos de la pala profesional, tiempo suficiente para que los fantasmas que amenazaban esta modalidad se hayan convertido en unos nubarrones de los que será muy difícil escapar
No corren buenos tiempos para la pala profesional. La mala situación de Emanbilbo, empresa que rige los destinos de la histórica modalidad, ha desencadenado en un culebrón que parece no tener fin. La promotora presentó la semana pasada un severo plan de reestructuración que estaría basado en reducir los salarios de los palistas entre un 20% y un 30%, además de dar la baja a algunos de ellos, pero los pelotaris no quieren renunciar a lo ya firmado.
El desencuentro fue más allá de la mera contienda laboral por algunas conductas de bastante mal gusto por parte de la empresa. Una filtración permitió publicar el nombre de los palistas a los que la empresa pretendía dar de baja a la finalización de sus contratos: Torre, Garma, Garrido, Urkia, Marín y Larrinaga. Además, tras la negativa de los pelotaris a admitir la propuesta empresarial, el presidente Fernando Gutiérrez convocó a un entrenamiento especial a Fusto, Luján, Torre, Larrinaga, Urkia y Garma el pasado domingo a las 8.30 y mediante un escueto mensaje de móvil. Un castigo en toda regla, más aún si tenemos en cuenta que los palistas suelen entrenarse por su cuenta. La decisión de suspender el foro de la página web de la empresa por un mensaje que criticaba directamente la labor del presidente acabó por redondear una de las semanas más funestas de la pala profesional.
Gutiérrez, que ya ha admitido públicamente su error por convocar el citado entrenamiento, relata a GARA cuál es la situación actual. «No es cierto, como quieren hacer creer algunos medios, que los pelotaris se hayan cerrado en banda sobre mi propuesta. Les he explicado que es la única manera de que la situación no se convierta en dramática y poder llegar al 31 de julio sin llegar a una situación límite», explica. Hay que tener en cuenta que, como él mismo ha repetido en varias ocasiones, Emanbilbo posee la potestad de retrasar el pago de los salarios hasta que éstos venzan.
De promesas... y realidades
No hace tanto que los medios de comunicación fuimos llamados a asistir al adiós oficial de Aitor Totorika del mundo de la pala y a la presentación de Fernando Gutiérrez como nuevo garante de la pala profesional. Los palistas dejaban de pertenecer a la empresa EuskoBasque y firmaron sus contratos con la recién nacida Emanbilbo. A partir de junio de 2006 la pala tenía nuevas siglas y el extremo optimismo del ex palista Fernando Gutiérrez nos extrañó a más de uno. Sirvan como ejemplo unas declaraciones suyas publicadas en GARA el 15 de mayo: «A pesar de que puede parecer demasiado optimista por nuestra parte, desde Emanbilbo estamos convencidos de que la pala es la modalidad con mejor futuro de la Pelota Vasca».
Pues parece que no es exactamente así y, tras la espantada de los socios capitalistas con los que Gutiérrez se embarcó en esta aventura, al empresario no le queda otro remedio que solicitar la ayuda de las instituciones. «Desde que comenzamos las instituciones han mostrado siempre una predisposición excelente para ayudarnos, pero, no sé por qué razón, esa ayuda no ha llegado todavía. Tengo algunas reuniones apalabradas y espero que den su fruto. La propuesta que hemos presentado sólo es para reconducir la situación hasta el 31 de julio, a partir de esa fecha las instituciones tendrán que tomar cartas en el asunto», advierte el máximo dirigente.
Una vez más, se abre el debate de hasta qué punto deben ayudar las instituciones con el dinero público al deporte. Y si velar por la supervivencia de la pala como modalidad de uno de nuestros deportes más emblemáticos supone financiar una empresa privada y a unos deportistas profesionales y de elite. Los que amamos este deporte diríamos que sí con los ojos cerrados, de hecho el Gobierno de Nafarroa aportará 200.000 euros al remonte en los próximos dos años, pero es de comprender que el ciudadano sin mayor interés en la pelota no lo tenga claro.
Con el Campeonato de Parejas en marcha y un Mundial en ciernes, lo cierto es que negros nubarrones amenazan el futuro de la pala profesional. Es hora de buscar soluciones, sean las que sean, pero antes de que sea demasiado tarde para todos.
Asier AIESTARAN