Futbol La Real necesitó un regalo de Casillas para marcar su único gol en las últimas cinco jornadas
Los constantes cambios de Lotina no dan resultados
La Real sólo ha repetido dos onces en toda la Liga y la media de cambios es de cuatro por partido
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
Miguel Angel Lotina presentó el sábado su decimotercera alineación en sus quince partidos. Sólo repitió el once del Calderón ante el Getafe y el del Camp Nou contra el Nastic. Tras igualar el domingo anterior en el Sánchez Pizjuán su récord de siete cambios de posición con respecto a su alineación anterior, ante el Madrid cambió a los dos delanteros y de puesto a Savio en una dinámica que se ha convertido en habitual esta temporada sin conseguir solucionar los problemas que padece el equipo, especialmente a la hora de marcar goles y lograr puntos.
Y ya se sabe que mal que no mejora empeora. Es cierto que el árbitro volvió a perjudicar a la Real al no señalar la segunda tarjeta a Cannavaro ni un posible penalti de Sergio Ramos a Herrera, pero los árbitros no son los que motivan los problemas ofensivos. La Real necesitó un regalo de Casillas para romper una racha de cuatro partidos sin marcar para un total de trece de veintidós y sin lograr goles no se pueden ganar partidos.
Y la Real necesita nueve triunfos en dieciséis partidos y, además, puede ser necesario alguno más. Y lo peor es la sensación de que Lotina no da con un camino que pueda conducir a los goles y a los triunfos. Cambia y cambia, sobre todo en las posiciones más avanzadas, y la mejoría no resulta suficiente. La motivación y concentración del equipo en los dos últimos partidos ha sido inmejorable al margen de los errores de Bravo. Lotina ha valorado positivamente el juego, pero lo cierto es que el equipo llega poco y apenas ha rematado desde dentro del área cinco balones en dos partidos.
Sin continuidad ni confianza
Los cambios son tantos y tan importantes que casi ningún jugador tiene continuidad y, como dijo Lotina, sin ella no hay confianza. Y menos en situaciones como la actual. El ejemplo más claro es el de Kovacevic, un jugador que mentalmente no es fuerte y que cuando no está en racha lo acusa. Tras dos partidos suplente acudió a Anoeta el sábado muy mentalizado a acabar con su negación goleadora ante un equipo que se le da bien. Fue el primer jugador que bajó del autobús, el primero en salir a calentar y sólo permitió por razones obvias que saliera el capitán Aranburu por delante. Pues a la hora eran sustituidos los dos y se quemaba quizás la última posibilidad de recuperarlo porque para cuando llegue su primer gol ya puede ser tarde.
Porque este equipo necesita goles de sus delanteros. Gari y Díaz de Zerio han sido los únicos que han marcado -dos goles cada uno-. Y Lotina, tras comenzar con seis jugadores en las dos posiciones más adelantadas en los tres últimos partidos, deberá decantarse ya por dos de ellos.
La actitud de los jugadores es ejemplar toda la temporada, de hecho el partido de Sevilla es equiparable a la mayoría de los jugados fuera, en los que la Real ha defendido junta en posiciones demasiado retrasadas sin conceder espacios y ocasiones. En Sevilla, Mallorca y Vigo se mantuvo la portería imbatida los noventa minutos, en el Bernabéu 70, en Riazor 83, en el Calderón 77, en el Camp Nou 60 y en el Sardinero (89). Sólo el Levante marcó antes.
Los problemas, los mismos
Los problemas no han existido fuera de casa nunca para defender la portería, sino a la hora de buscar la contraria. Los dos únicos goles marcados en San Mamés y Calderón por Aranburu y Gari son ridículos. Y el primer problema llega porque se defiende y se recupera el balón demasiado atrás, con lo que cuesta más llegar en mejor situación. Para mejorar en esa faceta hay que adelantar las líneas y ahí sí que es fundamental la coordinación. También a la hora de realizar la transición defensa-ataque y de culminar las jugadas en los últimos veinte metros. Se ha hablado mucho de la falta de calidad y de velocidad del equipo, pero su mayor problema es no tener conceptos colectivos de defensa-ataque claros.
En lugar de mosquearse porque GARA ha acertado algunas alineaciones, Lotina debería pensar por qué ningún otro medio acierta con ninguna. Eso revela que los onces no tienen ninguna lógica y que no se han trabajado durante la semana, que es la única forma, mediante la repetición, de avanzar en la compenetración y en el desarrollo de unos conceptos de juego.
De los catorce jugadores utilizados por Lotina el sábado, diez han llegado esta temporada al primer equipo. Los dos más expertos eran Aranburu y Kovacevic, que llevaban dos partidos de suplentes y fueron los primeros en ser sustituidos, Los otros dos son Prieto y Garrido.
¿Y el equipo de hace dos años?
Y es que del equipo que en la segunda vuelta de hace dos temporadas consiguió salvar a la Real a falta de cinco jornadas pese a jugar en un ambiente muy enrarecido y desconfiado, Lotina sólo no ha podido contar con Karpin. Con los jugadores que repiten de la pasada temporada -sólo falta Nihat, que casi no aportó porque Mark González acababa de llegar- la Real tenía la pasada temporada tras 22 jornadas 25 puntos y 32 goles.
Para Lotina los jugadores que alinea ahora son mejores que los que lograron estos números. Se dice para disculparle que el problema está en los jugadores que ha traído Bakero, pero el de Meñaka ha hecho bueno al de Goizueta. Los cinco jugadores más utilizados en los últimos partidos son Rivas, Gerardo, Juanito, Mikel González y Bravo y a Fabio Felicio se le ha vendido por el 50% más de lo que costó, Skoubo cuenta para Lotina y sólo Novo y el lesionado Stevanovic no juegan. Entonces el problema no estaría en lo que ha fichado Bakero. ¿No será que el gran problema está en cargarse la base del equipo de los dos últimas temporadas sin acertar a conjuntar uno para sustituirlo?