«En nuestras propias vidas también nos gusta mear fuera del tiesto"
«Meando fuera del tiesto» es el título del primer espectáculo que presenta en escena Kunka, una nueva productora teatral vasca formada por los alaveses Eloi Beato, Gorka Aginagalde y Josean de Miguel. 21 sketches de humor ácido y corrosivo con el que ponen todo patas arriba.
Txema GARCIA | BILBO
Habían coincidido en Ñaque y Sobradun y en obras como «Cocidito madrileño» y «Todos nacemos vascos». De aquellas confluencias escénicas y del hecho de ser los tres de Gasteiz y tener un mismo sentido del humor, ha surgido ahora Kunka, una productora que pasea desde hace pocos meses por los escenarios su propuesta de «humor bueno para gente mala».
«Meando fuera del tiesto» es el primer trabajo de Kunka. ¿Podrían definirme el espectáculo?
Gorka Aginagalde: Es la tarjeta de presentación de Kunka. Con ella ofertamos nuestro tipo de humor, un humor más cañero, más irreverente, más zurdo. Esas son nuestras señas de identidad y queremos que la gente nos conozca por eso y que acuda a los espectáculos de Kunka.
¿Quiere decir que a los tres también les gusta «mear fuera del tiesto» en sus vidas personales?
Eloi Beato: Así es, porque a nosotros lo que nos gusta es meter el dedo en la llaga, hacer un humor que no sea blando. Comedias y situaciones que por debajo tengan su grasita, su mantequilla, donde la gente se ría pero, a la vez, también pueda reflexionar un poco.
¿De quién se ríe Kunka?
G.A.: De los poderosos, de los que nos gobiernan, de los que nos mandan en fábricas y oficinas, porque para nosotros el teatro es uno de los pocos reductos que quedan para juntarnos y hacer un akelarre de humor riéndonos de los que controlan el cotarro.
¿Cómo ha sido el proceso de creación de los guiones?
Josean de Miguel: Muy asambleario. Cada uno traía sus temas y propuestas y las valorábamos conjuntamente entre los tres, para después desarrollarlas y escribirlas en forma de guión. Con todo ese trabajo hicimos unas cuatro o cinco versiones del guión para adaptarlas a la puesta en escena porque, en principio, sobre el papel todo queda bien, pero luego, al llevarlo a escena, hay diálogos que igual no funcionan o no dan el tono que nosotros buscábamos. Así, de 32 sketches que teníamos previstos, finalmente los dejamos en 21, debido a la duración del espectáculo.
¿Ha existido la autocensura en algún momento?
E.B.: No, para nada, salvo en temas un poco sensibles para nosotros, como la xenofobia o maltratos a mujeres o a niños. Ha sido al revés: hemos intentado ir a saco, en plancha, con los pies por delante, y decir lo que realmente a nosotros nos apetecía decir. Además, en este caso nosotros somos nuestros propios jefes y no dependemos de que al productor de turno le guste o no lo que estás proponiendo. Así que censura ha habido muy poca, casi nada.
¿Dónde buscan el humor? ¿Hay temáticas suficientes?
G.A.: En cualquier circunstancia de la vida se puede buscar el humor. En este caso hemos intentado reirnos de la muerte, de lo caro que es morirse, nos reímos de los roles masculinos y femeninos, tratamos con humor también el tema de los equipos de fútbol vasco, el conflicto político que vivimos en el país... todos los temas están para ser tratados con humor y, en el caso de «Meando fuera del tiesto», también tocamos situaciones históricas como el encuentro de Franco y Hitler en la estación de Hendaia, o como cuando Jesús de Nazaret estaba con los dos ladrones, el bueno y el malo, allí crucificado, viendo qué se decían entre ellos, o situaciones con personajes actuales como Fraga Iribarne. Así es que prácticamente todo se puede tratar con humor.
¿Dónde están los límites de vuestro humor?
Eloi Beato.- Nosotros nos gusta esa pintada que había en París en Mayo del 68 y que decía «Prohibido prohibir». No nos gusta ningún tipo de censura; de hecho, tenemos un sketch sobre la censura, ésta que dicen que no existe y que cada día es más galopante. Los límites, en todo caso los que te imponga el juez de turno, porque yo pienso que los artistas y los creadores tienen que tener libertad total.
¿Nos falta humor a los vascos?
Gorka Aginagalde.- Yo creo que no. Está el topicazo de que somos gente seria, pero para nosotros el pueblo vasco es uno de los pueblos más cachondos y con más ironía de toda la península. Llevamos muchos años haciendo humor y comedia en Euskal Herria y todos los días vemos que la gente vasca se ríe y es mucho más abierta de lo que nos quieren hacer creer.
¿Cómo recibe el público vasco los espectáculos de sketchs?
Josean de Miguel.- Igual los programadores de las salas todavía tienen esa mentalidad de que es un género menor, pero yo creo que el público que asiste al teatro no lo siente así y es consciente de que va a pasárselo bien. Además, si un sketch no le gusta sabe que a los cinco minutos viene otro con el que se puede enganchar.
«Lo que nos gusta es hacer un humor que por debajo tenga su grasita, su mantequilla, donde la gente se ría pero, a la vez, también pueda reflexionar un poco»
«El teatro es uno de los pocos reductos que quedan para juntarnos y hacer un akelarre de humor, riéndonos de los que controlan el cotarro»