Dentro de un par de días se celebra el espectáculo numero 79 de los premios Oscar, un show creado para vender cine y en el que se otorgan premios «a lo mejor»: la mejor actriz, el mejor actor, la mejor película, la mejor canción... Pero, como todos los premios, estos también tienen truco, evidentemente, y si no que se lo pregunten a los de Lions Gate, la distribuidora de la película de Paul Haggis, «Crash», que se gastó cuatro millones de dólares (que se sepa) en la precampaña de los galardones. El equipo de marketing del filme distribuyó más de 130.000 copias de la película en DVD entre miembros y no miembros de la academia. Eso sí, ganaron el Oscar. Aunque esas cifras resultan irrisorias si tenemos en cuenta que los grandes estudios se gastan alrededor de 20 millones. Calderilla comparada con lo que derrochan en presupuesto militar, por otra parte.

Este año hay tres personajes alrededor de estos premios que me gustaría reseñar: «el bueno», «el feo» y «el vasco». El premio al «bueno» es para Ennio Morricone, quien este año recibe el Oscar honorífico a toda una carrera y por los premios que no le dieron (cinco). Autor de las bandas sonoras de cintas como «La misión», «Los intocables de Elliot Ness» o «Érase una vez en América», el músico romano ha colaborado con cineastas como Pasolini o Segio Leone. Con este último, además de compartir pupitre, trabajó durante toda una vida y encandiló a medio mundo con los spaghetti westerns. Precisamente con motivo del reconocimiento que le hace la academia de Hollywood, ha salido al mercado «We all love Ennio Morricone», un disco homenaje en el que Bruce Springsteen, Metallica o Celine Dion ponen voz y estilo a sus canciones.

«El feo» es el que pasa de los Oscar, un mágico y ácrata cineasta finlandés llamado Aki Kaurismaki, quien les dijo que, ni de coña, su película, «Luces al atardecer», entra en la carrera de estos premios. Que no participa porque rechaza la política exterior de Bush. Vamos, que con una (pos)guerra como la de Irak de por medio no está el tema para celebraciones. El que sí lo celebrará, a buen seguro, es Borja Cobeaga, el vasco que se ha colado en todo este tinglado con su cortometraje «Éramos pocos» y que puede que venga con el tío Oscar bajo el brazo. Y para qué mentir, a algunos nos va a hacer ilusión ver a Mariví Bilbao pisando la alfombra roja.