En su momento ya comentamos el DVD de «Virgin of Juárez», realización de estilo televisivo que sentaba un mal precedente en cuanto al modo de ver el feminicidio de Juárez desde el lado norteamericano. No parece que Hollywood vaya a mejorar sustancialmente esa perspectiva, por culpa de un enfoque demasiado volcado hacia las informaciones aparecidas en los últimos años en la prensa sensacionalista.

De hecho, no hay nada más que ver el reparto estelar de «Ciudad del silencio» para darse cuenta de que prevalecen los nombres consagrados, aquellos que son representativos de lo considerado oficialmente como «latino». La verdad es que han pasado ya doce años desde que Gregory Nava, otrora impulsor del llamado cine chicano, hiciera debutar a Jennifer Lopez en «Mi familia», con la que volvió a contar acto seguido para protagonista del biopic «Selena», por su condición de cantante. En «Bordertown», que es así como se titula originalmente la película, Jennifer Lopez es una reportera deseosa de entrar en acción, a la que su jefe manda a la frontera mexicana en lugar de enviarla a Irak como ella quería. El personaje de esta periodista llamada Lauren se adapta muy bien a las características de la actriz, pues se trata de una mujer que ha perdido su identidad, llegando a teñirse el pelo de rubio en un intento por no parecer latina. Una vez al otro lado de la alambrada atraviesa un proceso de recuperación de sus raíces, más aún a medida que se va viendo afectada por los crímenes de mujeres entre las trabajadoras de Ciudad Juárez, cuyas causas últimas nunca quedan del todo apuntadas y tampoco aclaradas. Ella misma acabará convirtiéndose en una víctima tras perder a su único contacto en el lugar, el director de un diario local al que conoció en el pasado y al que da vida Antonio Banderas.