Los líderes de los partidos que forman La Unión, la amplia coalición de centro e izquierda que tiene la mayoría parlamentaria, aprobaron un documento de doce puntos presentado por Romano Prodi en una reunión mantenida en el Palacio Chigi, sede del Gobierno, a última hora del jueves.

Prodi propuso un total de doce condiciones para continuar la actividad de su Gobierno. «Si no se acepta esto, me voy y hay elecciones anticipadas», señaló en la reunión. Y los partidos que forman La Unión aceptaron. Desde La Margarita de Francesco Rutelli hasta Rifondazione de Fausto Bertinotti. Desde el DS de Massimo d'Alema al PdCI. Sin fisuras. Todos asumieron el liderato de Prodi.

Formalmente, el presidente de la República, Giorgio Napolitano debe decidir hoy si acepta o no esta posibilidad, pero todo hace indicar que el Gobierno «Prodi Bis» es un hecho.

En poco más de una hora, Prodi consiguió que los líderes de La Unión aceptaran las doce condiciones «prioritarias y no negociables». En el documento, el primer ministro dimisionario denunciaba «el comportamiento y las acciones individuales de ministros y fuerzas políticas, que han provocado constantemente discrepancias internas».

Para acabar con esta situación, el texto suscrito en el Palacio Chigi deja claro que la política exterior de Italia entra dentro de los aspectos no negociables. Exige «respeto por las acciones internacionales y de paz», resultantes del compromiso de Italia con la ONU y derivados de su pertenencia a la UE y la OTAN.

Es decir, que todos los partidos de La Unión tendrán que apoyar la presencia de tropas italianas en Afganistán y votar a favor de su financiación. Aunque las bases de formaciones como Rifondazione, PdCI o Los Verdes están categóricamente en contra de esta medida.

El documento del Palacio Chigi también señala que el Gobierno italiano continuará con la construcción del tren de alta velocidad entre Turín y Lyon, un proyecto que ha generado una gran contestación social por los daños ambientales que provocará en los Alpes.

En caso de que existan discrepancias o diferencias entre los miembros de la coalición a la hora de adoptar una medida, la «única voz autorizada» para hablar en nombre del Gobierno será la de Prodi.

De este modo, se quiere acabar con la imagen de desunión que han dado los miembros de la coalición al aparecer en los medios defendiendo posiciones contrapuestas en cuestiones como la ampliación de la base de Vicenza o la ley de parejas de hecho. 

Berlusconi, enfadado

Mientras, Napolitano prosiguió ayer con su ronda de conversaciones con los líderes de los partidos políticos, reuniéndose con la derecha. Así, Berlusconi rechazó la posibilidad de que Prodi vuelva a ser primer ministro, «ya que ha quedado demostrado que el centroizquierda no es capaz de gobernar y que no tendrá nunca mayoría suficiente en el Senado».

Los democristianos de la UDC llamaron a formar «un Gobierno de unidad nacional» en vez de un nuevo Ejecutivo de Prodi, mientras que la Liga Norte reclamó que se convoquen elecciones anticipadas. AN reclamó un nuevo Gobierno.