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Prodi logró el apoyo del Senado sin cambiar una coma su línea política

162 senadores a favor y 157 en contra. Romano Prodi sólo obtuvo cinco votos de diferencia en la votación de la moción de confianza que se produjo ayer en el Senado italiano. Su margen es escaso: cuatro senadores vitalicios y el tránsfuga de la UDC Marco Follini. El disidente de Rifondazione Franco Turigliatto votó a favor, pero anunció su oposición en temas como tropas en el exterior, el TAV o la reforma de las pensiones. Pese a ello, Prodi seguirá gobernando.

Martxelo DIAZ |

Romano Prodi no tuvo problemas para superar la moción de confianza en el Senado, ya que toda su coalición le votó y obtuvo algún apoyo extra, como el del democristiano Marco Follini.

El hasta el momento senador de la corriente Izquierda Crítica de Rifondazione Franco Turigliatto, uno de los disidentes que provocó la derrota de Prodi la pasada semana, votó a favor de la moción de confianza, pero se mostró muy crítico con el jefe de Gobierno.

Así, señaló que, pese al apoyo de ayer, considera que en el futuro tiene «las manos libres» y ya avanzó que votará en contra del mantenimiento de las tropas en Afganistán, del TAV Lyon-Turín y de la reforma de las pensiones.

«Sin el pueblo, con el Vaticano»

Junto a ello, Turigliatto acusó a Prodi de «dar la espalda al pueblo, que ha dicho no a la base de Vicenza» y de «someterse todavía más al Vaticano».

El senador vitalicio y ex presidente de la República Giulio Andreotti (democristiano) se abstuvo en la votación, ya que, según expuso, no considera necesarias las reformas anunciadas por Prodi. Sergio Pirinfarina, también senador vitalicio, se ausentó de la votación.

Francesco Cossiga, también ex presidente, senador vitalicio y democristiano, llegó al Senado a las 20.00, tras anunciar que votaría en contra de Prodi. Intervino en el Pleno para justificar su postura «por coherencia con 50 años de vida política, marcada por la colaboración con Estados Unidos, el Reino Unido y la Alemania gobernada por la socialdemocracia».

Los demás senadores vitalicios -Carlo Azeglio Ciampi, la premio Nobel Rita Levi Montalcini, Emilio Colombo y Oscar Luigi Scalfaro- optaron por apoyar a Prodi.

El también democristiano Marco Follini, ex miembro de la UDC y líder de Italia del Centro, en cambio, votó a favor del Gobierno, ya que reclamó la necesidad de «establecer un puente entre izquierda y derecha». Esta opción provocó las iras de los miembros de la Casa de las Libertades, la coalición que dirige Berlusconi y de la que hasta hace poco formaba parte Follini, que le acusaron de haber «traicionado a quienes le votaron».

Prodi, en su intervención de ayer en el Senado, insistió en que impulsará una reforma de la ley electoral «para garantizar la gobernabilidad». El sistema de elección del Senado fue modificado por Silvio Berlusconi cuando estaba al frente del Gobierno en un intento de mantenerse en el poder.

No lo consiguió, pero ha logrado que el Gobierno de centroizquierda tenga su talón de Aquiles en el Senado, donde su mayoría es de dos electos, por lo que depende de los senadores vitalicios. La situación se complica más con la decisión de Turigliatto de salirse de La Unión.

En cualquier caso, Prodi, seguro tras el acuerdo suscrito en el Palacio Chigi que le refuerza como líder único de La Unión, no ofreció ningún guiño a la izquierda de la coalición.

Así, anunció que seguirá con la reforma de las pensiones, muy criticada por la izquierda italiana, argumentando que las actuales cotizaciones de los trabajadores no son suficientes para garantizar el actual sistema de jubilación. De todos modos, anunció una subida de las pensiones más bajas.

Junto a ello, Prodi señaló que continuará con las reformas económicas para «aumentar la productividad, la competitividad y el crecimiento».

En política exterior, el área que originó esta crisis, no se prevén cambios, ya que anunció que «siempre estaremos con nuestros aliados», es decir, la OTAN.

Las encuestas prevén un Gobierno frágil y breve

El 39% de los italianos creen que el nuevo Gobierno de Romano Prodi es frágil y que durará sólo unos meses, según un estudio publicado ayer por el diario conservador «Corriere della sera».

El 40% de los encuestados se mostró favorable a que Prodi continúe gobernando el país, mientras un 34% prefiere que haya elecciones nuevamente y un 22% piensa que la mejor opción es formar un gobierno técnico que se encargue sólo de la gestión hasta unos nuevos comicios.

La encuesta se realizó antes del voto de la cuestión de confianza en el Senado y preguntaba sobre la duración que podría tener el nuevo Gobierno de Prodi. El 39% del electorado contestó que únicamente se mantendría durante unos pocos meses, el 22% respondió que llegará a uno o dos años y el 21% señaló que se mantendrá en el Gobierno hasta el fin de la legislatura.

Tras la votación en el Senado que se registró ayer, Prodi debe ahora someterse a la confianza de la Cámara de Diputados, donde no se prevén sorpresa, ya que «Il Professore» cuenta con una mayoría clara en la Cámara Baja. Esta votación se celebrará mañana, con lo que concluirá el trámite de la moción de confianza a la que se ha sometido Prodi. GARA

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